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Recursos: Reseñas

Irene Domínguez
Presentación del libro "Recorridos de la sublimación". Actividad organizada por la BCFB el 9 de febrero de 2024. 
Reseñado por Betina Ganim
PortadaRecorridos de la sublimación

 

Me toca asumir esta noche una función que por supuesto nadie me asignó, sino que yo misma asumí ­–y con mucho gusto­– de presentar esta mesa y este libro en torno al cual nos reunimos hoy; la primera presentación del libo recorridos de la sublimación de Irene Domínguez[2].

Irene es colega, psicoanalista, miembro de la ELP y AMP, inscrita en esta comunidad de Catalunya, alguien que respeto mucho, y a quien le agradezco que me haya invitado a compartir este momento tan importante, en tanto se trata de presentar –por qué no, mostrar– un producto.

Un producto, efecto de un no saber puesto en acto, un hacerse leer, mediante un sostenido trabajo de investigación. Recuerdo que ya la segunda vez que nos vimos, en 2016 -la primera vez la convencí en Barcelona ese mismo año, de venir a Mallorca a un taller clínico- la segunda vez ya fue en Mallorca, y a la noche, después de un concierto,  antes del taller, ¿de qué hablamos?: de la relación tóxico-arte- sublimación… que es justamente uno de los ejes que Irene trabaja en este libro, y a quien en unos minutos le pasaré la palabra para que cuente un poco más, lo que quiera, de su libro.

Estoy además, en esta mesa, con Virginia Trueba, que es profesora de Filología Hispánica y Teoría de la Literatura, de la Universidad de Barcelona.

 

Y con  Albert Serra, Director, productor y guionista catalán. Licenciado en Filología hispánica y Literatura comparada por la Universidad de Barcelona. Seguramente conocido por muchos sino por todos los presentes. No me extenderé en presentaciones, solo decir que es el elegido por la autora ya que, según sus palabras, su cine evoca el real lacaniano.  Dedica a su obra un buen apartado en este libro, el cuarto redondel- dice Irene- el sinthome del libro; “La investigación sobre la sublimación requería ponerla a dialogar con un artista de envergadura un artista vivo, ¡muy vivo! que pudiera iluminar el camino que esbozan los artistas para el porvenir del psicoanálisis”[3]. Y tenemos suerte de que nos acompañe esta noche.

Por mi parte, de todas las biografías que leí para poder mínimamente presentarlo hoy , la más interesante -precisamente porque no es una biografía sino un recorrido de su filmografía-es la que escribe Irene en este libro[4]. Un cine bastante disruptivo para el ojo acostumbrado al pegoteo con la historia narrativa. Su cine, dice Irene, afecta al cuerpo. El materialismo de Serra, compartido con Lacan, da cuenta del real sobre el que opera el lenguaje.

De forma homóloga al psicoanálisis, sostiene la autora, el cine de Albert Serra se ubica entre la lógica que revelan las ficciones y la poesía. Su metodología ficcional está al servicio del bordeamiento de Das Ding”.[5] (pág. 223)

Antes de decir unas pocas palabras sobre el libro y darles la palabra a cada uno me gustaría decir que hay algo que compartimos quienes estamos hoy en esta mesa.

No estoy cometiendo una infidencia, porque está en el libro….retomo de allí el dato de una pequeña anécdota susurrada en el libro por al autora. Y lo común que compartimos es que los que estamos aquí , con algunos pocos otros, cerramos una tardía noche barcelonesa, el último día de los enamorados antes de la pandemia, allá por el 14 de febrero del 2020. Allí cuenta Irene: “Semanas antes de la pandemia tuvimos la suerte de contar con [Albert Serra] para inaugurar en la BCFB el Ciclo de Literatura y Psicoanálisis sobre “Erotismos”, hablando sin tapujos de Liberté y Sade”, y siguiendo la noche de fiesta hasta el amanecer”[6]. Pues eso. Así conocí no solo a Virginia, sino también a Albert Serra. Ignorante de mí, no lo conocía antes de esa noche en la Fuster, encuentro que fue posible a partir del exquisito gusto de la autora por el cine y su fina lectura.

Del libro, con un prólogo de Nieves Soria y un hermoso epílogo de Sergio Larriera.  recorridos de la sublimación, interesan las minúsculas y el plural; retomo de la carta de invitación que nos hace Irene al comienzo del libro lo siguiente: “Este libro, por tanto, como ya vais intuyendo, no es un libro estrictamente académico, tampoco su autora lo es. Trata de abordar, jugar dar vueltas a preguntas que han sido y siguen siendo centrales para construir mi modo de apropiarme del psicoanálisis. Encontraréis explicaciones, frases, aforismos repetidos muchas veces,, pero esa repetición me ha parecido interesante compartirla con vosotros, puesto que da cuenta de la vertiente obsesiva presente cuando se investiga. El texto está trufado de hipótesis que giran alrededor de la sublimación, pero tendréis que rastrearlas, idlas a coger de aquí o allá, porque no están ordenadas en un índice, sino más bien esparcidas por el interior de los trabajos que suscitó. A su favor tiene la ventaja de que se puede leer sin orden y concierto, según el día, ya que el tipo de textos es muy variado: desde desarrollos más completos a comentarios anecdóticos de dos o tres páginas”.[7]

Y me serviré de las hipótesis que encierra, las que la autora intenta argumentar a lo largo del libro, que si bien reúne, tal como cuenta Irene, textos presentados en diferentes espacios, productos de cárteles y otros espacios, siguen el hilo de la hipótesis principal: el artista no existe, tal como siguiendo a Lacan consideramos, La mujer no existe, El analista no existe. Es decir, tienen la misma estructura lógica, una ex - sistencia  que da cuenta de una desontologización, y una cercanía con lo real.

¿Qué es lo real? Por supuesto no me voy a meter con eso ahora; pero diré solo que es decir que no es fácil definirlo y en eso mismo radica su estatuto. Es lo que vuelve al mismo lugar, lo imposible de decir, lo imposible…

En fin, lo real, para la autora, es eso que el cine de Serra permite bordear. Irene misma describe su cine como “un cine de lo imposible”[8]

La última enseñanza de Lacan que retoma Irene para argumentar su hipótesis, se centra en la noción tardía en Lacan de sinthome, que es una manera de subvertir la noción freudiana de síntoma, aquel vinculado con la represión. La sublimación opera una subversión del síntoma en tanto disuelve la oposición freudiana represión-sublimación. Freud decía que la sublimación es una satisfacción pulsional, un destino de la pulsión con una meta no sexual. Pero aún así la satisfacción es sexual.

Dos hipótesis más recorren estas páginas, en sus tres apartados, en los que no me detendré, para dar la palabra a Irene y para que vayan a leerlo: la relación sublimación-sinthome-escabel y una lectura de la sublimación articulada a la adicción/creación/ función del tóxico.

En principio, decir que más allá de la estructura formal que tiene este libro y el eje que recorre este conjunto no-todo de trabajos, este libro refleja el resultado del trabajo de la autora, un trabajo de investigación que sigue abriéndose paso a lo no sabido.

 

[1] Betina Ganim, psicoanalista en Mallorca, miembro de la ELP y de la AMP.

[2] Domínguez, Irene. recorridos de la sublimación. Gram ediciones. Buenos Aires, 2023

[3] Ib., pág. 16

[4] Ib. , pág. 217

[5] Ib., pág.223

[6] Ib., pág.210

[7] Ib., pág. 17

[8] Ib., pág. 217

Miquel Bassols
Grama ediciones - 2018
Reseñado por Eduard Gadea
Portada
Sobre Una política para erizos y otras herejías psicoanalíticas
 

Estamos acostumbrados a hablar del hombre como lobo para el hombre (homo homini lupus est) cuando queremos referirnos a las relaciones sociales en general y al ámbito político en particular. Miquel Bassols, sin embargo, prefiere no servirse de la conocida metáfora de Hobbes para su título, sino de otra extraída por Freud de la obra de Schopenhauer que permite comparar al ser hablante con un erizo. La razón es bien simple y la expone en las primeras páginas del libro: no habría entre los seres hablantes ninguna inocente víctima de la voracidad del lobo, al modo del cordero devorado por aquel. Más bien y de ahí que Freud tome esa referencia, seres dotados de púas y también de un fuego interior que no les permite ni un mutuo acercamiento sin riesgo, ni una soledad apacible.

Es este un curioso inicio para un libro que quiere tratar sobre la política, que quiere analizar algunos de sus conflictos contemporáneos. El sentimiento de extrañeza que puede producir, sin embargo, es el mismo que provocan las sorprendentes aportaciones de la enseñanza de Lacan, elaboradas a partir de la experiencia psicoanalítica, en el último de sus periodos. Al final de su introducción, M. Bassols expone que con sus textos intenta “aclarar lo que el término política implica hoy para los psicoanalistas de orientación lacaniana, y qué consecuencias tiene la política del síntoma más allá del dispositivo analítico, en aquello que hemos llamado la acción lacaniana”.1

Una primera ojeada al índice puede dar la sensación de que se trata de un conjunto de artículos sobre temas muy diversos y de difícil conjunción, pero el avance de la lectura va dejando claro cuál es el hilo que los une y que en palabras del autor es “el estudio de las diversas formas en las que los erizos hablantes hacemos nuestros síntomas”.2

El primer apartado, “La política del psicoanalista”, en una muy clara exposición sobre el pase, establece las bases para todo el ulterior desarrollo de su acción política. El analista surge de su propio análisis y por alcanzar su singularidad sintomática. A partir de ahí no puede pensarse en una identificación en el grupo de analistas, dado que la singularidad del uno no le sirve al otro, pero sí que se puede pensar en una identificación con el grupo desde la función del “más uno”, aquella que permite que aparezca lo real del grupo. Esa es la posición del Analista de la Escuela, del “analista de la experiencia de la Escuela como sujeto, pero también la que puede motivar una verdadera acción política desde el psicoanálisis fuera de todo partidismo”.3 M. Bassols sigue así el camino abierto por Jacques-Alain Miller con su año cero para el Campo freudiano4 y propone la conversación analítica no solo para la Escuela, sino como sistema con el que el grupo social puede analizar los impasses de la civilización.

En la estela también de lo propuesto por J-A. Miller como extensión de la experiencia de la Escuela al grupo social, hay que destacar como relevante qué implica adoptar una lógica que abandone el primado del “para todo x” a partir del “no todo”. La singularidad sinhtomática no permite la generalización concreta, y la identificación con el grupo a que da lugar es la consistente en que cada uno de sus miembros se identifique con aquello que convierte al propio grupo en sujeto, en sujeto causado por un real, como el individual. La excepción singular se convierte en un “para cada uno” como sujeto colectivo. Esta transformación, no basada en una identidad del individuo que el no tiene, sino en una identificación al margen de toda ortodoxia, es para M. Bassols una herejía política que el psicoanálisis puede ofrecer a la civilización.

Reivindicar lo herético puede ser una buena manera de desencallar a una civilización atrapada en sus síntomas, pero cuya ortodoxia solo le aporta formas de repetición. La herejía protestante permitió a una buena parte de Europa entrar en una modernidad social, económica y política que al universo católico y su reiteración trentina le resultó no solo incómoda, sino en buena parte imposible. Al hilo de esta consideración podemos seguir leyendo el texto de M. Bassols y sus reflexiones sobre la autoridad. Distingue la autoridad que busca su garantía en el Otro, en sus diversas formas, de aquella que se basa en uno mismo, en el deseo, en la inexistencia del Otro y que pone a los demás también en su lugar de sujetos. Esta última es la del poeta, la del analista y la que sería deseable asimismo que fuese la del político.

Siguen a continuación una serie de artículos sobre la ciencia, la religión y el capitalismo. Se trata de análisis de los temas citados a partir de categorías del psicoanálisis lacaniano donde se plantea una ciencia sin la garantía del buen Dios cartesiano que no permite el error al sujeto cierto de sí; lo inconmensurable de la singularidad sintomática ante la tecnología y sus cálculos; las idas y venidas entre ciencia y religión en su búsqueda del sentido como contrapuestas a la ética del psicoanálisis; el dinero como objeto y la crisis a la luz del discurso capitalista; las paradojas de la culpa con respecto a la corrupción… En fin, un “malestar en la civilización” analizado a partir de las categorías del sujeto, el goce, el tiempo lógico, la ética del deseo, los diversos tipos de singularidad, la verdad y la certeza del goce, los discursos de Lacan, las paradojas de la culpabilidad, el supuesto goce del Otro, las categorías lógicas…

En el cuarto apartado, dedicado a la familia y a la lengua familiar, el autor destaca la vertiente de la familia como aparato de goce por encima de la de sistema simbólico. Sigue así la clínica del más último Lacan orientada por el goce para clarificar nuestro actual panorama de familias con organizaciones muy diversas. Sea del tipo que sean, en toda familia hay un elemento central que está en el origen de los síntomas y es el secreto sobre la pareja familiar. A este secreto responde el niño como síntoma. La familia como sistema de significantes para ordenar el goce “se revela hoy como un artificio subordinado a lo real de la inexistencia de la relación entre los sexos”.5

Formando pareja con esta familia encontramos la cuestión de la lengua familiar. Se plantea la cuestión de cuál es su mejor denominación. Se habla habitualmente de lengua materna, pero la acción del Nombre del Padre sobre el DM bien podría hacernos hablar de lengua paterna. Lo determinante, sin embargo, es que para todo sujeto esa lengua familiar de la que toma sus identificaciones es la que lo habla, la que “encierra el secreto de lo Uno del goce, opaco para sí mismo, desligado del Otro al que se le supone ese goce rechazado, segregado de la propia familia”.6 Esa lengua familiar acabará pues, en un análisis, llegando a un punto de inhóspito y a otra lengua que no participa ya de los criterios que nos permiten distinguir a un idioma de otro, sino que, prescindiendo de las elucubraciones en juego en el lenguaje, es la lalengua de lo real.

Cierra la compilación de artículos un capítulo denominado “Un caso: el síntoma Catalunya” que a mi entender funciona como broche. Recoge muchas de las propuestas que desde el psicoanálisis Miquel Bassols ha realizado a lo largo del libro como aportaciones que el año cero del Campo freudiano puede hacer al campo político y social. El mal llamado “problema catalán”, ya desde los tiempos de la Segunda república española, es redefinido como “síntoma Catalunya” que retorna para la España una como impasse político presente ante su pregunta sobre qué quiere. De momento y como los últimos acontecimientos ponen en evidencia, la respuesta del estado es la represión pura y dura y la consecuencia la insistencia del síntoma.

Ante la cerrazón de las partes en la afirmación de sus identidades y derechos, M. Bassols ha hablado de la inexistencia de las identidades, de las identificaciones y sus diversos tipos, de la posibilidad de una conversación si se admite lo real que constituye al grupo en un sujeto. De la democracia, no entendida como un S1 idéntico a la legalidad, sino como causa que sitúa a los participantes en su lugar de sujetos. De la lógica consecuente que una tal elección implica y que no es la del “para todos” de la identificación uniformista del Una, grande y cada vez menos libre, sino la del “para cada uno” de la identificación singular. De la falsa ilusión de un ideal comunitarista que convertiría a las patrias en agrupaciones familiares con una lengua propia que les aportaría identidad… En la entrevista final, que cierra el volumen, hay una apelación a las Españas, en plural; al litoral como diferenciado de las fronteras en tanto límites entre espacios recíprocos; a lo éxtimo como distinguido de lo extranjero en tanto que peligro interior a combatir, si no a exterminar; al estado de los derechos del ser hablante, relacionado con el goce, que propicie una conversación sin un Otro del goce.

But let me say one thing es el título de uno de los artículos del último apartado y quisiera permitirme aquí un pequeño comentario que no creo que llegue a ser una discrepancia con el autor. Miquel Bassols se refiere al discurso de Pau Casals ante la ONU, con motivo de recibir de esta la medalla de la paz, cuando dijo: But let me say one thing, I’m catalan. M. Bassols lo interpretó entonces, en 1971, como una petición de permiso y una disculpa del genial violoncelista por afirmar su “voluntad de ser”.7 Si se oye la grabación íntegra de dicho discurso, podrá escucharse que lo dijo literalmente, pero que a continuación afirmó con orgullo que Catalunya tuvo el primer parlamento en el siglo XI, antes que Inglaterra… Ese But let me say one thing es sin duda una forma de cortesía, pero precede a una afirmación contundente, I’m catalan y a una declaración nada tímida sobre el valor de la historia de Catalunya. Quizás más que disculpa o petición de permiso, sea un llamado a la atención de quienes le escuchan y una cierta enunciación vacilante que advierte de lo que M. Bassols ha expuesto con anterioridad a la anécdota: “No hay identidad que no sea sintomática. Mi posición en esta cuestión es que en toda afirmación de un sentimiento nacional hay siempre algo de un “miento”, un miento sobre lo real que implica que no hay sujeto idéntico a sí mismo”.8

Un libro rico, sin duda, lleno de cuestiones complejas cuyas púas no dejan de pinchar al lector, aunque se crea advertido.

1 Bassols, Miquel. Una política para erizos y otras herejías psicoanalíticas. Grama, Buenos Aires, 2018, p. 16.

2 Ibid.

3 Ibid., p. 37.

4 Miller, Jacques-Alain. “Champ freudienne, Année zero”. Lacan Quotidien nº. 718, 11 juin 2017. Citado por el autor.

5 Bassols, Miquel. Op. cit. p. 127.

6 Ibid., p. 136.

7 Ibid., p. 161.

8 Ibid., p. 160.

 

Fabián Schejtman
Gramma ediciones - 2018
Reseñado por Irene Domínguez
Portada
Philip Dick con Jacques Lacan. Clínica psicoanalítica como ciencia-ficción
 

La publicación del libro “Philip Dick con Jacques Lacan. Clínica psicoanalítica como ciencia-ficción”, de Fabián Schejtman, es una gran alegría para el psicoanálisis lacaniano del siglo XXI. Por un lado, constituye un homenaje en acto a Philip Dick, uno de los más grandes escritores de ciencia-ficción del siglo XX. Por otro, se abre hacia el futuro y deviene un valioso trabajo de clínica psicoanalítica nodal avezado en la construcción de un caso.

