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Georg Cantor (1845-1918) es el padre de la teoría de conjuntos, que se ha convertido en el marco universal para la presentación de las matemáticas en la actualidad. Pero su contribución más revolucionaria es el descubrimiento de la no contabilización de los números reales, lo que implica que no existe un solo infinito, contrariamente a la opinión generalizada. Este salto vertiginoso hacia una infinidad de infinitos no concierne sólo a las matemáticas, sino también a la filosofía y la teología, y forma parte del advenimiento de la modernidad.
Una nueva cualidad se afirma con Cantor en el campo de las matemáticas, la de la libertad que reclama frente a sus detractores. Este libro sigue, a lo largo de su obra, el equilibrio que tuvo que mantener entre verdad lógica y libertad, cuya conjunción puede parecer paradójica.
¿Son estas dificultades reales la causa de la psicosis que se desarrolla con el paso de los años?
Matemática y psicoanalista, Nathalie Charraud sigue, a través del estudio de documentos históricos, los aspectos interiores de la creación cantoriana. Logra diseccionar su actividad matemática en términos lacanianos, sin despojar a las reflexiones matemáticas de su significado científico.
Los psicoanalistas sabemos que la civilización, como el sujeto, padece malestares, insatisfacciones y obstáculos en su camino. La civilización enferma de sus verdades reprimidas y de su empuje pulsional. Por eso la civilización, como el sujeto, es interpretable. Una acción política orientada por el psicoanálisis va desde la clínica, de la que extrae sus fundamentos, a lo social.
Los textos recogidos en este libro son la aportación de un psicoanalista ciudadano a algunos de los debates actuales más importantes. Aquí encontrarán la razón por la que el sujeto, por su síntoma, es siempre políticamente incorrecto. Encontrarán los fundamentos para entender por qué el yo es el lugar de mayor desconocimiento de uno mismo, lo que hace imposible la pretensión de sujeto del discurso capitalista de autodesignarse a voluntad. Encontrarán también las razones por las que, desde que ser feliz es un deber, la depresión y la angustia se han convertido en una epidemia, y los síntomas más regresivos, relacionados con la impulsividad y las dependencias, han desplazado a los síntomas derivados de la interdicción paterna. E igualmente encontrarán un análisis sobre las mutaciones familiares, el modo de vivir el amor, las relaciones entre los sexos, así como una reflexión sobre la violencia sexual y el feminicidio, tomando apoyo en la enseñanza de Jacques Lacan.
¿A partir de cuándo alguien se vuelve loco? Es la pregunta que Lacan plantea en el Seminario 23. Sostiene que es una pregunta que vale la pena hacerse. Al final de su enseñanza Lacan no desestimó el testimonio del alienado. En efecto, su pregunta pone en cuestión la consistencia del enunciado “todo el mundo es loco”, sin por ello desmentirlo. A esta pregunta tan valorada por Lacan, agregamos otra que proviene de las memorias de un alienado –uno que se declara tal– y que nos confronta con un problema de época: ¿Es posible el asesinato del alma?
El sentimiento de catástrofe subjetiva y de crepúsculo del mundo del que dan testimonio muchos pacientes justifica la pregunta. También un nuevo paradigma de poder que determina la máxima influencia, sin precedentes, sobre masas e individuos. Kafka escribió que el sujeto no puede vivir sin la íntima confianza en algo indestructible dentro de sí.
Elucidar la noción clínica de sinthome nos lleva a tomar en consideración esa idea, la cual está vinculada con las dos preguntas que nos hemos planteado. Esa elucidación implica abordar la cuestión de las virtudes del arte y especialmente el problema de la sublimación, más allá de la fatigada –e insoslayable– referencia a la obra de James Joyce. Así, nuestro abordaje freudiano de El sinthome presenta tres puntos de anudamiento: la cuestión de la locura, la cuestión de la sublimación y la cuestión de la singularidad. ¿Qué hemos de entender por cada una?