Este libro de título moebiano, tan original como apasionante, tiene estructura borromea: sus capítulos se suceden desplegando, alternativamente, formalizaciones psicoanalíticas, relatos de una investigación biográfica que elije algunos sucesos en la vida de Philip Dick, y una trama ficcional que recrea dos encuentros del escritor con el psicoanalista Jacques Lacan. La articulación de todos ellos desembocará en la singular construcción del caso Dick. De esta forma, Schejtman logra producir un efecto fulminante: nos ofrece un trabajo de rigurosa clínica psicoanalítica, en cuyo centro palpita un nudo que, sin atravesar ningún borde, se pasea sin complejos, de la ficción literaria a las formalizaciones clínicas. ¡Quien dijo que la topología era aburrida! La trama literaria basada en los dos únicos encuentros que tuvieron Dick con Lacan, amplifica la elucidación, lectura y escritura del caso, cuyo nódulo central reposa en la evanescencia de lo Real.

Cabe destacar que en P. Dick no escasearon fenómenos de todo tipo: alucinaciones, voces, paranoias de persecución, delirios… Como el mismo autor nos lo dice, la psicosis desencadenada de Dick no está en cuestión: él, a diferencia de Joyce, sí estuvo loco. No obstante, su psicosis será, más que el puerto a donde llega Schejtman, el muelle de donde parte su recorrido para dar razones de ésta. Y es que, una psicosis, como la vida, cambia: pasa por fases distintas, tiene momentos de irrupción, estallidos, oasis, estancamientos… de ahí que el soporte en la clínica nodal devenga imprescindible. El carácter topológico de la última enseñanza de Lacan es una invitación a clinicar –como propone Fabián- es decir, a ponernos de lleno a pensar y formalizar las diferentes etapas de una estructura clínica desplegada en el tiempo.

En sus páginas, plagadas de matices y precisiones, la clínica vibra: así anudar, desanudar, escribir o amar, serán elementos que intervienen en la construcción del caso del genio de Dick que, sin desechar la clínica estructural y tomando anclaje en la nodal, la lleva más allá. La lucidez de Schejtman, junto con su capacidad de transmisión, irá desbrozando, paso a paso, el devenir de esta psicosis lacaniana. Tomar como punto de partida la pregunta que habita a Dick a lo largo de su vida como su síntoma fundamental: ¿qué es real?, va a permitir discernir las distintas funciones de multitud de fenómenos. Así, por ejemplo, una idea paranoica puede estar al servicio del tratamiento parafrénico de la estructura de base, o la función de la escritura revelará que, si bien fue un tratamiento fundamental, no estuvo exento de efectos de compulsión nada estabilizantes, como el caso lo muestra.

Los dos encuentros de ficción que mantuvieron Dick y Lacan, constituyeron puntos de viraje para el escritor, y dejaron también una huella en Lacan. El primero de ellos en Chicago en 1966, puro azar: la contingencia, la frase que lo interpeló: “la verdad tiene estructura de ficción”, y un tan breve como inolvidable paseo entre ambos. El segundo en Lille, once años después, buscado por Dick. En el salón de un hotel, dos interpretaciones lo conmoverán, al punto que a partir de ahí VALIS irá paulatinamente apagándose. ¿No podríamos pensar entonces estos encuentros como el análisis más corto y peculiar de la historia del psicoanálisis? Sea como fuera, el relato de estos encuentros, logran arrancar un destello poético a la invención de lo Real, puesto que, de algún modo –equívoco mediante- fue una inquietud compartida: en Dick como síntoma, y en Lacan como aquello que llamó su sinthome.

El psicoanalista, como Lacan lo destaca, es al menos dos: el del acto y el de la formalización. El saber que se articula en este libro tiene inspiración dickiana, se deja enseñar por el artista, invitándonos a seguir trabajando… en la ciencia-ficción, que es la ciencia que nos es propia: la que toma a su cargo repensar la herencia de Freud y Lacan para dirigirse al futuro.

 

Antoni Vicens
Gredos - 2018
Reseñado por Luis Alba
Portada
No todo es política en la orientación lacaniana
 

El libro constituye una agrupación de textos de diversa índole y temática, desde casos de S. Freud y J. Lacan hasta puntualizaciones por diversos aspectos de nuestra actualidad cotidiana; estudios sobre puntos de doctrina de la última enseñanza de Lacan; desarrollos sobre dos nombres propios entre la ficción y la historia: Alcibíades y Hamlet.

Esta agrupación está, a su vez, digamos subagrupada en cuatro apartados cuyos títulos no son obvios y son en cierta manera una interpretación, un enigma del que cada lector ha de extraer su guía de lectura: Relatos, Invenciones, Razones, Lo inhóspito.

Una pluralidad de estudios, conforme a la primera parte del título, “no todo” que pueden ser leídos independientemente sin pretensión de unidad. Esta viene dada por el estilo de autor, preciso, sabio, a veces poético y siempre abierto: el cierre de cada texto es conclusivo sí, pero también deja algún misterio, incluso en la concisión de algunas formulaciones, para continuar posible líneas de reflexión o investigación.

Una posibilidad de lectura es tomar alguna afirmación del autor para aplicarla a textos distintos de aquellos en los que aparece. Por ejemplo, los textos que versan sobre casos freudiano-lacanianos : Dora, Hombre de las Ratas, Joven homosexual, Schreber, Aimée, pero también en cierta manera Joyce, que recorre todo el tercer subagrupamiento, y que testimonian de un gusto por el saber y la erudición que aporta informaciones y perspectivas sobre los casos y que hacen muy agradable e interesante su lectura. Están reunidos bajo el título Relatos, y si consideramos este término a la luz de la última parte de “la democracia, finita e interminable”, -en la que el autor traduce por cuentos el abundante uso que se hace actualmente de “los relatos”, en los que la verdad reside en la capacidad de “encantar a un público”, uso correlativo a la “actual degradación de la historia”-, hace que sean algo más que saber e información. Es la puesta en práctica de la consideración del síntoma de cada caso como manifestación y condensación del lazo social, del discurso tal como se produce en un momento histórico -ver por ejemplo la inserción del síntoma de la Joven en el entorno de la burguesía vienesa, etc. También “La locura de Hamlet y la del mundo” puede situarse en esta línea, como síntoma de una época en la que cambian radicalmente las vías de la transmisión.

El título del libro invita, también, a seguir una línea a lo largo del libro, la política, y precisada como política del síntoma en tanto que lo propio del psicoanálisis.

Partamos de una definición de política, sencilla pero radical en sus consecuencias: “la capacidad de dar sentido a las palabras”. Esta definición la sitúa ya en el campo del psicoanálisis. Se encontrarán algunas consideraciones sobre el discurso del amo, en tanto que en “la radicalidad de la lucha política del lenguaje contra la muerte portada por el goce”, la cuestión es saber de qué modo y por quién se establece, o no, el sentido.

O también, para nuestra época, en la que “del dominio del objeto sobre el significante y su circulación resulta un pérdida de sentido de la política. Ello conllevaría una pérdida de sentido del inconsciente o bien obligaría —y de hecho estamos ahí— a construir un inconsciente fuera del sentido.”

Tenemos ahí si no dos políticas, dos vertientes de la política.

Si la abordamos desde el sentido fijado en el Otro, la política del síntoma aparece como lo que agujerea el sentido, el saber: como enigma de la feminidad en Dora; del amor en la Joven, incluso en el Hombre de las Ratas - aunque en este más bien se trata de que lo que estaba fuera del tiempo entre en su historia-; la locura de Hamlet. O cuando es el goce lo que está en primer plano (Schreber, Aimée, Joyce): la construcción de un Otro que permanece ajeno a un punto de goce localizado en la intimidad (Schreber), o la transformación de la lengua materna en una lengua radicalmente extranjera (el exilio de la lengua de Joyce, la desmaternalización de la lengua). Aimée ilustra, con su pasaje al acto la imposible identidad del significante y el goce, cuya búsqueda es uno de los rasgos de nuestra actualidad dando lugar a diversas manifestaciones clínicas.

En el texto sobre Alcibíades, el silencio de Sócrates sobre sí mismo es lo que hace de él un enigma, un agalma que causa deseo, de manera que se opone a las latosas, la proliferación de objetos, que homogeneíza los estilos de goce, proporcionando consistencia imaginaria a las más variadas comunidades, pero que no conlleva la circulación para la que es necesaria este punto de silencio, y no constituye un discurso, no es por lo tanto política propiamente dicha.

El autor no ignora que siempre se produce sentido, que incluso la llamada al sentido es insistente como efecto del discurso de la ciencia -el sin sentido puede ser el no va más del sentido- con el retorno de las religiones. De modo que lo que se trata es de contrariar la identidad de sentido y verdad. Entonces ¿qué es construir un inconsciente fuera del sentido?

Extraigo algunas consideraciones que aporta Antoni Vicens que me parecen de utilidad para enmarcar esta construcción:

- La distinción entre Otro como estado y Otro como discurso. Como estado, no hay Otro que registre lo real como tal. Es la in ex-sistencia del Otro

- Como discurso, posibilita la circulación de la letra, sin destinatario, se entiende fijado como Otro. Lo que no impide que sus efectos puedan ser recibidos de forma contingente.

- Y por lo tanto, el síntoma en su dimensión de enigma, tomado como sinthome no llama a transformarse en verdad sino a inscribirse en un discurso, en primer lugar el analítico.

- El cuerpo, desligado -como en la escritura de Joyce- de todo placer de órgano, lo que traduce de otra forma la distancia entre significante y goce, ya que no se trata de “adecuar la palabra a la función”, lo que lleva a “fundamentar el acto de la clínica en el hecho de que ninguna función actúa específicamente para sus fines, sino (…) al servicio de un goce que interviene como disfunción”.

- Es aquí, en esta discordia, como en Empédocles, entre la muerte y la vida, donde se hace uso del semblante, en tanto no significa nada -como el arco iris, se sitúa respecto a un real y su sentido se desvanece con su desaparición-. Se leen en la página 214 algunos enunciados importantes sobre el semblante.

- Y para concluir, la propuesta de una política del síntoma como discreción (es así como A. Vicens traduce el savoir y faire lacaniano) compartida. La discreción “consiste en tomar todos los signos del discurso del amo como semblantes”.

 

 

Catherine Millot
NUEVOS EMPRENDIMIENTOS EDITORIALES - 2018
Reseñado por Enric Berenguer
Portada
La vida con Lacan
 

Desde su mismo título –que evita la fórmula autobiográfica clásica de “mi vida con Lacan”, pero también de la biografía– y hasta su última página, el libro de Catherine Millot preserva algo del misterio. Misterio que evoca aquel al que el propio Lacan se refirió en la sesión del 15 de mayo de 1973 de su seminario, cuando, habló de lo real como “misterio del cuerpo hablante […] misterio del inconsciente”. En efecto, el límite del decir, el límite del conocer al otro, esa parte de toda existencia que permanece inalcanzable, es el que la autora trata con suma delicadeza cuando trasmite, renunciando a todo carácter sistemático, aquello que pudo presenciar unas veces, compartir otras, desde una posición privilegiada.

El retrato resultante del recorrido vital que se desarrolla página tras página y que nos captura, atraviesa, aunque es breve, distintas etapas de la vida y de la obra de Lacan. Nos permite acompañarlo desde momentos de alegría y de descubrimiento, de una curiosidad voraz y una vitalidad desbordante, hasta épocas de decepción y luego de ensimismamiento, en las que persiste, a pesar de todo, una lucha por arrancar todavía a lo real algún secreto. Lucha persistente más allá del deseo de compartirla, que parece desvanecerse. Nos sobrecoge el relato de días sombríos, llenos de silencio, que Catherine resume en la tardía visita al Etna, donde “entre las fumerolas [se vio] acometida por la angustia ante la idea loca de que podría arrojarse allí como Empédocles, arrastrándome con él.”

Cada uno de los recuerdos, a veces pequeñas anécdotas de viaje, de encuentros diversamente logrados o fallidos, de reflexiones, de comentarios, o simplemente pequeños gestos, nos transmite algo de Lacan, algo de su singularidad, la que él mismo nunca dejó de buscar en cada uno de sus analizantes. Y nos permite ver hasta qué punto él estuvo siempre orientado hacia lo que le parecía esencial, lo que consideraba su tarea, para la cual el tiempo de una vida se le hacía breve. Podemos así comprobar que muchas de las elaboraciones que encontramos en seminarios y escritos, surgen con toda naturalidad de una vida que se puede considerar una excepción a la común ausencia de deseo de saber.

En la serie de instantes, algunos públicos y muchos íntimos, que Catherine comparte con el lector, la diversidad de rostros de Lacan que podemos percibir a través de una prosa límpida nos habla de una existencia rica, compleja, imposible de reducir al estereotipo. Entre dichos rostros, vemos muy de cerca al hombre entrañable que da muestras de devoción y entrega a amigos como François Cheng o Jacques Aubert, o que se empeña en informar a un Heidegger ausente –ante la mirada vigilante y poco amistosa de Frau Heidegger– de sus últimos avances teóricos sobre el uso de los nudos borromeos. Pero también al padre arrasado por el dolor más extremo, ese que cambia en un instante una vida, como cuando murió su hija mayor Caroline, atropellada por un coche en Antibes. Instante este último en el que la autora vio desvanecerse para siempre algo de la vitalidad desbordante de Lacan

Carta de amor, testimonio, declaración, el texto no rehúye las cuestiones más delicadas. En efecto, Catherine Millot conoció a Lacan como paciente, enseguida analizante, que había recurrido a él, sumergida en una angustia sin límite, como quien se juega sus últimas cartas. Pero luego ella fue también su amante, su compañera, que permaneció a su lado hasta cerca del fin. Y, como dice ella misma sin ambages, Lacan sostuvo la apuesta, prosiguiendo la tarea analítica a pesar de todo. En este punto delicado, es mejor decirlo con sus propias palabras: “A lo largo de todos estos años, mi análisis con Lacan habría proseguido. Yo me había jugado, con él, el todo por el todo, cuando fui a su encuentro, y para mi era cuestión de vida o muerte. La partida había empezado y, aunque las cartas no eran las mismas cuando nuestras relaciones se volvieron íntimas, para mí había resultado impensable retirar mi apuesta y llevar mi pregunta a otra parte. Lacan lo había comprendido, sostuvo la apuesta y yo también la sostuve”.

Lo cual no impidió a Lacan, llegado el momento, situar los límites de la empresa, abriendo la puerta a una destitución posible, con su frase, inequívoca en lo esencial aunque su enunciación se mantuvo enigmática: “Sí, falta algo”.

Leyendo estos pasajes, uno no puede dejar de pensar en otros testimonios que dio Lacan en su clínica de la mayor disponibilidad, basada en una docilidad a lo real que se pone en juego en la singularidad de cada caso, como por ejemplo en el tratamiento que dio a la siempre difícil demanda de su paciente mística, Marie de la Trinité. Un ejemplo más de una toma de posición analítica singular frente a una exigencia que revestía algo del sin límite del amor. Ni en uno ni en otro caso, Lacan retrocedió. Lo cual no supuso ceder, todo lo contrario.

 

Domenico Cosenza
NUEVOS EMPRENDIMIENTOS EDITORIALES -2019
Reseñado por Silvia Grases
Portada
La comida y el inconsciente. Psicoanálisis y trastornos alimentarios
 
 

Con la reciente publicación de su libro, La comida y el inconsciente. Psicoanálisis de los trastornos alimentarios en NED ediciones,1 Domenico Cosenza nos introduce en su recorrido de investigación realizado en torno a la anorexia y otras patologías alimentarias, campo en el que opera desde hace más de veinte años. Este libro se funda sobre otro publicado hace unos años y recoge algunos de sus textos. Sin embargo, la obra actual es una construcción inédita y potente que da cuenta de un pasaje fundamental en la investigación del autor. Cosenza recorre las formulaciones teóricas y clínicas construidas bajo el paradigma de las “nuevas formas del síntoma”, pero para servirse de él e ir más allá, guiándonos hacia el trazado de un nuevo paradigma, el de las “patologías del exceso”.

Este nuevo trazado se hace imprescindible al constatar que estamos inmersos en “una nueva época del inconsciente”,2 principio que deviene clave en esta obra y orienta el trabajo del autor. El inconsciente hoy no se manifiesta en la forma de un querer-decir, sino que encarna un goce real, sin sentido. Este goce impide al sujeto un cuestionamiento enigmático de su síntoma, lo que a su vez dificulta el poder articular una demanda así como el inicio de una transferencia simbólica. La localización precisa de estas dificultades y su formalización teórica han guiado el camino del autor, en tanto resultan fundamentales para entender lo que se juega en el rechazo anoréxico. En ese sentido, se ha tratado también de analizar los escollos que dificultan o que llegan a impedir el inicio de una cura analítica, para hacer de ellos un campo fértil del que extraer algunas orientaciones clínicas valiosas.

El cambio de paradigma que se constituye como núcleo central del libro viene motivado por la limitación que se deriva de algunos criterios que subyacen al paradigma de las nuevas formas del síntoma. Por ejemplo, el concepto de egosintonicidad. El autor toma distancia de este concepto que funcionó como uno de los pilares más asumidos bajo el paradigma de las nuevas formas sintomáticas, para afirmar con contundencia que, en lugar de egosintonicidad, lo que encontramos es “un terremoto psíquico”3 en el cuerpo. Porque, en realidad, lo que está en primer plano es el goce en el cuerpo, goce que devasta al sujeto y que se manifiesta como exceso y pérdida de control. En este sentido, la experiencia de la pérdida de control ocupa ahora un lugar central. Cosenza la pone especialmente de manifiesto en su trabajo en torno al binge eating desorder, pero señala que es aislable igualmente en el hipercontrol anoréxico, que atrapa al sujeto y lo lleva a la deriva.

En torno a este núcleo central, la obra se construye en cuatro partes -Síntomas de la civilización contemporánea, La comida como solución excesiva, El núcleo estructural de la anorexia, La anorexia en la infancia y en la adolescencia- que trazan un arco desde las producciones concebidas en relación a las “nuevas formas del síntoma” hasta la emergencia del actual paradigma de “las patologías del exceso”, en torno al cual el autor dibuja diversas líneas de apertura. Bajo esta nueva perspectiva, podemos situar algunas de las coordenadas que atraviesan el libro:

- Una refundación de la clínica de la anorexia y la bulimia, o bien de las patologías del exceso -teniendo en cuenta que tal exceso es también posible por la vía de la privación, como en el caso de la anorexia- fundada en torno a dos orientaciones fundamentales: la estructura subjetiva y la singularidad del caso.

- Dos pilares que el autor extrae de la lectura de la anorexia en Lacan: el rechazo y el objeto nada.

 

  • La aparición de un “cuarto paradigma de Lacan sobre la anorexia”,4 que Cosenza aporta de forma inédita en esta obra y que se suma a su trabajo sobre los tres anteriores: el rechazo del inconsciente. Se trata de una formulación específica, más allá de todo el trabajo desarrollado anteriormente por el autor, quien precisamente desplegó en su tesis doctoral y de forma muy precisa cuatro declinaciones posibles del rechazo en la anorexia. Pero en este caso, se trata del rechazo del inconsciente como momento paradigmático extraído de la lectura de Lacan sobre la anorexia.

 

  • Las indicaciones sobre el tratamiento de la anorexia orientado analíticamente se analizan en función de la distinción de unos tiempos lógicos, identificables en el curso del tratamiento.

Entre las cuestiones que se derivan de considerar los trastornos alimentarios a la luz de este nuevo paradigma, encontramos una interesante observación de Cosenza que permite ver hacia dónde se relanza su investigación hoy. Se trata de que la maquinaria del fantasma permite convertir el goce que habita el cuerpo en pulsión. Sin embargo, en las patologías del exceso aparece un impasse ahí donde debía darse esta operación. Por tanto, esta clínica se desarrolla precisamente en torno al impasse de esta operación transformadora.

1 Cosenza, Domenico. La comida y el inconsciente. Psicoanálisis de los trastornos alimentarios. Colección Psicoanálisis/Serie Lacaniana, dirigida por Enric Berenguer. NED ediciones, Barcelona, 2019.

2 Íbid., pp. 18-19.

3 Íbid., p. 240.

4 Íbid., p. 22.

 

Eric Laurent, François Ansermet, Marcelo Barros, Gerardo Battista, Guillermo Belaga, Enric Berenguer, Mirta Berkoff, Gustavo Dessal, Romildo do Rêgo Barros, Fabián Fanjwaks, Marco Focchi, Darío Galante, Alejandra Loray, Marcela Ana Negro, Silvia Salma
GRAMA EDICIONES - 2019
Reseñado por Marcela Ana Negro y Gerardo Battista (Compiladores)
Portada
Incidencias clínicas de la carencia paterna. ¿Cómo se analiza hoy?
 

Este libro es el resultado de un estado de investigación -en vías de realización por parte de los compiladores- surgida a partir de las presentaciones clínicas actuales y los desafíos que plantea a la práctica analítica.

Se organiza a partir de tres interrogantes:

. ¿La psicopatología en la época de la caída del Nombre-del-Padre amplía el binario clásico neurosis-psicosis? ¿Al binario clásico debemos sumarle la carencia paterna y el compensatory make believe del Nombre-del-Padre, siendo un partenaire invariante, en ambos tipos de funcionamientos, el deseo materno ilimitado?

. ¿Qué clínica deriva de las soluciones no-típicas”?

. ¿Cuál es la posición conveniente a un analista ante la forma actual de la transferencia que tiende a un debilitamiento del SsS?

No se trata de una recopilación de artículos, busca ser –como bien señala el título del Prólogo– una invitación a la conversación con otros analistas. Cada apartado fue cuidadosamente establecido a partir de la selección de una determinada puntuación de las enseñanzas vertidas por Eric Laurent en la entrevista que se halla publicada en el primer capítulo del libro. Siguiendo en ello la orientación de Jacques-Alain Miller, quien propone buscar herramientas que permitan entender estos casos, se encaminó la labor de cernir qué impasses produce el debilitamiento del Nombre-del-Padre, qué orden adviene en el lugar de esa carencia, qué tipo de soluciones se buscan ante Φ0, qué soluciones se perfilan por el lado de la madre; en síntesis: cómo se las arregla el sujeto contemporáneo cuando no encuentra una solución al goce vía el síntoma y cuál es la posición conveniente de un analista para hacer existir la relación simbólica.

 

 

Jordi Solé (coord..), Susana Brignoni, José R. Ubieto, Beronika Gómez, Francesc Frigola y Asun Pié
NUEVOS EMPRENDIMIENTOS EDITORIALES - 2019
Reseñado por Pepa Freiría
PortadaFamilias de acogida. Respuestas al desamparo

La lectura de este libro, de reciente aparición, nos pone sobre la pista de un tema tan desconocido como difícil de abordar: el acogimiento familiar en una de sus formas contemporáneas, es decir, como medida legislada y reglamentada de protección a la infancia y la adolescencia.

Su título sitúa a las familias de acogida como el elemento principal, pero al leer los diferentes textos se comprueba que otros elementos esenciales (la familia como concepto y en su variedad de formas actuales, el niño y sus síntomas, los profesionales, el sistema de protección) no han quedado desenfocados.

Los diversos abordajes que encontramos se pueden disponer en tres perspectivas: la sociológica, la clínica (orientada por el psicoanálisis) y la testimonial. Aunque a priori parecen no dialogar, bordean cuestiones comunes, lo que pone en evidencia que los autores comparten una amplia experiencia de actuación y reflexión sobre este campo.

Si una de las metas del libro es hacer llegar de manera exhaustiva la cantidad de variables que se combinan en un acogimiento familiar, en familia extensa o en familia ajena, diferenciándolo de lo que supone una adopción, eso se cumple.

También se cumple una tarea de ubicación de los entresijos del sistema de protección a la infancia y la adolescencia, sus paradojas y sus límites, cuyo ejemplo prínceps sería la doble función que deben sostener los profesionales, de apoyo y control de las familias de acogida. Puede advertirse una preocupación particular acerca de los márgenes de actuación que el propio sistema permite.

¿Cómo abordar el trabajo con las familias sin caer en posiciones omnipotentes, de capacidad re-educativa, de sentirse experto, cómo manejarse entre los criterios técnicos contrastados, la lógica de los protocolos y los juicios o prejuicios propios, cómo trabajar sin apoyarse en una lógica psico-socio-educativa?

La modalidad de la pregunta es una constante, ética, en los textos, que nos invita a la reflexión.

Encontramos algunas respuestas que sitúan las posibilidades de intervención, dentro de lo que suponen los procedimientos, en el tiempo de los estudios de las familias y en el del seguimiento de los acogimientos una vez constituidos.

Las propuestas desde el psicoanálisis nos orientan en la dirección de forzar, en el tiempo de estudio, la apertura de una perspectiva clínica, lo que supone comprometer a cada sujeto en relación a su acto, interrogando su deseo de acoger.

En el seguimiento, la dimensión clínica se presenta como algo por lo que los profesionales han de velar, abriendo la pregunta sobre qué es lo que hay que seguir en cada caso.

Ubicar las familias de acogida en dialéctica con un conjunto diferencial de posibles respuestas al desamparo, como propone la segunda parte del título, nos ofrece un matiz muy interesante.

Por un lado, sitúa el acogimiento y las familias que lo practican como un fenómeno social vinculado a un síntoma, a una falla de la propia estructura familiar en su función esencial de regulación y sostén. En ese sentido, se podría decir que hay familias de acogida en la medida en que hay niños desamparados, desatendidos, despreciados, rechazados, maltratados… dentro de su propia familia.

Tal vez sea este uno de los puntos de mayor dificultad. Se puede leer el libro siguiendo el hilo de un interrogante que no deja de abrirse en este campo y en cada uno de los textos: ¿cómo pensar la función de una familia de acogida?

Y aun más ¿cómo pensarla anudándola a la presencia de la familia biológica del niño y a las causas del desamparo?

Por otro lado, pluralizar las respuestas abre un campo de trabajo por fuera de los límites de toda tentativa de carácter universal, de decir de una vez para siempre, qué es un acogimiento familiar. Cada texto, a su manera, incide sobre la idea de que solamente podemos cercar la cuestión apoyándonos en casos reales, en respuestas que se dieron o no se dieron, que se encarnaron y que produjeron sus efectos. Hay unanimidad en la idea de que el mayor riesgo por el que se debe velar es el de que se pierda la singularidad de un caso, de cada caso.

El último texto, testimonio de una experiencia vivida, no deja lugar a dudas sobre la complejidad de los acogimientos. El factor que se coloca ahí en primer plano, como núcleo conflictivo, es el de las relaciones de las familias con la institución y los profesionales. En el macro-sistema de protección a la infancia y la adolescencia, la transferencia -cuestión de lazos y de confianza-, tal como nos enseña el psicoanálisis, es la sustancia en la que se cuecen los asuntos. El profesional debe saberlo y operar con ello, porque las dificultades están garantizadas.

Para terminar, unas palabras sobre el verdadero protagonista de la historia, sobre ese sujeto de pleno derecho que es el niño que accede a una medida de protección como el acogimiento familiar. Encontramos en el libro el rastro de una pregunta fundamental que difícilmente se abre en este campo, lleno de evidencias: ¿De qué hay que protegerle?

El psicoanálisis subvierte la cuestión, planteando una separación entre el niño y ese significante de desamparo. La propuesta que encontramos es la de forzar, también ahí, una dimensión clínica que comprometa al propio niño a través de sus palabras y sus síntomas. Esa es la vía más directa de acceso a las mínimas claves que podrán orientar a familias y profesionales sobre su función.

 

 

Gustavo Dessal
INTERZONA EDITORA S.A. - 2018
Reseñado por Gacriela Esebbag
PortadaAcerca de El Caso Anne    

 

Escribir sobre esta obra supone pasar por alto el primer impulso: decir solamente ¡Leed este libro! Y reducir la reseña a invitar a la lectura del libro mismo.

Evidentemente, no es posible y después de darle vueltas a qué destacar de un libro profundo y bello, después de dudar sobre en qué punto centrar la mirada para contar algo de lo que me produjo la lectura, encuentro que quizás la mirada pueda posarse en cómo el libro muestra los poderes de la palabra y la palanca de la transferencia.

Gustavo Dessal escribe sobre el encuentro de una paciente con un analista. Sitúa este encuentro en Estados Unidos. El Dr. Palmer, nuestro analista, recibe a unos pacientes que han tenido problemas con la Justicia y el juez supone que padecen algún tipo de trastorno mental.

El caso Anne, que da nombre al libro, es el caso que va a atravesar toda la obra, en la que aparecerán también otros pacientes, otros trastornados, seres que encontrarán un lugar donde hablar de su dolor de existir, de la manera loca en que se han enfrentado al vacío.

El libro atrapa y tiene un ritmo vertiginoso. Vemos a Anne y también la posición del analista, cómo modula las intervenciones, cómo presta su presencia, cómo se instala la transferencia y cómo el psicoanalista puede soportarla.

La novedad de esta obra es que su personaje es un analista lacaniano. Y, más novedoso aún, es que el psicoanalista nos muestra con todo detalle su manera de intervenir, sus silencios, las palabras que dirige con más o menos énfasis. La escritura logra situarte al lado mismo de los personajes, escuchar al analista frente a un sujeto desgarrado, hundido en el dolor. Casi como si estuviéramos ahí, asistimos al desarrollo del discurso de la locura, cómo la paciente habla y cómo a partir de este diálogo particular ella puede dar forma a su delirio y construir una solución, loca por cierto, pero una solución que le va a permitir tener una vida, vincularse con otros, soportar la existencia. Vemos con toda claridad cómo él presta su presencia, se hace escriba, secretario, testigo del discurso de Anne. Sorprende la valentía de este libro al mostrar de una manera tan clara las distintas formas de intervención del analista.

Y también presenta al propio analista en sus dudas, sus vacilaciones, sus temores frente a su propio acto. Nos muestra ese grado de incertidumbre que aparece cuando interviene, corta, reafirma, propone, silencia. Revela al analista que recibe al paciente en una institución. Y a ese mismo analista que se presta a leer los mails que su paciente le escribe, a recibir las llamadas nocturnas de este ser desesperado.

A la vez, seguimos al Dr. Palmer en el camino que cada sujeto que deviene analista hace: el dolor, (“sufrí un colapso tremendo, y la tristeza me invadió de tal modo….El psiquiatra …me ofreció tumbarme en el diván y navegar en las corrientes de las asociaciones y las fantasías”), el encuentro con el analista, su propio análisis, su formación. Y su soledad, la soledad del acto y, también la búsqueda del encuentro con otros para hablar de los pacientes, estudiar y transmitir la teoría.

Puedo afirmar que lo sorprendente de El caso Anne es ¡cómo nos sorprende! Siendo analistas no deja de apasionarnos el giro de los acontecimientos, no deja de admirarnos los efectos del tratamiento, la construcción delirante que la paciente hace y que le permite pacificar su vida.

Lecciones para sobrevivir a la noche más larga

Hay otras voces en el libro, las voces de los supervivientes del Holocausto.

Yo conocí el lugar donde se acaban las palabras”, se dice la madre de Anne, que decidió callar para siempre. “El silencio se impuso con la misma arbitrariedad que todo lo anterior”.

La aparición de estas voces en la novela nos sobrecoge, nos confronta con el límite, ya no de las palabras, sino de lo humano mismo.

La presencia del Holocausto, sus efectos en la locura de Anne, me hace pensar algo que señalé al principio: si bien el libro trata de los poderes de la palabra y de la transferencia, es también una advertencia sobre la potencia de la pulsión de muerte. Nos enfrenta a la locura que puede anidar en la humanidad. Nos recuerda que puede reinar el silencio, por el puro exterminio de los seres hablantes.

El caso Anne es una gran herramienta de transmisión: enseña sobre la locura y su tratamiento.

Y sobre la locura de los hombres, aquella que es devastadora y de la cual tenemos que estar muy advertidos.

Hoy, quizás, más que nunca

 

 