En estos tiempos de caída de las grandes clasificaciones y de crisis de los universales, en que los cuadros clásicos son puestos en cuestión hasta dejarlos en el rincón de las “antigüedades”, Gil Caroz dicta sus clases de seminario sobre la “neurosis obsesiva” en la Escuela de la Causa freudiana (ECF).
Este libro reúne las ocho clases dictadas entre octubre de 2017 y junio de 2018 en el marco de la enseñanza abierta de la ECF en París, y una más dictada el 9 de noviembre de 2020 en el marco de una actividad del Psychoanalyse voor Kring, la sociedad psicoanalítica de la New Lacanian School (NLS), en Flandria, Bélgica.
El autor hace un recorrido sobre la neurosis obsesiva a partir de la conceptualización freudiana, la enseñanza de Lacan y la orientación de la lectura de J.-A. Miller. Lo realiza tomando muy seriamente el texto freudiano y su clínica, con la claridad y la profundidad del psicoanalista que da cuenta de su práctica, conjugando conceptos estructurales como trauma, cuerpo y angustia en la obsesión, con conceptos fundamentales como transferencia y repetición a la luz de una clínica tan clásica como renovada.
Una idea fundamental ordena el hilo de sus clases y da título a este libro: El obsesivo y su despertar, y conlleva una pregunta: ¿es posible el despertar?
Si sabemos con Lacan que el “despertar” es imposible, este libro propone un recorrido que muestra el margen de “despertar” que se puede lograr en un análisis. Como sugiere el autor: “…el obsesivo duerme bien en su fortaleza, se trata de obtener algunos, a pesar de todo, efectos de despertar […] si el sujeto está en análisis, si es lo que él quiere, intentamos despertarlo un poco, darle un cierto acceso a su real”.
El trabajo de establecimiento de este texto en español, realizado con una minuciosidad acorde al tema y a la ética analítica, nos lleva a recomendar este libro como indispensable para los analistas que sostienen una clínica de lo singular y renovada.
Este Seminario marca un punto de inflexión. Se trata de una pregunta, y sólo una, a la que Lacan hasta ahora sólo había respondido indirectamente: ¿qué es un analista? Respuesta: es un analizante (palabra que Lacan sustituye por analizado) quien lleva la experiencia analítica a su conclusión. ¿Cuál es este término ideal? Para saber esto, es necesario articular la lógica del proceso de análisis. Al principio hay un deseo sin precedentes, que presupone un cruce, es decir un acto, como César cruzando el Rubicón. Este acto es el del analizante, pero el acto psicoanalítico mismo lo realiza el psicoanalista, abriendo a este analizante el campo conocido como “sujeto supuesto saber” donde se descifra el inconsciente. Al final, el “sujeto supuesto saber” desaparece, mientras el analista, su apoyo, es evacuado como el desperdicio de la operación, como Edipo acabando con su vida con los ojos arrancados. El analizante que se convierte en analista asume el relevo. ¿Y por qué? – aunque ahora sabe lo que le espera.
Se dedican algunas lecciones a la lógica de la cuantificación, que Lacan comienza a explorar, lo que más tarde conducirá a su teoría de la sexuación.
La conclusión inesperada ve a Lacan comentando directamente los acontecimientos de mayo del 68, contemporáneos del final del Seminario.
"Diré algo sobre la EFP que fue fundada por Lacan en 1964, al final del Seminario Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis. No es perder el tiempo aludir ahora a esta Escuela, dado que hoy, tanto las Escuelas como la Asociación Mundial de Psicoanálisis (AMP) continúan apoyándose en el “Acto de fundación” de la EFP. En otras palabras, consideramos el “Acto de fundación” de la EFP como el acto de fundación de nuestras Escuelas, del Campo freudiano y de la AMP.
La Escuela, fundada en ese mes de junio del ‘64, era una invención totalmente nueva de Lacan dentro del psicoanálisis. Hasta ese momento, en el psicoanálisis solamente se conocían las sociedades como instituciones (no estoy hablando de grupos de estudio, etc.). Eran sociedades reunidas en la Asociación Internacional de Psicoanálisis (IPA), y sigue siendo así.
¿Qué es una sociedad? Es una asociación de profesionales que asegura la formación y promoción de sus miembros y la defensa de sus intereses.