Araceli Fuentes
Colección de Orientación Lacaniana, Editorial Gedisa, 2016
Reseñado por Alejandro Velázquez
PortadaEl misterio del cuerpo hablante
El pasado jueves, 7 de abril de 2016, la Biblioteca del Campo Freudiano en Barcelona organizó la presentación del libro de Araceli Fuentes El misterio del cuerpo hablante.
El acto fue presentado por Lidia Ramírez, directora de la BCFB, quien señaló que se trataba de un libro oportuno y esperado. Oportuno porque nos conecta con el tema del próximo congreso de la AMP y esperado desde que escuchamos las enseñanzas del pase que Araceli Fuentes nos transmitió entre 2010 y 2013, años en que fue AE. Añadió que aunque en el título aparezca la palabra misterio no es un libro misterioso, sino que arroja luz sobre conceptos de la teoría psicoanalítica muy difíciles y lo hace sin ningún ideal de claridad sino mostrando las dificultades, las formas de abordarlas, los caminos por donde ha transitado y hasta donde ha llegado en su experiencia como analizante y como analista de la escuela.
Lidia Ramírez presentó a la autora, Araceli Fuentes, y a los lectores del libro, Miquel Bassols, presidente de la AMP y Enric Berenguer, psicoanalista y prologuista del libro.
Enric Berenguer, anunció que este libro inaugura la Colección de Psicoanálisis de Orientación Lacaniana de la editorial Gedisa, colección que considera un efecto de años del establecimiento del Campo Freudiano en España que están dejando enseñanzas e investigaciones que merecen ser recogidas en forma de libro.
Precisó, que la investigación del psicoanálisis es siempre de lo singular, consecuencia de un análisis que no deja de tener repercusiones epistémicas que hacen avanzar al psicoanálisis con las aportaciones del uno por uno.
El texto, tiene una virtud que es la del AE que no se limita solo a contar su propia experiencia sino que asume la responsabilidad de hacer avanzar la teoría del análisis para todos.
Es un libro ameno ya que toma el compromiso de comentar los dichos y enunciados, sobre el cuerpo de Jacques Lacan y Jaques-Alain Miller para discutirlos y comentarlos con aportaciones clínicas, que van desde la práctica en un Centro de Psicoanálisis Aplicado en Madrid CPA-M, hasta la práctica privada, donde lo que está en juego es una enseñanza.
El misterio del cuerpo hablante parecería que sigue siendo un misterio para Araceli Fuentes por lo que cada lector tendrá que encontrar la respuesta singular en su propia lectura ya que hay algo de lo irreductible en el libro.
Las referencias al cuerpo en Lacan se desgranan por toda la enseñanza que contiene este libro y que son múltiples, el cuerpo imaginario del estadio del espejo, el cuerpo simbólico y la dimensión de un cuerpo real en relación a un goce opaco. El libro hace el recorrido por el último Lacan pero no sin los otros momentos de su enseñanza ya que a Lacan hay que pensarlo en su conjunto.
Al final del recorrido por los capítulos del libro, Araceli nos lleva a su propia experiencia de análisis donde nos muestra que ese “hacerse un cuerpo” es también “hacerse un síntoma” en el sentido de que solo el síntoma es capaz de anudar ese goce opaco con la dimensión de lo imaginario y lo simbólico donde aparece “el empuje a decir”.
Finalizó su intervención diciendo, que la resolución del misterio del cuerpo hablante pasaría por la nominación, por el nombrar, sin pasar más por la cuestión neurótica del “empuje a decir”, como nos enseña Araceli en los testimonios de su pase contenidos en el libro.
Miquel Bassols, agradeció a la autora y a la BCFB la invitación como lector para decir como este libro está en estrecha relación con el próximo Congreso de la Asociación Mundial de Psicoanálisis de la AMP.
Comentó lo fundamental que resulta la investigación de un tema donde la causa del deseo está en juego, no sin un riesgo que hay que subrayar y valorar, ya que Araceli decidió tomar ese riesgo para exponer lo más íntimo de su experiencia como analizante, mostrando que en el campo epistémico del psicoanálisis no podemos tomar el saber teórico de los conceptos por sí mismos, ya que no hay un saber teórico del psicoanálisis, incluso no hay teoría del psicoanálisis.
La primera frase del libro con la que se encuentra el lector en el Prefacio es un entrada, un golpe para cualquier lector que venga con una idea teórica ya que Araceli escribe “La razón por la que he podido escribir este libro es porque mi cuerpo está incluido en él”, frase fuerte que marca el recorrido de todo el libro.
Es un libro testimonio que incluye al cuerpo, no el imaginario, ni el simbólico, incluye algo de lo real del cuerpo, incluye al cuerpo hablante, al misterio del cuerpo hablante.
En el libro también encontramos el real imposible de escribir para el cual Araceli halla la manera de nombrarlo, que ya no es más el síntoma, es el sinthome que será “el relieve de la voz” que es el término sobre el cual se construyen las variaciones Goldberg de Araceli, referencia musical que toma la autora y que vendrían a ser una sinestesia, un fenómeno de cuerpo y operación de lenguaje.
Miquel Bassols acabó definiendo el libro como una operación de escritura en el cuerpo o de escritura del cuerpo en el libro.
Por último, Araceli Fuentes, agradeció, con su particular voz, la invitación de la BCFB y las intervenciones de cada uno de los colegas que tomaron un punto que abre nuevas vías en su investigación que no deja de no escribirse. Considera que la elección de escribir el libro fue una elección forzada que tuvo que ordenar por lo que agradece la ayuda de Vicente Palomera para organizar la producción del libro.
Recordó que para ella el cuerpo siempre fue materia de investigación desde antes de iniciar el análisis, en el principio del mismo donde aparece la holofrase ¡Aysisumadrelaviera!”, durante el análisis y hasta el final con “el relieve de la voz”. Texto que apareció en un sueño del final de su análisis y que solo después de haber pasado un año de ser nombrada como AE pudo leer.
Concluyó su intervención, con una perla, diciendo: “Soy una escriba de mi síntoma por la autorización que un AE se da para escribir su propio caso”.
La presentación terminó con un animado público que preguntó, comentó y agradeció el trabajo de la autora, una mesa entusiasta y una AE elocuente que concluyó con la frase con la que inicia el libro y que fue muy comentada.
Vilma Coccoz (compiladora)
Gramma Ediciones, Serie Praxia, Buenos Aires, 2014
Reseñado por Irene Domínguez
PortadaLa práctica lacaniana en instituciones I
“La práctica lacaniana en instituciones I” reúne presentaciones y debates sostenidos por cuatro psicoanalistas que fueron invitados en el marco de un ciclo dedicado a ahondar en la experiencia del psicoanálisis lacaniano en instituciones, organizado por un entusiasta equipo formado por personas del Departamento de Psicoanálisis con Niños del NUCEP y en colaboración con el espacio del Psicoanálisis con niños de la sede de Madrid de la ELP, cuya compilación corrió a cargo de la psicoanalista Vilma Coccoz.
Se estructura en cuatro partes. Cada una de ellas consta de las presentaciones y debate posterior con cuatro invitados de largo y reconocido recorrido en el ámbito de las instituciones lacanianas. En orden de aparición, Daniel Roy que habla de la experiencia en el taller Crecer sin Padres en orfanatos de Bulgaria, Bruno de Halleux, director de la Antenne 110 en Bélgica, Bernard Seynhaeve, director de Le Courtil también en Bélgica y Philippe Lacadée, director de la Demi-Lune en Burdeos (Francia).
Cada cual con su particular estilo lleva a cabo su presentación. En éstas tratan temas diversos en torno a la clínica con niños y jóvenes, así como aspectos del trabajo que se hace, en cada institución, a partir de la clínica entre varios.
En este libro se puede constatar muy bien el modo en que los psicoanalistas lacanianos transmiten las enseñanzas de Freud y Lacan: presentaciones vivas que abordan aspectos específicos y proponen preguntas para pensar la clínica, plagadas de ejemplos clínicos, viñetas, anécdotas, en donde cada uno de ellos da cuenta de su posición analizante, de su sorpresa, de su modo de dejarse enseñar por los niños y jóvenes… Además, ningún invitado escatima la ocasión de testimoniar sobre el deseo que lo habita, sobre ese trozo no anónimo que los eligió para el desarrollo de sus tareas y funciones. De alguna manera nos ofrecen algo de su ser de niño, de su propio traumatismo.
Este libro es también un testimonio de la naturaleza del saber en el psicoanálisis lacaniano, puesto que se trata más bien de un saber-hacer. A la vez que escurre siempre el bulto a la pesadumbre del saber constituido, es riguroso e hiper-preciso y esto lo consigue dando cuenta, en acto, del caso por caso. Es así, con lo que dicen sobre lo que les pasa, o lo que hacen e inventan Nathalie, Gabriel, Hamza, Anna, Éva, Lucie… y muchos más, uno por uno, que el psicoanálisis –igual que hicieron Freud y Lacan- sigue interrogando sus fundamentos para volverse a pensar, una y otra vez.
Porque no hay sujeto sin Otro este libro propone el lugar y la función de una institución lacaniana, no como un edificio o un servicio regulado por las necesidades del Amo, sino más bien como un discurso. Un discurso vivo siempre presto a agujerear y descompletar al Otro para poder acoger a cada sujeto en su singularidad. Ese acogimiento, lejos de ser un acto pasivo, es el inicio para cada niño de una aventura que participa, sin duda alguna, de su advenimiento como sujetos. No retroceder ante lo real, no tenerle miedo a las palabras ni a la agitación del cuerpo, hacer un uso cotidiano y ágil de los semblantes, aprender a saber no saber… permite que muchos de estos niños encuentren su modo singular de establecer un lazo.
En las decenas de viñetas relatadas se puede ver cómo el psicoanálisis lacaniano trabaja con el sujeto a partir del objeto; tanto del objeto que es el niño, como de la promoción de la constitución de sus objetos propios, tarea fundamental para tratar las frecuentes invasiones de goce con las que se presentan. Así, entre varios, cada cual con su estilo oferta la posibilidad de contribuir a un encuentro que posibilite a estos niños y jóvenes hacer uso de herramientas para hacerse un cuerpo, que nunca pasan por fórmulas estandarizadas.
A este festín están invitados los poetas, más que los científicos y sus nomenclaturas. Daniel Roy nos trae la cita de Lacan en su homenaje a Lewis Carroll: “que sólo una vez se atraviesa una puerta de nuestra talla”, y Philippe Lacadée no pierde la ocasión de traernos a Rimbaud “apremiado por encontrar el lugar y la fórmula” para dar cuenta del privilegiado momento que conlleva la adolescencia. Y es que el niño como el joven, en tanto parlêtres, son seres habitados por eso tan extraño que es la lengua.
El trabajo en instituciones lacanianas produce encuentros que tienen efectos. Sin duda efectos en los sujetos que acuden a ellas, pero también, y no menos importante, en sus participantes, esos analizantes civilizados que integran nuestra clínica entre-varios.
Este libro es una herramienta muy útil para la clínica lacaniana en sentido amplio –no solamente para el trabajo institucional-, puesto que en sus páginas, los conceptos de la última enseñanza de Lacan cobran vida propia: la materialidad de la lalengua, la dimensión del acto, los tiempos para acoger, la clínica de los bordes, la invención, los empalmes, los modos de hacerse un cuerpo. En definitiva, su lectura constituye una verdadera enseñanza, viva, alegre y divertida, a la vez que nos muestra experiencias privilegiadas de la clínica de lo real.
Antoni Vicens
Editorial Unsam, Serie Tyché, Buenos Aires, 2013
Reseñado por Laura Canedo
PortadaLenta, precipitadamente: una experiencia psicoanalítica
Con este título poético con el que Antoni Vicens encabeza su libro: Lenta, precipitadamente, nos adentramos efectivamente con lo que fue una experiencia psicoanalítica. Una, la suya, absolutamente singular. Se trata de un título que nos habla del ritmo de lo que fue su análisis llevado hasta su fin. Pero desde entonces, desde que acabó su análisis, ha pasado un tiempo, y este es un producto del postanalítico.

Así, en un estilo casi novelado, poético incluso, trasmite con una escritura clara la compleja lógica de un análisis. Encontramos en él fragmentos reescritos de algunos de sus testimonios en el ejercicio de su función como Analista de la Escuela (2008-2011), reordenados en ocasión de esta edición. Pero encontramos también lo que queda como resto inanalizable de esa experiencia pasada que fue su análisis, así como de su pase y de su trabajo durante años de testimonio como AE. El libro va entonces más allá del Pase, e incluye ese resto que, aun siendo sin remedio, muestra en un discurso sin queja y sin abandono. Este interesante trabajo es ya, en sí mismo, un hacer con ese resto para aquel que por el análisis aceptó aprender a escribir a condición de aprender a leer su síntoma. El autor da cuenta en acto de su entrega a la escritura como ejercicio que trasmuta los síntomas a partir de la lectura de su lógica, de su desciframiento.

Si lenta, precipitadamente cursó la experiencia psicoanalítica, el libro invierte este ritmo. Nos convoca de entrada con la frase que se precipitó tras ese lento camino en el que, como él dice: “conocí trabajos forzados, travesías del desierto, estancias en islas robinsonianas, abandonos al borde del camino” (p. 29).

“La vida, ella me ama”, podría haber sido otro título de esta obra. Una frase absurda, vagamente delirante, que, a modo de precipitado, condensa el saber extraído, lentamente, de la pasión de la ignorancia. Una frase que, de forma fulgurante, rescata al sujeto de la muerte y el odio, atrapándolo a la vida y al amor; que lo desanuda de la obsesión tenaz, precipitándolo en un nuevo pacto con la vida. Esta frase, viático de su última sesión, regida por la ley de la lalangue, es para el sujeto un nuevo síntoma al que incorporarse.
A partir de esta frase, un sueño edípico ligado a la representación de la escena primitiva ocupa el lugar central. Se trata del sueño con el que inicia su primera experiencia analítica, y del que extrae laboriosamente toda su lógica, volviendo a él de forma novedosa, entregándose a su lectura. Descifra ahí la forma en que tomó consistencia la mirada que fijó su deseo. Toma la escena de ese sueño como interpretación que cristaliza su condena a desaparecer en el agujero y las tinieblas, matriz de su fuerte inhibición, de su angustia. Un sueño que lo interpreta, y a cuya lectura rigurosa se entrega, hasta extraer la forma fundamental del objeto a, una voz imperativa en la que tras un “¡Vete!”, aparece su reverso que fue siempre un “¡No te vayas!”. Es así como podrá trasmutar esa demanda en demanda de amor, encontrar la puerta de salida del análisis y el comienzo de un nuevo goce revestido por un nuevo amor, un amor que aprendió como una lengua extranjera.

Se trata de un trabajo de artesano con la lalangue, no sin transformación de su materia, el goce. Antoni Vicens toma el ejercicio de escritura como política de Escuela, encontrando una buena manera de dar forma a su “saber hacer con” también en el postanalítico. Un libro realmente interesante para hacer un trabajo de Escuela. Laura Canedo
José Ramón Ubieto
Laboratorio de Educación Social, Ed. UOC, Barcelona, 2014
Reseñado por Lidia Ramírez
PortadaTDAH: Hablar con el cuerpo
Situado desde la perspectiva de la orientación lacaniana según la cual los seres humanos, como seres de lenguaje, hablamos con el cuerpo, José Ramón Ubieto nos introduce en lo que ya podemos llamar el fenómeno del Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH), haciendo un análisis exhaustivo tanto desde las coordenadas de la época en la que tal fenómeno se produce, como analizando y cuestionando los conceptos que lo sostienen: trastorno, déficit, atención; así como alertando de un ideal científico bajo el que la salud mental ha entrado en el campo del marketing.

En la época que vivimos el uso que hacemos del tiempo está dominado por la prisa y por un tiempo que “no contempla la espera ni el tiempo de comprender”. Se trata de un "tiempo hiperactivo" al que responde “un cuerpo hiperactivo que corre sin parar para evitar la pérdida de tiempo". En esta carrera el vínculo social se modifica y el cuerpo que hacía buena pareja con las palabras, se desanuda, encontrándose con dificultades para regular lo que lo agita.

Desde hace un tiempo asistimos a la emergencia de diagnósticos en el campo escolar que funcionan como un "cajón de sastre" en el que se incluyen no sólo los casos más graves sino también rasgos sobre los que no está tan claro discernir qué pertenece a lo inacabado del niño, y qué al campo de la salud mental.

El abordaje científico que nos plantea el autor partiendo de cómo se originó este trastorno, pasa por analizar los “criterios diagnósticos”, los “instrumentos de diagnostico”, los “estudios neurobiológicos”, la “genética”, la “comorbilidad” y finalmente el marketing. ¿Cómo podemos explicarnos un aumento tan desproporcionado de diagnósticos en la infancia, sino es por el incremento consecuente de la venta de fármacos para su tratamiento? Las consecuencias para la consideración de la infancia las plantea Ubieto de la mano del Dr. Conners, uno de los investigadores del TDAH más reconocido a nivel mundial, quien en una entrevista en el New York Times calificó el aumento de niños diagnosticados no como una buena noticia, sino como "un desastre nacional de proporciones peligrosas".

El abordaje terapéutico que propone este libro, incluye el “tratamiento farmacológico”, los “límites y las posibilidades de los estimulantes”, así como la propuesta de su autor: un cuidado máximo con el uso de la medicación en la infancia, una escucha que contemple las formes particulares como los niños responden a sus malestares, el trabajo con los padres y el trabajo en red con los profesionales del trabajo social, de la educación y de la salud mental, es decir, con los otros que forman parte de la red del niño.

Si el libro comienza analizando el uso del tiempo en la época actual, concluye con la pregunta "¿cómo darse el tiempo para escuchar a los niños y a los adolescentes?" que diagnosticados como hiperactivos corren el riesgo de quedar ocultos bajo el nombre de un déficit “con el cual difícilmente lograrán un vínculo social no segregativo".

Encontramos en este libro los argumentos necesarios con los que responder a una forma de tratamiento de la infancia que no compartimos porque considera al niño no como alguien que trae al mundo un proyecto inédito, sino como alguien a evaluar, cuanto antes, mejor.
Gerardo Arenas (compilador)
Grama ediciones, Buenos aires, 2013.
Reseñado por Gabriela Galarraga
PortadaSutilezas. Consecuencias de la última enseñanza de lacan.
Este libro es la transcripción de un debate sostenido en la Escuela de Orientación Lacaniana, a lo largo de varias noches y a partir de la lectura minuciosa del Curso Sutilezas Analíticas (Paidós, 2011) dictado por Jacques-Alain Miller en 2008-2009.

En una propuesta y formato muy interesante, no se trata meramente de los trabajos de lectura presentados por los participantes, sino que cuenta con la discusión posterior a su lectura, con sus comentarios, preguntas y aportes de una audiencia muy dispuesta al debate. Es así como lo señala su compilador, Gerardo Arenas, al decir que “el presente libro tiene sin duda mucho más que diez autores”. Gerardo Arenas es psicoanalista y físico. Ha publicado Estructura lógica de la interpretación (Atuel, 1998), Usos de la interpretación en las psicosis (libro digital, Russell, 2001), En busca de lo singular. El primer proyecto de Lacan y el giro de los setenta (Grama, 2010), y La flecha de Eros (Grama, 2012).

En el curso Sutilezas Analíticas, Miller invita a pensar la praxis que se deduce de la última enseñanza de Lacan, a revisar sus fundamentos, su orientación, sus efectos.

El título del curso alude al escrito de Freud La sutileza de un acto fallido, pero parte de una inquietud de Pascal: ¿por qué alguien hábil en asuntos de lógica puede no tener talento para las relaciones sociales y recíprocamente? A lo que Pascal responde: Porque los problemas lógicos se resuelven mediante la demostración, mientras que las relaciones humanas dependen de cuestiones de sutileza.

Algo que se juega dentro del psicoanálisis: el espíritu de demostración y el de sutileza. El término sutileza designa el modo de aprehender lo singular. La tríada sutileza, saber hacer y singularidad será el eje de este curso.

Los trabajos compilados por Arenas y las discusiones que les siguieron apuntan a poder definir mejor la elaboración de la noción del analista como sinthome. Se trata en definitiva de un trabajo de Escuela: el repensar muchas cuestiones a la luz de la última enseñanza de Lacan.

De ahí que inicialmente se plantearan diez preguntas, que delinean algunas rutas por las cuales transita el debate.

La primera es sobre la relación que hay entre la novedosa orientación por lo singular y la conocida orientación por lo real.

La segunda es cómo incide la última enseñanza de Lacan sobre el deseo del analista cuando este se define en términos de lo singular.

Frente al goce diferenciado de lo real, ¿qué consecuencias tiene esto sobre el goce y sobre lo real?

La cuarta pregunta candente: ¿qué significa en la práctica un analista sinthome? ¿Qué implicancias tiene esto sobre la lógica y sobre la dirección de la cura?