Sin embargo, la Escuela, tal como Lacan la entendía explícitamente, es otra cosa. Por supuesto, está dirigida también a profesionales, pero su finalidad es hacer avanzar al psicoanálisis. Es una asociación de investigación para el progreso, para el futuro de la práctica analítica”.
Jacques-Alain Miller
Se trata de un libro que tiene por lo menos cuatro líneas de fuerza. Tiene el interés de que su corazón late con lo que podemos llamar nuestra vida de Escuela. Recoge lo que fue una serie de cuatro conversaciones sobre el cártel realizadas entre enero y mayo de 2023, en Barcelona y Tarragona.
En dichas conversaciones insistían algunas referencias, unas bien conocidas, otras un poco perdidas, una incluso inédita en castellano. Se trata del apartado que abre el volumen con textos de Lacan, Miller y Laurent y que nos invitan a releer o incluso a aquellos recienvenidos a leer por primera vez para ayudarnos a pensar de qué se trata en este dispositivo fundamental de la Escuela.
La tercera línea, es un apartado en el que nuestra comisión de cárteles, constituida ella misma como un cártel, ha producido 4 textos nuevos, que de alguna manera son el efecto de la lectura, de la conversación, de la investigación que ha posibilitado la organización de las cuatro conversaciones, los restos que quedaron de estas, y el mismo trabajo de lectura que la edición de este volumen ha provocado.
Por último, el cuarto punto o línea, es un impulso hacia adelante. Un texto no tan nuevo de Éric Laurent, complejo, una biblioteca de referencias sobre las lógicas colectivas, que nos permitirá alentar una nueva agitación intelectual.
Monólogo compartido con la locura le permite a Guy Briole abordar la locura desde una perspectiva única que trasciende los límites convencionales, no limitándose a una visión clínica o sociológica, sino que explora las múltiples facetas y expresiones de la locura en diversos contextos. Su lectura es la de un psicoanalista orientado por la enseñanza de Lacan.
Así, delimita claramente que su esencia trasciende la mera categorización de la enfermedad mental, y a pesar de los avances científicos y el pensamiento racional predominante en las culturas occidentales, plantea que la locura conserva un ámbito que se resiste a ser completamente asimilado por estos, persistencia de un elemento inasible, una libertad inherente que no se somete a las normativas sociales ni científicas, manifestándose en un discurso no regulado por otros. Pero además, más allá de una simple clasificación médica, la locura revela aspectos únicos de la persona, marcando una diferencia en su manera de pensar, actuar y razonar. Desde la más sutil hasta la más intensa, cada variante escapa al pleno alcance de la psiquiatría, que puede atenuar sus síntomas más evidentes pero no tocar su núcleo. Permite a cada individuo una forma particular de interactuar con el mundo, utilizando el lenguaje de maneras que abarcan lo cotidiano y lo poético, lo literario y lo lírico. Así, la locura se sustrae al dominio de la medicina y la psiquiatría, cuya autoridad es delegada por la sociedad para etiquetar a los “locos”, pero sin poder aprehender completamente su verdadera naturaleza.
En cada sección de este monólogo compartido con la locura, Guy Briole ofrece una nueva perspectiva, a través de relatos de casos de su práctica y reflexiones que ilustran la diversidad y singularidad de cada uno de ellos, desafiando las ideas preconcebidas y abriendo caminos a una comprensión más profunda y matizada de lo que denominamos, genéricamente, “locura”.
La sublimación es el concepto acuñado por Freud para nombrar uno de los destinos de la pulsión. Lacan prosiguió, del inicio al fin de su enseñanza, refiriéndose puntualmente a ella. Concepto raro, escurridizo, discreto, lleno de contradicciones… que, no obstante, nunca abandonó ni a Freud ni a Lacan para pensar el psicoanálisis.
La sublimación, concepto estético por excelencia que anida en el corazón de la ética del psicoanálisis, se sitúa en un borde limítrofe entre lo singular y lo colectivo, abriendo apasionantes interrogantes sobre la función del arte y el estatuto del artista.
Como decía Lacan, en 1965, en su texto-homenaje a Marguerite Duras, “El artista siempre nos lleva la delantera”. Diez años después, tomó la obra de otro artista, James Joyce, para sentar las bases de su última enseñanza. El arte, es pues, tributario del surgimiento del psicoanálisis en el discurso de la ciencia.
Este libro se ubica en ese entrecruzamiento. En sus páginas encontrareis, desde trabajos teóricos sobre la sublimación y sus vínculos con el Nombre del Padre, la melancolía o la toxicomanía, pasando por breves lecturas, fruto del encuentro con el cine y la literatura, para culminar en un ensayo sobre el cine de Albert Serra.
El libro que tenéis entre las manos es el resultado de un trabajo que ha producido esta pequeña ramificación de recorridos, y que deseaba poner al servicio del psicoanálisis y su transmisión.
Desafíos del deseo en las mujeres. Lacan a la letra es una lectura detallada del escrito de Jacques Lacan “Ideas directivas para un congreso sobre la sexualidad femenina” presentado en el Coloquio internacional de psicoanálisis en Amsterdam en 1960. Neus Carbonell aísla las preguntas que Lacan plantea al entorno psicoanalítico del momento para orientar la investigación sobre el tema.
La lectura detallada de “Ideas directivas” pone de relieve cómo muy pronto aparecen en Lacan los interrogantes que guiarán su enseñanza. En este escrito se aborda la sexualidad femenina con la noción del falo como significante, lo que, paradójicamente, hace surgir un goce sin negativizar. Lacan se dirige a la comunidad psicoanalítica para valorar no solo el estado de la cuestión en lo que respecta a la sexualidad femenina, sino para establecer el debate. De este modo, se separa definitivamente de la teoría de sus contemporáneos. Allí donde el psicoanálisis trataba de esclarecer el enigma del goce femenino por la vía de la fisiología, Lacan se pregunta por el silencio sobre este tema en las propias mujeres. Toma como punto de partida la relación de la mujer con el falo y con la castración, lo que le lleva a postular el lugar del Otro que ella representa y a abordar cuestiones como la representación de la mujer, la duplicidad femenina, el masoquismo, la complejidad de lo que Freud denominó penisneid, la maternidad y la homosexualidad.
La lectura a la letra de Neus Carbonell revela las referencias implícitas y explícitas del texto, imprescindibles para captar el debate de Lacan con el psicoanálisis del momento. Por otro lado, situar el escrito en los años de su redacción, estableciendo las correspondencias con los seminarios del momento, pone de relieve el rigor epistémico de Lacan.
A través de un lenguaje claro y accesible, Desafíos del deseo en las mujeres. Lacan a la letra invita a los lectores a reflexionar sobre la posición de las mujeres en el psicoanálisis lacaniano. Igualmente, sugiere el modo en que las ideas de Lacan sobre las mujeres encuentran su lugar en el mundo contemporáneo y en los debates más actuales.
«Ceder no es consentir». Esto pareciera evidente. Sin embargo, es necesario delinear la frontera entre «ceder» y «consentir», pues en ocasiones puede darse una peligrosa proximidad entre ambos. El consentimiento, de hecho, siempre implica un riesgo: nunca puedo saber de antemano a dónde me conducirá. ¿Podría ser entonces que el consentimiento dejara la vía libre a la coerción? La experiencia de la pasión, la angustia en la relación con el otro y la obediencia al superyó desdibujan la frontera entre el consentimiento y la coerción dentro del propio sujeto.
A partir del movimiento #MeToo y de la historia de Vanessa Springora, Clotilde Leguil explora las raíces subjetivas del consentimiento. Desde el psicoanálisis, muestra que el deseo no es el impulso y que la confrontación con la coerción deja una marca imborrable. ¿Por qué no puedo decir nada una vez que ha ocurrido? ¿Cómo puedo volver a consentir?