En Sutilezas analíticas Miller indica que el campo de lo real debe dividirse en dos: un real imposible, universal y negativo, y otro real contingente, singular y positivo. ¿Qué real corresponde al psicoanálisis? ¿Cuál es el real propio del psicoanálisis?

En séptimo lugar, si según Miller los presupuestos del pase del 67 deben ser reconsiderados, evaluados, cuestionados, ¿cómo redefinir el pase en función del sinthome, de la singularidad del parlêtre? A su vez, ¿tiene esto consecuencias sobre el dispositivo del pase? ¿Cómo repensar el pase?

Y por último, si el objetivo del análisis es crear una nueva alianza con el sinthome que permita al parlêtre arreglarse dignamente con él, ¿qué lugar darle al fantasma y a su atravesamiento?

Partiendo de esta ruta de trabajo, Patricio Álvarez, Gabriela Camaly, Alejandro Daumas, Pablo Fridman, Gabriela Grinbaum, Ernesto Sinatra (quien incita a Gerardo Arenas a organizar el debate), Gustavo Stiglitz, Mónica Wons y Luis Erneta, se prestan a dejarse llevar por un camino “sinuoso pero con dirección”.(1)

Como señala Luis Erneta en su Postfacio “La compleja trama desplegada hace, de éste, libro de consulta y no solo de lectura”.(2) 1 VVAA, Sutilezas. Consecuencias de la última enseñanza de lacan, Gerardo Arenas (compilador), Grama ediciones, Buenos aires, 2013, p. 175. 2 Ibíd., p. 175.
Zygmunt Bauman y Gustavo Dessal
Fondo de Cultura Económica, Madrid, 2014.
Reseñado por Javier Peteiro Cartelle
PortadaEl retorno del péndulo.
(Sobre psicoanálisis y el futuro del mundo líquido)
El título es llamativo. Parece aludir a lo cíclico; de la mayor libertad a la máxima seguridad y viceversa. Entre el principio del placer y el de realidad. Siempre en ese malestar en la cultura.
Pero no es exactamente eso, no sólo eso, no es precisamente un tratado sobre la historia repetitiva, sobre el tiempo cíclico, sino más bien una pregunta sobre el presente, que es en realidad lo que siempre, también antes y después, importa, porque es en el presente en donde se encuentra lo eterno.

Es en ese presente de ahora que vivimos con prisa, como si el tiempo faltara, haciendo líquido lo que había sido sólido; es en ese presente de siempre a pesar de los cambios, que seguimos siendo sujetos oscuros para nosotros mismos. El péndulo puede retornar aunque no sea del mismo modo, porque la Historia es una extraña mezcla de tiempo cíclico y lineal.
Nada parece más terrible que la muerte y, sin embargo, la pulsión de muerte parece regir la Historia en buena medida, quebrándose la esperanza filosófica en la razón cuando lo que más nos influye nos es desconocido.

El progreso tecnocientífico alimenta el sueño de avance, de vencer al tiempo mismo; hay quien sueña con la inmortalidad alcanzable científicamente. Y si no es la ciencia, queda la religión como referencia de sentido, pero el libro de Job sigue resonando y con él el poder de lo contingente, de ese azar que nos muestra nuestra soledad, nuestra fragilidad frente a un Deus absconditus, un Deus ludens, o sencillamente frente a un mundo carente de sentido, un universo frío que sólo calla.

El libro sostiene la pregunta sobre nuestra posición en el mundo y lo hace mediante el encuentro de dos sabios. Uno de ellos, Bauman, dedicado a la Sociología, pero influido en buena medida por el psicoanálisis. Otro, Dessal, psicoanalista a quien nada humano le es ajeno y que se interroga sobre ese ser social, político, que es por naturaleza cada sujeto.
Es ese encuentro lo que hace de este libro una obra especialmente fecunda, porque muestra el valor del diálogo en el más bello estilo socrático, pero un diálogo que, a diferencia del puramente filosófico, sabe del no saber, de ese misterio profundo que supone el “ser hablantes”, sabe de lo que por algo es llamado inconsciente y que hace que el hombre sea un lobo… para sí mismo.

A pesar de todo eso o más bien precisamente por ello, el texto no muestra nihilismo sino esperanza porque, querámoslo o no, somos responsables de la propia Historia y parece que el momento reflexivo que brinda el encuentro como seres hablantes es esencial para la decisión ética, lo que nos permite ser propiamente humanos y humanizar el mundo.

El libro es un cántico a lo bueno que propicia la sabia receptividad a la contingencia pues es desde ella que se ha dado un intercambio epistolar, mostrado al final, entre Bauman y Dessal, desde el que se ha construido todo el texto, un hermosísimo texto que facilita que nos situemos, no en la afirmación sino más bien en el interrogante y en la apertura al misterio que nos constituye. Es un libro que nos reconforta ante la angustia y la soledad porque nos indica que si el ser hablantes nos enferma, también en el hablar está la salvación en el mejor de los sentidos.
Serge Cottet
UNSAM, Serie Tyché, Buenos Aires, 2013
Reseñado por Lidia Ramírez
Portada12 estudios freudianos
El orden elegido en la publicación de estos 12 estudios freudianos, nos ha recordado al orden del texto freudiano Nuevas conferencias de introducción al psicoanálisis, sobre todo las tres últimas: “La feminidad”, “Esclarecimientos, aplicaciones, orientaciones” y “Entorno de una cosmovisión”.

Saludamos con mucho gusto la aparición de este libro traducido del francés y prologado por Damasia Amadeo de Freda, y queremos recomendar decididamente su lectura no sólo por su elucidación de la teoría psicoanalítica sino también, porque muestra de qué forma el psicoanálisis ha penetrado el mundo. Nos preguntamos si existe un eje, una dirección hacia la que confluyen esta serie de trabajos.

En “A propósito de la neurosis obsesiva femenina”, Serge Cottet desmonta los clichés que rodean la división histeria igual a mujer, obsesión igual a hombre y apuesta por la consideración de “una clínica de la estructura psíquica que trasciende los géneros” y que permite distinguir claramente la función y el sentido del síntoma, de la observación del comportamiento. Propone dejarse guiar por “el desciframiento del deseo obsesivo en relación al gran Otro” y orientar la dirección de la cura fijándose más en la insatisfacción, que en la reivindicación fálica.

“Soy un cuerpo de oficial”, es un caso de Freud, un caso de psicosis en el que se muestra el interés de Freud por los diagnósticos diferenciales. Al distinguir el mecanismo de la alucinación del de la represión y el sueño como retorno de lo reprimido, de la alucinación como retorno en lo real de lo simbólico rechazado, Freud ha contribuido a la elucidación de las psicosis “alejándolas del paradigma de las formaciones del inconsciente”.

“Un sexto psicoanálisis de Freud: el caso Ferenczi” trata de la correspondencia entre Freud y Ferenczi que Serge Cottet considera “monumento de la historia del psicoanálisis”. A través del “caso Ferenczi” el autor nos muestra los avatares de la comunidad psicoanalítica en sus orígenes y las consecuencias de “lo impensable de la cuestión del padre” que afectó a la sucesión, ya que el modelo en el que Freud pensaba era el de la transmisión padre a hijo.

“Freud analizante” trata del análisis de Freud, de cómo fue trazando una línea divisoria progresiva entre la ciencia y el inconsciente. Fue como psicoanalizante que Freud se hizo analista. El soñó para nosotros, dice Lacan. Tal y como si de una experiencia del pase se tratara hace de “todos nosotros, sus pasadores”.

“El sexo débil de los adolescentes: sexo máquina o mitología del corazón”, pone en primer plano que las difíciles relaciones de los adolescentes con el goce no se explican por el hiperconsumo que el capitalismo ha producido, sino por el vacío de palabras con el que se encuentran en la escena amorosa, vacío que empuja al acto, “allí donde se sitúa la acción, la retórica romántica no corre por las calles”.

“Construcciones y metapsicología del análisis”, es un texto complejo en el que el autor se pregunta, entre otras cosas, si el psicoanálisis es un idealismo. Serge Cottet explica cómo a Freud la construcción se le impone para dejar de alimentar el síntoma una vez comprobado que éste continua su efecto después de ser desvelado. La cuestión que plantea el autor no es una alternativa entre construcción o interpretación, sino una aclaración: el inconsciente no responde a la torpeza del intérprete sino, cuando se lo lee al pie de la letra.

“Refoulament versus répression”, trata de Wilhelm Reich y parece interesar al autor por anticipar con su ‘orgón’, a los objetos a lacanianos.

El estudio que lleva por título “El Inconsciente”, es, desde nuestro punto de vista, el texto meridiano que hace de puente entre la parte clínica y la parte política. En él Serge Cottet manifiesta su posición: “es posible retraducir a Freud a partir de la práctica misma, más que imponerle modelos traídos de disciplinas exteriores”. El inconsciente ya existía antes de Freud, entonces ¿por qué Freud lo considera?, ¿de qué características lo dota?, ¿de qué lo separa?, ¿para qué le sirve?, ¿de qué manera lo modifica la teoría del significante? Todas estas preguntas conducen a una final ¿es un modo de goce o es una verdad?

“Freud y su actualidad en el malestar en la civilización” es la conferencia con la que S. Cottet homenajeó a Freud en la sede de la UNESCO con ocasión del 150 aniversario de su nacimiento. Hay aquí un balance sobre el lugar que tiene el nombre de Freud en la cultura. Si bien Freud no tuvo un reconocimiento de la ciencia en la época que vivió, “el psicoanálisis es hoy esa mirada que la ciencia no puede ver: es ella la observada”. La conclusión y el mensaje del autor es que la existencia del psicoanálisis depende de “la atención que le prestemos al inconsciente” condición de la que responsabiliza a los psicoanalistas.

“Lacan y L' a-Freud” es un homenaje a Lacan —en el aniversario de los 30 años de su muerte— que no deja de ser un tributo a Freud, ya que el autor nos recuerda la frase lacaniana de que si bien el inconsciente es de Lacan, el campo sigue siendo freudiano. El estudio trata de cómo los nuevos significantes de Lacan van tomando posiciones en la doctrina psicoanalítica. Con Lacan cambia radicalmente la consideración de síntoma. No se trata ya de conversión o compromiso, “sino de suplencia a un déficit de goce” y “más allá de la castración Lacan inventa lo real y el agujero”. ¿Qué queda de Freud privado de sus semblantes?, se pregunta el autor, queda “lo real de la clínica casi igual”.

El último de estos 12 estudios, “Tendencias cientistas del psicoanálisis contemporáneo”, es un diálogo que el autor mantiene con aquellos autores que pretenden tomar “los conceptos psicoanalíticos para volverlos compatibles con el vocabulario de las nuevas ciencias […] y proceder a una evaluación”.

Nos preguntábamos al principio de esta reseña, si había un eje alrededor del cual podían organizarse estos artículos de Serge Cottet, en el momento de concluirla nos parece que efectivamente estos trabajos tienen una dirección, van del sentido del síntoma a lo real de la experiencia. Si bien el mundo no ha sido indiferente al psicoanálisis, la continuidad de éste va a depender de cómo los psicoanalistas lo sigamos elucidando de la mejor manera. Este libro es una muy buena contribución a ello.
Jacques-Alain Miller
Paidós, Buenos Aires, 2013
Reseñado por Eduard Gadea
PortadaEl ultimísimo Lacan
Si existe una vulgata lacaniana algunos la atribuirían a los cursos de Jacques-Alain Miller y a su esfuerzo por clarificar la enseñanza de Lacan ante la dificultatd de la ardua lectura directa de los Escritos y de su Seminario. En su curso de 2006-07, que lleva por título El ultimísimo Lacan y que ha sido recientememte publicado por Paidós, Jacques-Alain Miller sin embargo nos advierte desde el inicio que su intención es mantenerse a distancia de la disancia, entendida como la lengua hablada por los que ejercen una misma profesión, y que “tal vez siempre haya mantenido, aunque sin saberlo, esta distancia respecto de la disancia lacaniana. Tal vez este sea el secreto de lo que llaman —me llega desde afuera— mi claridad. Esa claridad que me atribuyen quizá nazca de mi esfuerzo por no dejarme llevar por la disancia de los psicoanalistas, y también porque le dejo su decir a Lacan, la responsabilidad, el rasgo singular de su decir, que se amortigua siempre en la disancia” (pág. 10). Para Miller lo opuesto a la disancia es la lectura al pie de la letra cuando se trata de un texto, el de Lacan, que da testimonio de un repensar, de un remodelamiento de las nociones tratadas que no se beneficia de un sentido de antemano.
Miller inica ese ejercicio de claridad partiendo de un comentario palabra a palabra del útimo texto de Lacan publicado en Otros escritos, el “Prefacio a la edición inglesa del Seminario 11”. Es ahí donde encuentra una nueva formulación lacaniana: el inconsciente real. Aunque Freud quiso introducir la peste en Norteamérica llevándoles la hipótesis del inconsciente, pero el resultado acabó siendo anodino, Lacan no dejó de señalar que existe un acontecimiento Freud puesto que el descubrimiento freudiano introduce un corte en la historia del pensamiento al no poder ubicarse en ninguno de los discursos existentes hasta entonces. Miller sostiene sin embargo que de lo que se trata es de un traumatismo Freud y que Lacan no dejó en toda su enseñanza de trasmitirlo. Lo real, precisamente, es la respuesta sintomática de Lacan al descubrimiento freudiano, como él mismo afirma.
Lacan escribió el “Prefacio a la edición inglesa del Semiario 11” seis días después de haber concluido su Seminario 23, El Sinthome, donde ya en el capítulo 9, “De lo inconsciente a lo real”, apuntaba al inconsciente real, pero no es hasta el “esp de un laps” (así nombra siempre Miller al último texto de Otros escritos”) que afirma: “Cuando […] el espacio de un lapsus ya no tiene ningún alcance de sentido [o interpretación], sólo entonces uno está seguro de estar en el inconsciente”. A partir de esta cita Miller va desgranando un nuevo inconsciente lacaniano que se opone al transferencial de Freud, al de la interpretación, el sentido, la verdad y la historia del sujeto. Ese corte en la enseñanza de Lacan marca para Miller un nuevo periodo de dicha enseñanza que es el que llama TDE, Très dernier enseignement o ultimísima enseñanza de Lacan. Junto al texto ya citado componen ese periodo los Seminarios 24 y 25, l’insu que sait de l’une-bévue s’aile à mourre y El momento de concluir, que anuncia que se publicarán en un solo volumen.
A lo largo del curso Miller irá desgranado los cortes del repensar lacaniano con respecto a los momentos anteriores de su enseñanza, la historia, la verdad, el sentido, el Otro, la topología, el sujeto, la interpretación, el psicoanálisis, a los que opondrá la hystoria, la verdad mentirosa, el sinsentido, el cuerpo, el toro, otra interpretación, los trumains… Todo ello sin dejar de advertir que en esta ultimísima enseñanza no hay estructura, que no encuentra ninguna entrada en ella o que hay demasiadas y que de lo que se trata es de un laberinto, que la dirección consiste en dar vueltas. En los inicios de la enseñanza de Lacan el sujeto demandaba un análisis apremiado por un síntoma y se trataba de descubrir a través de la palabra una verdad oculta que recompusiera su historia. En la TDE “los trumain no saben comportarse a causa de la estructura simbólica, de las escuela de confusión y de perdición que constituye la lengua […] El psicoanálisis existe para intentar que un trumain pueda saber cómo comportarse con el sinthome” (pág. 193).
Domenico Cosenza
Colección Mente, salud, sociedad. Ed. Gredos, 2013
Reseñado por Silvia Grases
PortadaEl muro de la anorexia
El muro de la anorexia es un libro en el que Domenico Cosenza da cuenta de su amplia experiencia en la clínica de la anorexia. Mi primer encuentro con el libro me produjo cierta sorpresa. Fue hace algunos años, al leer el original italiano, Il muro dell’anoressia. Recuerdo haberle preguntado ya entonces al autor sobre la “anoressia vera”, la anorexia verdadera, uno de los conceptos claves, tomado de Carole Dewambrechies-LaSagna, sobre los que pivota el libro. La anorexia verdadera le sirve a Cosenza para devolver la centralidad al concepto de anorexia mental de Lacan, dando vida a un desarrollo teórico y clínico que se muestra original en el libro, y diría que incluso subversivo en relación a los recorridos clínicos y de investigación que yo había conocido hasta entonces en los colegas italianos con los que he compartido interés por el campo de la anorexia.

Este carácter subversivo del libro alcanza al psicoanálisis mismo, cuando Cosenza señala que “el valor paradigmático de la anorexia cuestiona el fundamento mismo de la clínica psicoanalítica clásica” (pág. 20). Es así como el autor nos introduce en la problemática de una clínica compleja y actual, que se plantea, de entrada y con gran consistencia, como un auténtico muro inexpugnable para el clínico. La posición del sujeto anoréxico es, de hecho, impenetrable a la palabra. Es un sujeto sin demanda, ni transferencia: es un sujeto eclipsado del campo de la palabra y del lenguaje. Por ello constituye un auténtico reto para el clínico y para el psicoanálisis en el siglo XXI. En este sentido, y aun teniendo en cuenta que la anorexia posee una especificidad propia, el trabajo que se desarrolla en el libro resulta de especial interés en relación a las manifestaciones sintomáticas actuales en las que el goce del sujeto aparece ya de entrada en primer plano, consistente, irreductible, desconectado del significante.

La estructura del libro nos muestra cómo un cierto espíritu académico, con una primera parte en la que el autor cumple un recorrido detallado por la literatura previa relevante, es animado por una auténtica labor de investigación, en la que Cosenza irá articulando su propio desarrollo en un ejercicio constante de remitir la teoría a la clínica. Este análisis toma la parte central del libro y se nos presentará, en primer lugar, con una descripción precisa de la posición del sujeto anoréxico, en la que el concepto del rechazo ocupa, junto con la angustia, un lugar central. Por ese motivo, el autor dedicará unas páginas fundamentales a la declinación del concepto de rechazo bajo cuatro modalidades, que presenta además, como una rejilla con una función orientadora para el clínico.