Los textos que abren la puerta a la última enseñanza de Jacques Lacan, iniciada en la década de 1970, suelen ser de lectura compleja y enigmática, por lo que se necesita un tiempo para descifrarlos y encontrar su lógica. Entre ellos, se cuentan Radiofonía y Lituratierra, dos escritos difíciles pero muy estimulantes, que sin duda necesitan una orientación en dicha lectura. Para ello, dos especialistas como Antoni Vicens y Miquel Bassols elaboran un minucioso análisis de estas propuestas de Lacan con el afán de clarificarlas.
Para Radiofonía, un texto situado en la zona del goce discursivo, Vicens propone un comentario exhaustivo elaborado a partir de un seminario impartido sobre este gozne de Lacan, en una apuesta que se mueve, por tanto, entre lo oral y lo escrito. En cuanto a Lituratierra, Bassols nos guía en un viaje hacia un lugar donde se habla la lengua del inconsciente, donde la escritura va más allá de la representación de la lengua hablada, y donde, en definitiva, hay que leer lo que se escribe en aquello que se dice sin saberlo.
“Lógica del fantasma”: la expresión insiste de punta a punta del Seminario como un leitmotiv. Sin embargo, no se le consagra ninguna clase, ni siquiera un desarrollo algo sostenido. ¿Quiere decir que la lógica del fantasma representa aquí el papel de una Arlesiana renovada? No, si admitimos que esta lógica es el punto de convergencia de las afirmaciones de Lacan. Es lo que quise indicar dando al capítulo final el título de “El axioma del fantasma”.
Así, él comienza cruzando osadamente el grupo matemático de Klein con el cogito cartesiano, modificado para que dé lugar a la alternativa “O no soy, o no pienso”. Eso da a Lacan la ocasión de resumir en cuatro tiempos el recorrido de un análisis. Otro cruce matemático-psicoanalítico: el acto sexual explicado a partir del número de oro. De ello resulta que “no hay acto sexual”, esbozo del dicho que se convirtió en puente de los asnos: “no hay relación sexual”.
También hallaremos la invención de un “valor de goce” inspirado por Marx, y nos sorprenderá ver que el gran Otro, “lugar de la palabra”, es redefinido como “el cuerpo”, lugar primordial de la escritura.
Muchas otras perspectivas y construcciones impactantes esperan al lector que quiera acompañar en sus meandros, estancamientos, virajes, y también progresos y fulguraciones, un pensamiento obstinado y profundamente honesto que, cuando una piedra se interpone en su camino, jamás la esquiva, sino que se esfuerza para hacer de ella una piedra angular.
Esta era la esperanza de Lacan, la esperanza de llegar en la teoría a un trozo de real. Y mediante las Piezas sueltas tal vez yo quiera esbozar, aludir a lo que sería un trozo de real.
(Extractado del capítulo II)
Trata en sus diecisiete lecciones de indagar y sostener la rigurosidad de una trama organizada en una geometría con cuerpo, la topología que le sirvió a Lacan para sostener una práctica, la psicoanalítica fuera de la lingüística, las matemáticas, la lógica y la poesía.
Es así como son trabajados a partir del inconsciente real, que aparece subrayado en el "Prefacio a la edición inglesa del Seminario 11", los seminarios "Aun", "El sinthome", "Lo no sabido que sabe de la una equivocación alza alas para la morra", "Momento de concluir", y "La topología y el tiempo".
Tomando un poema en prosa de García Lorca que dice: "Es preciso romperlo todo para que los dogmas se purifiquen y las normas tengan nuevo temblor", "Miller recorre no sin dificultad los impasses de una enseñanza, la de Lacan, que en su último tramo deviene oscura y es sólo atravesada por destellos cuando en sus lecciones dispersas encuentra ideas mediadoras para recomenzar un psicoanálisis que ya no será el mismo que era.
En este Curso se sostiene después de haber examinado el tiempo lógico que permitía una salida grupal, que su momento de concluir es el intento de Lacan de salir de la prisión del lacanismo, en lo que aquel supuso de continuidad, que lo llevó a decir a Lacan "yo no soy lacaniano " tiempo después de haber disuelto su escuela.
Se muestra en estas exposiciones hoy publicadas que en el psicoanálisis se avanza a partir de los impasses o sea de la discontinuidad, por lo tanto el éxito es nuestro fracaso.