Este interés del autor por localizar y trasmitir algunas coordenadas que puedan representar una orientación para el clínico impregna el desarrollo final del libro, que Cosenza dedica a considerar en detalle las operaciones claves en la clínica y las escansiones de la cura. Se trata de un valioso recorrido que apunta como operación fundamental la restitución al sujeto de su angustia. Orientación clave para el analista, que deberá considerar que en la anorexia la rectificación subjetiva no se da a través de la vía simbólica del reconocimiento, sino a través de la vía real de la angustia.
Neus Carbonell e Iván Ruiz
Gredos ELP, Barcelona, 2013
Reseñado por Josep María Panés
PortadaNo todo sobre el autismo
No todo sobre el autismo

No todo sobre el autismo es un libro que responde a una coyuntura muy precisa, que tanto sus autores como Miquel Bassols en su prólogo, sitúan con precisión: el autismo se halla actualmente en el centro de numerosos debates, a nivel social, epistémico, asistencial, político y, especialmente, clínico.
Las razones son muy diversas y se hallan desgranadas en el libro, cubriendo un abanico que va desde las operaciones de marketing de un sector de la industria farmacéutica que, con la promoción de la categoría de espectro autista han logrado ampliar el espacio nosográfico del autismo, hasta los cambios en la relación del sujeto contemporáneo con el goce que, menos articulado al campo del Otro, muestra más su carácter propiamente autístico.
Como entidad clínica, el autismo es objeto de una estrategia de apropiación que tiene muchos aspectos en común con, por ejemplo, lo sucedido con el TDAH. En ambos casos, se trata de movilizar un amplio y difuso argumentario que pretende situar la causa al nivel de un trastorno neurológico de base genética. Los autores señalan, más allá de la apariencia de rigor con la que se presenta y se difunde este discurso, su verdadera condición: un cientificismo que, haciendo semblante del proceder de la verdadera ciencia, se halla al servicio de intereses ideológicos, comerciales y políticos, de los que las sucesivas ediciones del DSM son una de sus máximas expresiones. En este sentido, uno de los muchos aciertos de Neus Carbonell e Iván Ruiz es la elección de las referencias bibliográficas que acompañan el texto y animan al lector a ampliar cada uno de los temas expuestos; en relación a estos puntos, los textos de François Ansermet y Agnés Aflalo que aparecen referenciados son de una gran actualidad y de un indudable interés.
No todo sobre el autismo es un libro que se sitúa claramente en el contexto de este debate, para cuestionar las falacias en las que se sostienen los citados abordajes del autismo pero, sobre todo, para presentar la coherencia del psicoanálisis de orientación lacaniana y la idoneidad clínica del tratamiento que permite ofrecer a los sujetos autistas.
Otro de los indudables aciertos de este libro, dirigido a un amplio público al que no supone conocimientos previos de psicoanálisis, es la claridad con la que presenta una serie de conceptos y articulaciones fundamentales, expuestos las más de las veces con el apoyo de viñetas clínicas procedentes de la práctica de los autores. Como señala Miquel Bassols en el prólogo, “El primer mérito de estas páginas es que saben introducir y acompañar al lector en la lógica de estos tres términos –el sujeto, el Otro y el objeto– con los que el psicoanálisis de orientación lacaniana encuentra un modo de tratar el autismo”.
Y lo hacen -a lo largo de la primera parte del libro: “¿Qué es el autismo?”- apoyándose en los textos fundamentales que han guiado y guían la clínica lacaniana del autismo: desde las aportaciones primeras de Jacques Lacan en “El estadío del espejo” hasta sus últimas elaboraciones, cuya lógica dilucida y expone Jacques-Alain Miller en sus textos e intervenciones más recientes.
Este trípode conceptual –el sujeto, el Otro y el objeto– son la base a partir de la cual Neus Carbonell e Iván Ruiz presentan otros conceptos y nociones de gran aplicabilidad clínica: la distinción entre lenguaje y palabra, la cuestión de la enunciación, la noción de objeto –referida, en particular, a la voz y la mirada– o la construcción del cuerpo imaginario.
Los capítulos en los que son expuestos –siempre en su articulación con la clínica- van acompañados de las referencias a dos psicoanalistas que tienen un papel fundamental en la comprensión del autismo. En primer lugar, Eric Laurent, cuyos textos –en la estela de la obra de Rosine y Robert Lefort– son desde hace años el hilo conductor en torno al que se tejen los avances de la clínica lacaniana del autismo. En segundo lugar, Jean-Claude Maleval quien, a su vez, ha hecho aportaciones muy valiosas: en el ámbito de una lúcida historización de la clínica del autismo, pero también mediante sus propias tesis, que sitúan la importancia crucial del objeto voz y de la cuestión de la enunciación.
La segunda parte del libro –“¿Qué tratamiento para el autismo?”– será leída con gran interés por todas aquellas personas que, de una manera u otra, se hallan en contacto con el día a día de sujetos autistas. Constituye, obviamente, una presentación rigurosa de cómo trabaja un psicoanalista para situarse como un partenaire adecuado para un niño autista, pero las numerosas indicaciones que aporta serán de gran interés para cualquiera –profesional o familiar- que desee acompañar de la buena manera a un sujeto autista. Y ello es así porque lo hace desde una posición ética, consustancial a la orientación lacaniana, y que tiene numerosas implicaciones.
En primer lugar, un profundo respeto al sujeto que, frente a aquello que devino traumático en su encuentro con el Otro, adoptó una posición de rechazo radical de la que no consentirá a desprenderse sino después de un largo proceso. En segundo lugar, y como consecuencia de lo anterior, una manera de proceder que se guía, en todo momento, por aquellas operaciones que el propio sujeto ha producido. En este punto, Neus Carbonell e Iván Ruiz invitan decididamente a desprenderse de los prejuicios que promueven los discursos organicistas sobre el autismo, según los cuales las particularidades del sujeto autista –su rechazo de la voz y/o la mirada del otro, su particular uso de ciertos objetos– serían consecuencia de un supuesto déficit, que habría que compensar mediante procedimientos reeducativos: premios y castigos con los que desalojar al sujeto de esa posición defensiva o forzarle a abandonar dichos objetos.
En las antípodas de esta actitud, los autores exponen la importancia de tomar aquello con lo que el niño autista se presenta –una estereotipia, un trozo de cuerda, un cochecito– como precisamente aquello que quizás permitirá ampliar gradualmente el borde autístico en el que el sujeto vive encerrado, o que será, quizás, el inicio de una serie en la que se inscribirán otros objetos con otros usos que, a su vez, permitirán ampliar el mundo en el que vive el sujeto autista.
Neus Carbonell e Iván Ruiz han dado ya diversas pruebas de su compromiso con la causa del autismo: la creación de TEAdir, Asociación de padres, madres y familiares de personas con TEA, o la realización (junto con Silvia Cortés) del documental Otras voces. Una mirada diferente sobre el autismo. A ellas se añade ahora este libro que será, sin duda, de gran utilidad, y que contribuirá a la extensión de la clínica lacaniana del autismo.
Mercedes de Francisco
Grama, Buenos Aires, 2012
Reseñado por Rosa Mª Calvet
PortadaUn nuevo amor
Un nuevo amor: La grieta de lo real

Mercedes de Francisco mediante una serie de textos que son dispares, dispersos, escritos en tiempos distintos y producidos en la contingencia de algunos encuentros con la literatura, con algunos colegas, también con la pantalla del cine que nació al tiempo que el psicoanálisis, -al cual ella es asidua y que en ocasiones nos produce la inmensa satisfacción de un desacuerdo radical que nos convoca a una elaboración provocada - eleva a la dignidad de concepto la apuesta que hay en Lacan en mantenerse a la espera de que el discurso del psicoanálisis dé lugar a un nuevo amor que no sea prisionero en la jaula del Otro (pág. 25).
>br /> Los quince textos del libro al tiempo que atraviesan esta interrogación en una lógica que le es propia a cada uno de ellos, permanece asintóticamente abierta. El nuevo amor lacaniano ¿puede operar un tratamiento del goce autístico del sinthoma?, (pág. 41).

Este nuevo amor del que nos habla mediante diversas lecturas y puntuaciones en Lacan es el amor que se conecta con la imposibilidad, que se sostiene en la falta de garantías, más digno que la sucia mescolanza de los fantasmas, (pág. 106) y que por estar separado del determinismo edípico aleja a su vez al psicoanálisis de la religión del padre y del sacrificio del amor cristiano.

Mercedes de Francisco concluye que lo nuevo en el amor lacaniano podría introducir una verdadera grieta entre Eros y Tánatos.

La grieta en tanto surco de lo real es la marca de este nuevo amor que ha dejo caer la aspiración de un absoluto y es al tiempo apuesta por lo ilimitado.
Jacques-Alain Miller
Buenos Aires: Paidós, 2013
Reseñado por José Manuel Álvarez
PortadaEl lugar y el lazo
Justo a la salida del siglo XX y en la entrada de un nuevo siglo, el siglo XXI, se desarrolla este seminario de Jacques-Alain Miller que tituló “in extremis”, El lugar y el lazo.

Ya desde las primeras páginas de este amplio seminario, nos encontraremos con el espíritu que lo anima: un “rasgón”, en palabras del propio autor. El rasgón que atraviesa todo el seminario, y que es el significante que, a modo de linterna, podría ser el que iluminase y orientase al lector a lo largo de sus más de 400 páginas.

Con esa herramienta de lectura, se podrá realizar una incursión por un paraje repleto de lugares comunes, de tópicos de la teoría psicoanalítica que J.-A. Miller se dedica a poner en tensión con las últimas elaboraciones de Jacques Lacan. Y no sólo en tensión, sino también en cuestión.

No es necesario leer entre líneas para percibir que el rasgón del que se habla al comienzo del seminario, no es sino el tormento de la pregunta sobre lo real. ¿Qué es lo real? ¿Qué real aborda el psicoanálisis? ¿Cómo cambia, o no, lo real a partir de la experiencia analítica?, preguntas que llevarán a J.-A. Miller a realizar a una notable elaboración sobre el psicoanálisis puro y el psicoanálisis aplicado a la terapéutica, para mostrar lo radical de ambas propuestas respecto del océano sin fin de las psicoterapias que se amontonan por las calles de nuestra vida cotidiana.

La formulación lacaniana de “No hay relación sexual” como una definición de lo real, permite desplegar una elaboración minuciosa sobre los efectos de sentido como defensa frente a lo real, incluso como un intento de ridiculizar lo real. Justamente, la pérdida de orientación por lo real es lo que ha desintegrado el síntoma en la clínica cotidiana del DSM, por ejemplo; pero esa orientación en manos de Miller, promociona el sinthome como referencia clínica en la que está incluido el fuera-de-sentido. Lo que, justamente, reordena, sin conceder predominancia a ninguno, los tres registros de lo Real, Simbólico e Imaginario, un nudo de tres que es la traducción, podríamos decir, de la relación sexual de dos que no hay...

Un real fuera de sentido conlleva un sin-fin, un sin-conclusión, un no-hay-la-última-palabra, un in-interpretable, una no-ordenación, un sin-ley que fractura las reglas del confort en la que se asienta la perspectiva estructuralista que fue el gran leitmotiv de gran parte de la enseñanza de Lacan. Es decir, del gran orden de lo simbólico, a un desorden radical del mismo.

A partir de esta proposición, el lector verá aparecer en cascada, y con el rigor inusitado al que nos tiene acostumbrado J.-A. Miller, una exposición en la que hasta los propios conceptos freudianos se disuelven; en donde nos movemos entre la locura y la debilidad; en un cuestionamiento del pase que lo lleva a decir que “el pase no existe”, que luego matizará con un “no ex-siste”, para desarrollar lo que el pase tiene de “fantasma” yendo de la mano, como lo señala el propio Lacan, de la ciencia, la ciencia como nada más que un fantasma...

En definitiva, una exploración de los conceptos psicoanalíticos aparentemente más firmes siempre al borde, al límite de su disolución.

Como señala Ricardo Nepomiachi en la contratapa de este excelente seminario: “Esta concepción según la cual la verdad es el Uno y no el Otro, que prefiere lo real, que introduce la noción de lalengua, que incluye la referencia a lo viviente, y que no se guía por el nombre Nombre del Padre, conduce a Jacques-Alain Miller en este curso a revisar de manera desgarradora lo que Lacan había enseñado”.

Acérquese, lector, a este seminario, léalo, estúdielo desde su propio “rasgón”, déjese llevar y aunque refunfuñe ante proposiciones que chocan con lo que se ha depositado en usted como ya aprendido, obtendrá una nueva perspectiva del psicoanálisis y de la práctica analítica, sin que por ello tenga que abandonar lo ya adquirido; antes al contrario, comprenderá mucho mejor y con mucho más rigor los conceptos a partir de los cuales se orienta esa práctica tan singular, tan diferente a todas las otras, como lo es la práctica psicoanalítica.
Vicente Palomera Laforga
Editorial: GREDOS, S.A., 2012
Reseñado por Claudia González
PortadaDe la personalidad al nudo del síntoma
Es un libro que nace como respuesta a la necesidad de revisar aquel primero “La personalidad” (Ed. Montesinos, 1985) del mismo autor. En “De la personalidad al nudo del síntoma”, Vicente Palomera lleva al lector por un recorrido, sobre todo, de temas antropológicos y filosóficos de utilidad para el psicoanálisis pero justamente para separarse de ellos. Ahí donde el psicoanálisis puede decir otra cosa distanciándose de estos discursos, introduce cuestiones fundamentales como lo son las ficciones, lo corporal y lo incorpóreo, los ideales, las parejas sintomáticas, el sinthome y el inconsciente, entre otros, para ir más allá y poner de relieve que la creencia en el yo, en la personalidad, es precisamente lo que debe caer en un análisis para poder acceder a su reverso, a saber, el síntoma.

Podemos decir que la última parte del libro trata el tema de la personalidad y el síntoma desde la última enseñanza de Lacan, en particular desde los seminarios 20, 23 y 24 de Lacan pasando por importantes referencias que van de Bourbaki y Hegel a Wittgenstein, por citar solo algunas. De esta manera, Vicente Palomera nos muestra el paso de la personalidad al nudo del síntoma a través del análisis y discusión del concepto del Uno y “lalengua” no sin hacer referencia a relevantes ejemplos ya clásicos, como el sueño de “la inyección de Irma” de Freud y un relato de infancia del escritor Michel Leiris acercando así al lector a considerar estos temas desde experiencias de donde se puede extraer una enseñanza clínica de mucho valor.