Así el síntoma como acontecimiento de cuerpo se constituye en una fuerza impulsora real, no sujeta a la causalidad significante, oponiéndose a las consideraciones que lo plantean como trastorno.
Sobre las bases de una nueva noción "el inconsciente es la cara real de aquello en lo que se está enredado" se abre paso una nueva ética ya no ligada al deseo, sino al saber hacer ahí, con el goce opaco, no atrapado por los discursos. Este texto constituye sin duda una referencia relevante para orientarnos en el psicoanálisis, de este nuestro siglo XXI.
Gerardo Maeso
La repetición exige lo nuevo, a diferencia de la rememoración, anclada en el pasado, presa en las redes del significante. Así, el sujeto de la hipermodernidad repite demandando una y otra vez lo novedoso de los gadgets en boga. La novedad se ha convertido en el objeto fundamental de consumo, es decir, de goce. Lo que se consume en una repetición infinita es precisamente la novedad y no el objeto de consumo en sí. Por ello, la repetición no comporta la recuperación del pasado, tiene que ver mas bien con lo no vivido, con lo no simbolizado.
Ronald Portillo
Graciela Brodsky
Desde entonces, el término ha ido penetrando, poco a poco y con el poder de un virus intratable, en los textos e intervenciones de los alumnos y lectores de Jacques Lacan, en la exposición y comentario de casos clínicos y ha llegado incluso a designar funciones precisas en la experiencia institucional de las Escuelas que conforman la Asociación Mundial de Psicoanálisis.
Al sujeto de nuestro tiempo, la extimidad se le hace presente como un goce que toma las formas más variadas de su síntoma. Ese goce, tal como señala aquí Jacques-Alain Miller, se le presenta como “algo exterior, confiado a sí mismo, rechazado del lenguaje. Ya no es éxtimo al Otro sino forcluido y retorna en lo real.” El lector encontrará así en este libro, nueva entrega del curso de Jacques-Alain Miller en el que se siguen formando varias generaciones de psicoanalistas, el modo en que estos deben hacer presente la extimidad propia del psicoanálisis para estar a la altura de su tiempo.
Miquel Bassols
Cada uno produce una respuesta singular a lo enigmático del sexo; a lo que no puede transmitirse como se transmitiría un conocimiento práctico, una técnica. La posición sexual es cuestión de una decisión electiva para el sujeto. Si lo masculino puede situarse en el marco de una lógica de lo universal, lo femenino se abre hacia una dimensión de incompletad. Eso hace que la feminidad sea un enigma fecundo que concierne tanto a los hombres como a las mujeres. Freud enunció esta pregunta: “Qué quiere la mujer?”. Lacan reformuló la pregunta y la transformó radicalmente al plantearla como: “Qué quiere una mujer?”, ya que ellas, decía, hay que tomarlas “una por una”.
En términos generales, podemos afirmar que el psicoanálisis se ha limitado a defender sus paradigmas y la efectividad de su práctica frente a los ataques que periódicamente sufrió por parte de distintas disciplinas. Quizá ha llegado el momento de pasar a la ofensiva, y demostrar la inhumanidad de todas aquellas prácticas que contribuyen a lo que Jean-Claude Milner denominó políticas del “malvivir”. Este libro pretender reunir una serie de textos que denuncien el cientificismo como una operación de domesticación de la vida humana, como una aporte falaz al malestar de la civilización.
Hablar hoy de “trabajo en red” implica clarificar el modelo en que uno lo sostiene, ya que hay varios usos posibles de la red. El modelo común es concebir ésta en los términos de la “reingeniería”: esto es, como un circuito donde se trata de poner a circular al sujeto bajo la perspectiva de la máxima rentabilidad y por tanto de la optimización máxima de los recursos. Esto implica que el vínculo priorizado entre los servicios y los profesionales es la derivación de un lugar de la red a otro. Sabemos de las consecuencias de este modelo, la deriva en la que quedan muchos de estos sujetos y los conflictos que se generan entre los servicios de la red.