Contar con este libro revisado como parte de la colección de la Escuela Lacaniana de Psicoanálisis de la Editorial Gredos enriquece, no solo al libro que vio las librerías en 1985, sino también a todo aquél que se interese por lo que el psicoanálisis, desde la pluma de Vicente Palomera, tiene que decir más allá de las fronteras de la filosofía, la antropología, la lingüística... que esa ruptura entre personalidad y síntoma es también una invitación, no a intentar unificar sino más bien a saber hacer con eso que no encaja.
Hervé Castanet.
Max Milo, París, 2010.
Reseñado por A.R.
PortadaTricheur de sexe. L’abbé de Choisy: une passion du travesti au Grand Siècle
François-Timoleón de Choisy (1644-1724) vivió en la Corte de Luis XIV. Amigo de príncipes y nobles, e hijo de una de las más notables Preciosas, Madame de Choisy, amiga de los salones y las letras, perteneció a la Academia francesa y fue autor de más de ocho mil páginas dedicadas a vidas de santos y eclesiásticos, entre otros escritos más novelescos. Hervé Castanet, psicoanalista miembro de la École de la Cause Freudienne, profesor universitario y autor de importantes libros sobre la relación entre el arte, la imagen, la literatura y el psicoanálisis, además de estudios clínicos relacionados con la psicosis y la perversión, ofrece en este libro un fascinante recorrido teórico por la vida de este apasionado del travestismo, que nos permite orientarnos sobre el fantasma que sostiene al célebre abate en su deseo de encarnar a La mujer.
Lacan, en La lógica del fantasma señala que “el goce puede presentarse como una cuestión científica”: el perverso —es el caso de Choisy— se ocupa de la investigación, cuasi-científica, de una perspectiva sobre el goce. El libro incluye textos del abate que muestran el preciosismo del detalle con que describe su goce perverso. Choisy se ve viéndose ser visto/a por otro, alter ego admirador imaginario bajo la mirada del gran Otro. Composición ‘en abîme’, pura reciprocidad especular. Al final del mismo seminario, Lacan remite a la mirada y a la astucia como lo que sostiene el vínculo dialéctico con el otro: No se trata de que el otro vea dónde estoy, sino de que vea a dónde voy, es decir, más precisamente, que vea dónde no estoy. Se trata, pues, no de lo que hay, sino de lo que no hay.
Castanet se propone en este libro desmontar tal ficción y abrir otras vías de análisis siguiendo la pista lacaniana de la ausencia. Se acerca así a la perversión de Choisy a través de la cuestión del velo y la ausencia que éste recubre. En el juego de camuflaje de este cortesano singular se hace visible la función misma del falo, su lugar en la economía libidinal aquí revocada mediante la erotización apasionada de la imagen que se pretende fija: lo que aparece como falta en lo velado va a realizarse como imagen. La castración queda elidida en la erección del fetiche presente en toda perversión.
Para Choisy el nombre del fetiche es “Belle Dame . . .” Pero, a diferencia del fetichismo (“objeto fascinante inscrito sobre el velo”), en el travestismo el sujeto se identifica a lo que hay tras el velo: la madre fálica que vela la ausencia de falo. Lo que se esconde es el objeto faltante. En sus pasajes al acto transformista, Choisy busca en su envoltorio fetiche, la fusión con quién está más allá del velo. En su seminario sobre “La carta robada” Lacan menciona a nuestro abate como ejemplo de “0 cogito”; sus célebres memorias pueden traducirse en términos de “pienso, cuando soy el que se viste de mujer”
Castanet analiza a través de la escritura de Choisy lo que preside esta lógica. La renuncia —forzada— al travestismo le va a confrontar brutalmente a la pérdida. Pérdida en lo real: vestido de hombre se entrega al juego, a la ruina imparable en que éste le sume. Sobre el tapete del Casino lo que se juega es la deuda simbólica, que en cada apuesta no cesa de desmentir. Su perversión se realiza como père-version: amor ahora dirigido al padre, en tanto única garantía de su función.
Andrzej Szczeklik
Acantilado, Barcelona, 2010.
Reseñado por A.R.
PortadaCatarsis. Sobre el poder curativo de la naturaleza y del arte.
Existen muchas preguntas sobre el hombre que la ciencia nunca podrá responder. Sobre esta base se desarrolla esta obra inusual de un médico polaco preocupado por los límites del paradigma científico en que se ha encerrado cada vez más la medicina. “La ideología del mercado anega la medicina . . . Un alud de costes sepulta la salud pública . . . “
El doctor Szczeklik confronta la insalvable dicotomía entre “la ciencia objetiva” —basada en la evidencia empírica— y la “verdad subjetiva”, hoy arrinconada. Consciente de que —como escribió Einstein— “la materia animada y la claridad son polos contrarios que se repelen”, el médico polaco vuelve su mirada hacia la historia de la cultura, el arte y el pensamiento, para reflexionar sobre ¿qué es un médico?:
“He escrito este libro para mirar de cerca la profesión a la que me dedico . . . El libro habla del arte de la medicina, es decir, de la capacidad de reconocer las enfermedades y del don de prever y pronosticar su desarrollo. A menudo el texto hace incursiones en el terreno de la poesía, y de la música, lo que obedece a la convicción del autor de que la medicina y el arte tienen un origen común en la magia, puesto que las principales preguntas de ambas derivan de los mitos —esos sueños eternos—, sobre todo de los mitos griegos, y la misteriosa purificación a la que alude el título está presente tanto en la historia de la medicina como en la de la estética, cuyos fundamentos crearon Pitágoras y Aristóteles”.
Catarsis es un texto en que la historia de la medicina se muestra fronteriza entre saberes que sobrepasan lo mensurable: la Naturaleza nos enseña que, observando sus reglas, es imposible obtener respuestas a ciertas preguntas. Gödel demostró que en todo sistema lógico coherente hay afirmaciones cuya veracidad o falsedad no puede ni demostrarse ni refutarse. En esos límites se sitúa lo que el arte reconoce como el territorio del enigma, que las nuevas pseudociencias clausuran con su apelación a la nueva magia en que, sin saberlo, hemos convertido a la palabra “evidencia científica”. En esa hiancia se sitúan estas lúcidas reflexiones.
Gérard Wajcman
París, 2010.
Reseñado por A. R.
PortadaL’oeil absolu. Denoël
Estamos en la época del desvelamiento. Ver es instrumento del poder y la democracia hipermoderna lo sabe bien: videovigilancia, nanotecnología médica, satélites que peinan el planeta en todas direcciones, Google Earth, y toda clase de dispositivos con que aspiramos a hacernos totalmente visibles, transparentes. El vigilar y castigar de Foucault está presente aunque a costa de omitir el segundo término, de borrar la equivalencia que el pensador francés hace patente.
Del panópticon benthamiano a un omnivoyeurismo en que los vigilados no son los criminales sino los inocentes. La ideología de la transparencia amenaza nuestra existencia, invade nuestras casas, accede al interior del cuerpo, disolviendo un poco más cada día nuestra intimidad y haciendo imposible preservar la dimensión necesaria de lo secreto. Un nuevo Argos con mil ojos nos controla noche y día. Más que en una civilización de la imagen, hemos entrado en una civilización de la mirada.
Gérard Wajcman, escritor y psicoanalista, explora y cuestiona en este brillante y documentado trabajo esta ideología de la hipervisibilidad y del control. Situándose en el intersticio entre el ojo y el objeto, entre el acto de ver y el plus de gozar que hay en la mirada, el autor analiza las consecuencias de esta nueva civilización: “Una mutación sin precedentes está en curso en la historia de la humanidad”. Nuestra relación con el mundo, con el cuerpo y con nuestro ser mismo está en juego y se produce a cielo abierto, sin el recurso al secreto.
Pasión que hoy escenifica triunfalmente la prensa con las filtraciones de Wikileaks. En la televisión, en la prensa, en el cine, en la literatura, en el arte, en todas partes. Nuevo envoltorio del síntoma: mostrarlo todo deshaciéndose de cualquier rastro de vergüenza. Con la caída del velo, la caída del pudor. Por reacción, las morales se ofuscan y los islamistas enjaulan el cuerpo de las mujeres. “Habría que escribir”, sostiene Wajcman, “una historia del desvelamiento”. La del desnudo ya se ha escrito. Formaría parte de una historia de la mirada, que pasaría, desde luego, por los mitos. Habría que detenerse en la historia de Diana, la virgen eterna sorprendida cuando se bañaba desnuda por Acteón, el cazador imprudente, al que la diosa, implacable, castiga convirtiéndolo en ciervo. Es decir en la verdad a que ella le expone, la de ser —él también— objeto de la mirada, la de sus perros, y presa de sus dentelladas. El pudor de una mujer se toma terribles venganzas.
Es una preocupación constante, universal, la de velar, muy especialmente cubrir a las mujeres. Así nace el semblante y sus paradojas, que parece tener por función velar la nada. Freud redobla la paradoja del semblante con la paradoja del pudor, que vela la ausencia, lo que no hay, al tiempo que la hace presente en tanto falta y hace del acto de velar una creación que hace surgir ‘algo’. El prestigio del velo está en la atracción que ejerce sobre la mirada, en su efecto falicizante.
Wajcman nos confronta a esas paradojas para que podamos pensar en las consecuencias de ese rechazo del velo y los efectos sobre el sujeto de la pérdida —consentida y enmascarada de libertad— del derecho más precioso: el derecho al secreto.
Tzvetan Todorov.
Galaxia Gutemberg, Barcelona, 2010.
Reseñado por A.R.
PortadaLa experiencia totalitaria.
La caída del muro de Berlín en 1989 supuso el hundimiento brusco del comunismo, doctrina que, como señala Todorov, había desbordado los límites de la política para convertirse en una religión secular que no prometía el paraíso después de la muerte, sino que lo imponía, aquí en la tierra, a millones de europeos desde los Urales hasta el corazón de Berlín. El prolífico autor, nacido en Bulgaria en 1939, alcanzó el ‘mundo libre’ parisino en 1963. Se formó en filosofía del lenguaje y junto a Julia Kristeva y el grupo de Tel Quel, introdujo el pensamiento, hasta entonces desconocido, del ruso Mijail Bajtín en el llamado ‘mundo occidental’.
A este ruso, y a Roman Jakobson, dedica un capítulo del libro: “En el ámbito de las ciencias humanas son, sin la menor duda, dos de los autores más influyentes del siglo”. En la España postfranquista Bajtín (no así Jakobson) ofrece particular resistencia a los filólogos y lingüistas por ser el crítico implacable de las limitaciones del formalismo que habían abrazado acríticamente; de ahí que apenas se dieran a conocer los trabajos de Todorov y otros que en Europa y América tuvieron enorme influencia en el pensamiento sobre el lenguaje, el autor y el texto.
En este libro, el que fuera lingüista dividido entre dos mundos, ahonda en la vertiente histórico-política, a la que ha dedicado los últimos años y abundantes trabajos. Su maestro en este ámbito es el francés Raymond Aron, autor moderado próximo a una derecha democrática, a quien dedica un apasionado capítulo en este volumen. Por fin Todorov puede hablar de su experiencia como ciudadano de un Estado totalitario. Un relato casi novelesco sobre Stalin y la salvación de los judíos búlgaros le permite reconstruir ese pasado de guerra y desolación, al tiempo que aborda, desde una mirada en que es patente (aunque no explícita) la influencia de Hannah Arendt, el problema moral y la idea de justicia en los regímenes comunistas.
Germaine Tillion, resistente francesa que pasó por campos de concentración, es otra de las figuras destacadas. Sobre el sujeto y la moral en esas condiciones extremas dice Tillion: “Están los que supieron que preferían morir a traicionar, y los que preferían traicionar a morir”. Elección —la bolsa o la vida— que todos hemos de confrontar y sobre la que el autor hace una llamada al lector de hoy.
Todorov dedica la segunda parte del libro a reflexionar sobre “la memoria como remedio contra el mal”. El recuerdo, no obstante, es necesario, pero no suficiente: “La memoria del pasado será estéril si la utilizamos para erigir un muro infranqueable entre el mal y nosotros”. Alejándonos de la posición de víctima, podemos avanzar. Es preciso dar un paso más e interrogarnos sobre las razones por las que el mal apareció”. En el análisis que hace Todorov de los paralelismos se descubren elementos de preocupación futura, perceptibles en el dualismo (especular) entre el comunismo y el ultraliberalismo democrático: mesianismo y totalitarismo son sombras que hoy siguen alargándose sobre nuestras cabezas.
Giorgio Agamben.
Anagrama, Barcelona, 2010
Reseñado por A.R.
PortadaSignatura rerum. Sobre el método.
El autor italiano, que fuera discípulo de Heidegger en su juventud, parte de una propuesta central: Toda investigación “debería implicar una cautela arqueológica, esto es, retroceder en el propio recorrido hasta el punto en que algo ha quedado oscuro y no tematizado. Sólo un pensamiento que no esconde su propio no-dicho, sino que de forma incesante lo retoma y lo desarrolla, puede pretender eventualmente ser original”.
La propuesta no puede sorprender al psicoanalista y, sin embargo, es práctica imprescindible para lo que Agamben llama “una reflexión sobre el método.” Podemos evocar aquí las palabras de Lacan cuando formula en los Escritos que la teoría no es sino una “reflexión sobre la práctica”. Agamben hace notar cuán ajenos son estos principios —se trata de eso— a los procedimientos en los que una larga tradición filosófica nos ha acostumbrado a colocarla.
En estrecho diálogo con Foucault y Benjamin (el autor es editor de la obra del alemán en italiano), Paracelso y Warburg, Overbeck y Malandri, Agamben centra su búsqueda en tres figuras conceptuales: el paradigma, que permite reconstruir ese capítulo ausente en la historia de la lógica occidental que es la teoría del ejemplo; la signatura, que en la estela de los tratados renacentistas y barrocos de signatura rerum, se revela como el operador decisivo en toda teoría de los signos, de la lingüística al psicoanálisis, de la magia a la historia del arte; el tercero, la arqueología, que se remonta a un concepto de origen que no permanece aislado en el pasado sino que, como las raíces indoeuropeas en lingüística y el big bang en astrofísica, no cesa de actuar en el presente para hacerlo inteligible. El cruce entre estas tres figuras define el espacio de un breve tratado sobre el método.
Anclándose en estas tres nociones, el filósofo explica su idea de método, en que la lectura retroactiva que el psicoanálisis lacaniano pone en juego, ofrece interesantes intersecciones. La lección para el lector común puede traducirse en términos de la insuficiencia de cualquier método, pero ante todo permite abordar la cuestión siempre problemática de la “originalidad”. Para Agamben el método no es pensamiento que inventa (feliz recordatorio para investigadores adánicos), sino reflexión que reconstruye el camino recorrido. Tampoco es resultado del método la intuición de una verdad, sino fruto de la inteligencia.
El autor de Homo Sacer, por qué no decirlo, da pruebas de esa insuficiencia al dejarse arrastrar por los postulados defensivos de Foucault, que leen con grave imprecisión los textos de Freud, merecedores de una relectura atenta, actualizada. Prejuicios y misreadings que resultan en injusta conclusión que el autor hace suya: “De aquí la insuficiencia del análisis freudiano: en él, el lenguaje del sueño se reduce sólo a su ‘función semántica’, y deja de lado su ‘estructura morfológica y sintáctica’, es decir, el hecho de que está articulado en imágenes. Por ello, en la medida en que omite el análisis de la dimensión propiamente imaginaria de la expresión, ‘el psicoanálisis nunca ha logrado hacer hablar a las imágenes’.” ¡Caso omiso del significante . . . y del sujeto!
¿Cómo difamar a un autor sin haberlo leído arqueológicamente . . . Retroactivamente?
Luciano Lutereau.
Grama, Buenos Aires, 2009.
Reseñado por C. R.
PortadaLacan y el Barroco. Hacia una estética de la mirada
Una excelente revisión de los principios del Barroco que importan al psicoanálisis, además de una reconstrucción de los fundamentos de lo imaginario, el falo y el campo escópico, en la particular relación de estas nociones con la teoría del objeto a. Se retoman algunas de las obras de arte sobre las que trabajó Lacan para descubrir en ellas la estructura formal que permitió a éste articular y problematizar la relación entre el falo y la imagen, así como entre el vacío y su representación o entre la escena y el objeto a como resto caído.
El autor logra demostrar que las obras visuales de las que Lacan se sirvió en este desarrollo ocupan un lugar argumental y no sólo persuasivo. En su estudio, nos muestra el empleo de las obras visuales como recurso metodológico para la construcción del objeto a y realiza una aguda evaluación de la competencia del psicoanálisis considerado como una estética barroca.
Tal como afirma Adriana Rubistein en su prólogo, la precisión y el uso de referencias poco habituales para los psicoanalistas, junto con la claridad de la exposición y el rigor lógico de la argumentación, hacen de este libro un texto imprescindible. Aquí verdaderamente la intersección de campos de estudio apuesta al enriquecimiento de la reflexión sobre el arte y sobre el psicoanálisis por igual, consiguiendo elucidar esa unidad de estructura entre Barroco y psicoanálisis que permitió a Lacan afirmar: “me coloco más bien del lado del Barroco”.
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Navarin, París, 2008.
Reseñado por A.R.
PortadaSituations subjectives de déprise sociale.
En el fundamento de la realidad social está la captura de lo simbólico que toca lo más íntimo del organismo humano. El modo que tiene un sujeto de sostenerse en lo social surge, así, no del psiquismo, sino de la lógica más pura. Los seis sujetos que presenta este volumen no se sitúan en la rutina social, sino en la exclusión: aislamiento, exceso del cuerpo, desenganches sucesivos del entorno familiar y social a partir, no de una inadecuación, sino de una ausencia de vínculos sociales y laborales por no poder alojar en estos ámbitos la particularidad de su ser. La reunión de estos seis casos permite esclarecer de manera inédita los operadores que presiden toda inserción en lo social.
Hervé Castanet.
Éditions Cecile Dafaut, Nantes, 2009.
Reseñado por A.R.
PortadaLe savoir de l’artiste et la psychanalyse. Entre mot et image (suite).
El autor no lleva a cabo un trabajo de psicoanálisis aplicado, sino, implicado. Se ve convocado por los propios artistas: hay en el trabajo del artista un saber —a menudo no sabido— que implica muy directamente al psicoanálisis, en tanto, como afirma Lacan en Lituraterre, “el enigma permanece de su lado”. En los textos literarios, los manifiestos de vanguardia, en los cuadros, el objeto es tomado en su letra. Qué el psicoanálisis esté ahí implicado obliga, nos dice Castanet, a una política rigurosa capaz de sacar consecuencias. Consecuencias que atañen a la causa en tanto real. Palabras, imágenes, conceptos, actúan como tratamiento. ¿Qué lógica los preside? ¿Qué efectos tiene ese modo de tratar lo real sobre el propio creador? En la medida en que el saber del artista toca lo real de la causa, es su doblez, su reverso, su éxtimidad!