El otro modelo posible es organizar la red a partir del lugar central que toma el caso y de los interrogantes que suscita en los diversos profesionales. Esto implica que la red pueda alojar la particularidad de cada situación, definida desde una perspectiva de análisis global entre los distintos actores implicados en la salud, la educación y la atención social de la población infantil.
-Sin referencia, Laurent, E.
-Papers 1
-Papers 2
-Primera noche de la AMP en la ECF:
No hay discurso que sea del sinthome, Flory Kruger.
La semblantización no es nominalista. Jesús Santiago.
De la contingencia al sinthome, María Hortensia Cardenas.
Medir lo 1 con lo real, Leonardo Gorostiza.
Semblante y sinthome: ¿Un binario disyuntivo?, Mónica Torres.
-Bibliografía, Catherine Bonningue
-Bibliografía razonada, Marie-Hélène Blancard
Ontología, óptica, objeto a, Pierre-Gilles Gueguen.
El lector no sólo asistirá al declive a través del tiempo de Mark, sino también a las pesquisas del comisario y su ayudante y, sobre todo, a la disección de cada una de las vidas que rodean este misterio.
Antonio di Ciaccia
Jacques-Alain Miller
El partenaire-síntoma es una manera de situar al partenaire en términos de goce y esto conduce a una novedoso análisis de la vida amorosa.
Acompañar este intenso recorrido de Miller es una invitación a la lectura, pero más profundamente aun, es una propuesta a volvernos también nosotros partenaires-lectores de un curso, vuelto letra, que nos interpela.
Silvia Elena Tendlarz
Se presentan aquí estos testimonios de cómo cada sujeto ha introducido un margen de libertad en lo que constituía la verdad de su destino. Cómo cada uno ha logrado apropiarse de la experiencia psicoanalítica, cómo ha encontrado el modo de “ponerse del lado de la vida”
Traducción de Enric Berenguer
Para profundizar en su lectura se han preparado las siguientes Bibliográficas:
BIBLIOGRÁFICA Nº 7. Referencias Jacques Lacan. Seminario X. La Angustia
BIBLIOGRÁFICA Nº 9. Referencias Jacques Lacan. Seminario X. La Angustia Herman Nunberg, La circuncisión y los problemas de la bisexualidad
BIBLIOGRÁFICA Nº 10. Referencias Jacques Lacan. Seminario X. La Angustia Otto Fenichel, Instinto escoptofílico e Identificación
BIBLIOGRÁFICA Nº 11. Referencias Jacques Lacan. Seminario X. La Angustia Margaret Little, La contratransferencia y la respuesta del paciente hacia ella Margaret Little, "R" - La respuesta del analista a las necesidades de su paciente
BIBLIOGRÁFICA Nº 13. Referencias Jacques Lacan. Seminario X. La Angustia Jean Bobon, Lección inaugural (extractos) Ernest Jones, Algunos casos de neurosis obsesiva. Caso II
BIBLIOGRÁFICA Nº 14. La concepción de la virgen por el oído, Ernest Jones
BIBLIOGRÁFICA Nº 15. La contratransferencia, Lucia Tower. Sobre la contratransferencia, Annie Reich
La edición que nos brinda Jacques-Alain Miller cuenta además con anexos y un índice de nombres propios de ayuda inestimable.
Neus Carbonell
“El nombre del Nombre del Padre - señala Lacan- crea la función del padre”. Pero entonces ¿de dónde viene esta función?. No es pagano, está en la Biblia. Quien habla en la zarza ardiente dice de sí mismo que Él no tiene un único Nombre; entiéndase: el padre no tiene Nombre propio. No es un figura, es una función. El Padre tiene tantos Nombres como soportes.
Sig. XXVI.4.(74)
Conferencia pública, El psicoanálisis y la Vida: Xavier Esqué
Seminario, La función del sinthome. Xavier Esqué
Conferencia pública, Las declinaciones del padre y los cambios en la familia: Marie-Helene Brousse.
Seminario, El cambio en la cultura y las nuevas formas de los síntomas: Marie-Helene Brousse.