El artista por medio de su arte, de su trabajo de sublimación, recupera el objeto. Con la más delicada sutileza el autor aborda la obra de Artaud, Balthus, Witkin explorando la dimensión de la imagen. En otro apartado son los vanguardismos los que le sirven para comprender cómo propone el artista su política del objeto. En la tercera parte, es la palabra irónica de Tomás Moro en su Utopía, o Villiers de L’Isle Adam, o Jean Genet y su escritura del mal, la que nos enseña cómo el trabajo de la palabra sostiene el ser del artista y aporta al analista una enseñanza en asombrosa convergencia con el sinthome lacaniano.
Roland Barthes.
Paidós, Barcelona, 2009.
Reseñado por A.R.
PortadaDiario de duelo, Trad. Adolfo Castañón.
Del 26 de octubre de 1977, el día siguiente de la muerte de su madre, al 15 de septiembre de 1979, Roland Barthes escribió un diario de duelo. Son 330 entradas reunidas con fecha muy precisa, que dan testimonio de ese trabajo de duelo con emoción tan concisa como desbordada.
Barthes (1915-1980), uno de los más lúcidos representantes del llamado postestructuralismo francés, y muy familiarizado con Lacan, hila, a momentos, su sentimiento de pérdida con el psicoanálisis, en su esfuerzo por poder cernir su duelo: “Todo el mundo conjetura —así lo siento— el grado de intensidad de un duelo. Pero es imposible (signos irrisorios, contradictorios) medir hasta qué punto alguien ha sido alcanzado” (p. 20).
En medio del sentimiento de futilidad que rodea su vida, alcanza, por primera vez a tener lo que llama una “idea aceptable” de su propia muerte. Esa madre, de cuya presencia central en su vida, ya había dado cuenta en su célebre texto Roland Barthes par Roland Barthes (París, 1975, traducido al castellano en 2004 por Paidós) había sido su partenaire-sinthoma: “Es una dulzura ver (por las cartas) que muchas personas (lejanas) habían advertido lo que ella era, lo que éramos, por su modo de presencia en el “R.B.” Hablar de ella es fundamental para él, aunque como afirma, en la entrada del 14 de noviembre, se resiste “a la Invocación del Estatuto de la Madre” para explicar su dolor. Momentos de rectificación subjetiva que acompañan al duelo, junto a fijaciones evocadas con gozosa nostalgia: “Toda mi pequeña infancia regresa. Mamá. La caja para el polvo de arroz. Todo está ahí, presente. Estoy yo.”
Como bien dice Barthes ahí, “El Yo no envejece”. ¿Escribir para acordarse? “No para recordarme”, dice Barthes, “sino para combatir el desgarramiento del olvido en cuanto que se anuncia absoluto” (énfasis del autor). Brinda Barthes al lector en este texto luminosas epifanías del duelo, que atañen de manera particular al analista.
Claude Lanzmann.
Gallimard, París, 2009.
Reseñado por A.R.
PortadaLe lièvre de Patagonie. Mémoirs.
“Lanzmann, autor admirable de Shoah, uno de los más extraordinarios y emocionantes documentos sobre el reinado de los dioses oscuros, rastreó con empeño asombroso durante largos años a quienes quedaron y pudieron decir algo sobre lo indecible de su experiencia. Ahora estas Memorias, escritas en una prosa magnífica y llena de fuerza, dicen, desde lo más personal de la experiencia vivida, toda la libertad y todo el horror que desata el siglo XX. Libro único en que se unen el pensamiento, la pasión, la alegría, la juventud, el humor, la tragedia. Un apólogo de la escritora argentina, Silvina Ocampo, nos introduce en la intrincada recuperación de lo vivido. Apresada por los perros, la liebre, viva como el rayo, con voz temblorosa, gritaba: “¿A dónde vamos?”. “Al final de la vida”, gritaron los perros con su voz de perro”.
Gitta Sereny.
Edhasa, Barcelona, 2009.
Reseñado por A.R.
PortadaDesde aquella oscuridad. Conversaciones con el verdugo: Franz Stangl, comandante de Treblinka.
Impresionante testimonio basado en las entrevistas de la historiadora y periodista Gitta Sereny a Franz Stangl, comandante de los campos de exterminio de Sobibor y Treblinka, dos de los lugares más aterradores de los organizados con fría minuciosidad por la voluntad de exterminio nazi. Son esos rasgos —la frialdad indiferente al horror y el cálculo minucioso— los que esta entrevista de más de setenta horas con Stangl, cuando se encontraba en prisión con el cargo de genocidio, ponen de manifiesto. Para este alemán ‘tranquilo’ eran puestos de conveniencia, oportunidad de contribuir, como asegura su esposa, a la empresa de patriotismo nacional. En el libro están también relatados sus largos años de trabajo, entrevistando a miembros de su familia, a sus amigos, a las personas que le encontraron en su escondite de Brasil y a supervivientes de los campos de concentración. La autora enfrenta al lector a la banalidad que acompaña al mal, esa banalidad que describe Hannah Arendt cuando analiza el caso paradigmático de Adolf Eichmann, y su ‘inocente’ diario defensivo.
En este excepcional documento —completado muy pocas horas antes del fallecimiento en la cárcel de su interlocutor de un ataque al corazón— nos transporta al centro enmarañado y cubierto de impersonal burocracia de esa operación denominada, siempre eufemísticamente, Aktion Reinhard (en honor de Heydrich, diseñador de la hitleriana ‘solución final’). Treblinka, Sobibor, Belsec y Chelmno, eran espacios disimulados bajo etiquetas como ‘centro de formación’ o ‘campo de trabajo’, y dedicados única y exclusivamente al exterminio sistemático: cuantos llegaban eran inmediatamente asesinados. Como explica Stangl a su entrevistadora, se procesaban —es decir, se mataban— 5.000 personas en tres horas. Él era el eficiente gestor, que luego evadirá su responsabilidad culpando al sistema. Reconoce, sin embargo, que quiso estar ahí a sabiendas de lo malvado de la empresa.
Las casi 600 páginas de este libro despliegan la maraña de intereses, influencias, cargos y prebendas que sostuvieron el exterminio, en definitiva lo que encubre una burocracia disciplinada en la que el partido nazi, tras atrapar a la institución eclesiástica en la idea de eutanasia, logra disfrazar de mera ‘gestión eficiente’ el crimen más horrendo del siglo XX europeo. La esposa de Stangl, confrontada por la autora, relata cómo recibió la noticia, perfectamente obvia desde antes, de que su marido era el oficial de mayor rango’: “Le pregunté que significaba eso. Porque nunca había mencionado que fuera comandante, nunca. Respondió que significaba que todos tenían que respetarle y hacer lo que él dijera. Yo dije: ‘Pero entonces … Dios mío, Paul, entonces ¿estás al cargo?’ Me respondió: ‘No, Wirth está al cargo”. Y de nuevo le creí, supongo que porque lo necesitaba; tenía que creer. … Si sólo te dedicas a cuestiones administrativas y no haces nada malo…”
Ramin Jahanbegloo.
Arcadia, Barcelona, 2009.
Reseñado por
PortadaConversaciones con Isaiah Berlin.
Publicadas por primera vez en 1991 (la traducción al español es de 1993), estas conversaciones que tuvieron lugar entre 1988 y 1990 cubren un muy amplio abanico de temas, considerados en cierto modo de manera retrospectiva por un hombre de ochenta años que repasa su propia trayectoria junto con la del siglo del que ha sido testigo. Pero, tal como corresponde a uno de los principales historiadores de las ideas que han existido, su pensamiento se muestra capaz de abarcar desde sus orígenes varios siglos tanto de historia como de filosofía. Isaiah Berlin nació en Riga (Letonia) en 1909 y se estableció con su familia en Inglaterra en 1919, pero a pesar de haberse formado en este país, donde en 1967 participó en la fundación del Wolfson Collage, del que fue el primer presidente, su temperamento curioso e inquieto lo llevó a viajar por toda Europa, la antigua URSS, EEUU, Israel y muchos otros destinos. Representante eminente de la historia de las ideas, fue un infatigable analista de la ciencia, la moral, la sociedad y la política. Desde 1937 hasta su muerte en 1997 publicó gran cantidad de artículos, ensayos y conferencias, reunidos en una docena de libros.
Su entrevistador, Ramin Jahanbegloo, es un filósofo nacido en Teherán en 1956 y autor de diversas obras escritas tanto en persa como en inglés y francés. Nadie como él para recomendar este libro: “Si a veces se tiende a sobreestimar la importancia de los historiadores de las ideas, el aprecio nunca es excesivo en casos sobresalientes como el de Isaiah Berlin, cuyas obras han cambiado nuestra percepción de la historia y de la vida.”
C. R.
Palle Yourgrau.
Tusquets, Barcelona, 2007
Reseñado por
PortadaUn mundo sin tiempo.
Palle Yourgrau escribe un libro apasionante, en el que logra transmitir las claves de los dilemas y controversias que ocuparon el medio filosófico-matemático durante el siglo XX. Especialmente centrado en lo que llama "el escabroso drama intelectual", de la amistad entre Gödel y Einstein, nos conduce como un encantador de serpientes entre los grandes movimientos intelectuales del siglo y sus principales descubrimientos. Huyendo del nazismo, ambos científicos habían emigrado a Estados Unidos. El encuentro entre Einstein y Gödel tiene lugar en el Instituto de Estudios Avanzados de Princeton, un exclusivo club intelectual, cuyos miembros tenían asignada una sola tarea: pensar.
Así, "varados en el mismo sosegado retiro académico", se inicia una fructífera amistad. "Si Einstein había conseguido transformar el tiempo en espacio, Gödel ejecutó un truco todavía más mágico: hizo desaparecer el tiempo"; dice Yourgrau. Ambos provenían del deslumbrante ambiente cultural austro-germano de comienzos del siglo XX, cuyos científicos, filósofos y artistas sentaron las bases para una nueva comprensión de la realidad. Este libro anuda de forma sorprendente lo más singular de Gödel y Einstein, sus producciones intelectuales y los efectos de la política en el saber de la época. Una época, que fue también, la de Sigmund Freud, y de la creación del psicoanálisis.
L.T.
Ludwig Wittgenstein.
Pre-textos, Valencia, 2006.
Reseñado por
PortadaLuz y sombra. Una vivencia(-sueño) nocturna y un fragmento epistolar.
Todo este mundo es máquinas y trazas, contrarias unas a otras...... En este libro Ilse Somavilla, estudiosa de Wittgenstein que ya ha editado otros trabajos de y sobre el pensador austriaco, reúne dos breves textos de éste que comenta a continuación, convirtiéndose así prácticamente en co-autora de la obra aunque su nombre no figure en la portada. El primer fragmento es una anotación en el diario del filósofo correspondiente al 13 de enero de 1922 y el segundo es parte de una carta presumiblemente dirigida a su hermana Hermine en 1925. La lectura y el estudio de ambos permiten plantear el problema de la ambivalencia o incluso, total contradicción, en las relaciones de Wittgenstein con Dios y la religión, en los que tanto podía encontrar un juez oscuro e implacable que en cualquier momento podía llegar a exigir de él lo más extremo, como la luz misma, el símbolo absoluto de la verdad y la espiritualidad puras. En el ensayo que ocupa la segunda parte del libro, Ilse Somavilla rastrea las huellas de esta tensión constante, manifiesta en unos textos nunca publicados hasta ahora y que aquí se ofrecen prácticamente como documentos: facsímil de cada uno, trascripción literal, versión normalizada y aclaraciones, en un empeño del que se beneficiarán sobre todo quienes puedan leer alemán. Al interés intrínseco de los dos fragmentos, titulados “Vivencia(-sueño) nocturna” y “El ser humano en la campana de cristal roja”, se agrega el de las reflexiones del ensayo adjunto, que ahondan con rigor en los problemas religiosos implícitos en el pensamiento de Wittgenstein.
C. R.
Françoise Fonteneau.
Atuel, Buenos Aires, 2000
Reseñado por
PortadaLa ética del silencio. Wittgenstein y Lacan.
En 1967 Lacan mismo indicaba la necesidad de leer a Wittgenstein para intentar “articular una evolución lógica a un pensamiento que no es Yo” y en 1970 daba testimonio de su propia lectura en su seminario El reverso del psicoanálisis. La autora de este ensayo logra, a través del contrapunto entre el campo lógico-filosófico y el psicoanalítico, mediante ejemplos tomados del arte y la literatura que van de Edvard Munch a Thomas Bernhard y San Juan de la Cruz, cernir el problema de la figurabilidad de la pulsión: la imposible y necesaria escritura del silencio, a la que apunta la ética de lo indecible propuesta por Wittgenstein tanto como la del decir a medias de Jacques Lacan. Esta indagación establece cinco puntos fundamentales en los que el analista concuerda con el filósofo y reflexiona luego sobre el análisis que del discurso de Wittgenstein hace Lacan, para concluir en un intento de definición precisa de ese silencio, vinculado a la verdad, aunque sea como sustituto, del que extrajeron una ética ambos pensadores. Aunque con una diferencia, aunque sea de matiz, que bien puntualiza la autora en el prólogo: para Wittgenstein, ética y sentido serán los términos que vayan a la par, mientras que para el psicoanálisis serán ética y deseo los términos íntimamente ligados.
C. R.
Fernando Ojea.
Arena Libros, Madrid, 2008
Reseñado por
PortadaSentido del nacimiento y origen del sentido. Una reconstrucción filosófica del pensamiento de Freud.
Este estudio riguroso y singular, partiendo de la constatación de que de los tres tiempos fundamentales de la existencia –nacimiento, vida y muerte-, la reflexión filosófica de que hoy somos deudores se ha ocupado de los dos últimos marginando casi sistemáticamente al primero, procura compensar esa falta mediante el cuestionamiento del concepto cartesiano de la conciencia de sí como esencia del sujeto, para remontarse a una instancia anterior cuyo lugar fundacional esa conciencia estaría usurpando: el acontecimiento de nacer.
Realizando, como lo explicita en el subtítulo, una reconstrucción filosófica del pensamiento freudiano que lo lleva a examinar conceptos de autores esenciales como Kant, Hegel, Nietzsche o Heidegger, el autor considera la “constitución de la fractura originaria” y la “irreductibilidad del fenómeno de nacer” –títulos de algunos de sus capítulos- como ineludibles puntos de partida del desarrollo del sentido, llegando a elaborar en sus conclusiones los principios de lo que define como una “ontología del placer sexual”.
“El impulso griego hacia el origen”, escribe, “no puede detenerse en el aplazamiento metafísico del contratiempo urdido por la represión; debe retroceder, en cambio, más acá de toda fantasía de trascendencia, más acá del mito de la expiación a que nuestra aparición se hallaría condenada tras su infortunada caída desde la modélica altura paterna; debe retroceder, decimos, desde esas quimeras hasta la auténtica fuente de sentido donde en medio del dolor y la alegría, del asombro y la esperanza, estalla ese primer grito desquiciado como promesa de lo único que somos y habremos de ser.” Una lectura difícil pero fascinante, de una exigencia ética fuera de lo habitual.
C. R.
François Cheng
Pre-textos, Valencia, 2007.
Reseñado por
PortadaLa escritura poética china. Seguido de una antología de poemas de los Tang.
Este libro es el resultado de más de veinte años de trabajo desde su primera publicación en 1977 hasta su edición definitiva en 1996. En él, François Cheng no sólo describe y explica los elementos y conceptos fundamentales de la escritura poética china (vacío y plenitud, el yin y el yang como base de las formas y prosodias, la relación hombre-tierra-cielo como sustento de las imágenes), sino que también indaga la muy particular apuesta de los chinos por la contradicción esencial, mantenida durante casi cuarenta siglos de civilización, entre el signo inscrito en el espacio y el sonido del idioma hablado que éste supuestamente debería representar. Ya que en China, desde su origen, la escritura se niega a ser un mero soporte de la lengua para, en cambio, desarrollarse como un lenguaje autónomo, en el que cada signo, con independencia del sonido al que remita, forma una unidad en sí que en su invariabilidad puede aspirar a perdurar. Esta relación dialéctica entre los sonidos de la lengua representada y la pura presencia física del signo, entre la exigencia de linealidad y el deseo de evasión espacial, ha favorecido de modo muy especial a los poetas, como lo demuestra la antología que completa el libro y ofrece de cada poema el texto original chino, una traducción literal y una versión interpretada.
En conjunto, el libro permite al lector un acercamiento lúcido no sólo a una tradición cultural, sino también a la problemática relación entre la escritura, el idioma hablado y la producción de sentido correspondiente a una y a otro.
C. R.
Silvia Salman (compiladora).
Grama, Buenos Aires, 2004.
Reseñado por Juan Ramón Lairisa
PortadaPsicoanálisis con niños. Los fundamentos de la práctica.
El título invita y propone un trabajo amplio pero preciso en donde anclar nuestra experiencia. Este libro es la oportunidad de reunir una serie de autores que pertenecen a las Escuelas de la AMP y que escriben en torno de algunos conceptos del psicoanálisis a partir de los cuales se puede abordar la práctica con niños. El rasgo es entonces el perfil conceptual y un movimiento permanente entre la práctica y la teoría. Por un lado, la práctica anticipa a los conceptos en tanto ella siempre los desborda con la emergencia de lo nuevo y de lo singular. Por otro lado, los conceptos cada vez más elaborados y amasados, están a la espera de su verificación clínica. Este movimiento es un empuje constante por caminos a veces laberínticos, en cuyos recovecos se alojan estos textos que nos trasmiten, cada uno su hallazgo. Quien recorra esta páginas podrá transitar estos caminos y hacer su propia experiencia de estos encuentros.
He aquí algunos trazos: la trama en la que se anudan decisión, causa y deseo tal como se presentan en relación al consentimiento y al rechazo, tanto respecto de la estructura como de la entrada en análisis; las encrucijadas de la castración y los laberintos del saber que permiten situar los modos en que el niño se encuentra enredado en ello; el psicoanalista y “lo infantil”, la lógica de su posición y el lugar en la estructura; y por último, las modalidades del síntoma y la práctica del juego, sus particularidades en la experiencia del análisis. Este libro es una aventura que conduce a explorar lo que el psicoanálisis con niños puede enseñar al psicoanálisis y el modo en que contribuye a la formación de los analistas.
Textos: Jacques-Alain Miller, Esthela Solano Suárez, Silvia Elena Tendlarz, Marita Manzotti, Marie-Hélène Brousse, Adela Fryd, Estela Paskvan, Aníbal Leserre, Mario Goldenberg, Marcela Antelo, Alejandra Glaze, Mónica Prandi, Silvia Salman.
Marita Manzotti (compiladora).
Grama, Buenos Aires, 2005.
Reseñado por Amalia Rodríguez
PortadaClínica del autismo infantil. El dispositivo soporte.
El volumen en su conjunto, por la articulación que establece entre teoría y práctica, constituye un valioso testimonio de una experiencia de investigación sostenida desde 1992 en Buenos Aires. Hacer lugar: Fundación para la Asistencia, Investigación y Docencia en Autismo y Psicosis Infantil, aloja y promueve esa modalidad de trabajo y de atención al niño autista desde la orientación lacaniana. Destaca la posición teórica en discontinuidad con los desarrollos actuales de los planteamientos cognitivo-conductuales. Se trata, en cambio, de sostener —como propósito— una oferta de trabajo para el niño autista, en un ámbito orientado a alojarlo en su particularidad y permitir, así, que consienta al despliegue de su propio potencial. Desde el psicoanálisis de orientación lacaniana, el dispositivo soporte de la práctica entre varios, articula una lógica de producción múltiple: para el niño, un consentimiento a su particular modo de arreglárselas con la insondable decisión de desentenderse del trauma de lalangue, que le supone tener que re-inventar sus respuestas; para el analista, la pregunta por su propia posición en lo que hace a la dirección de la cura con estos niños, y la utilización de recursos que habiliten su deseo decidido frente a lo incierto de la demanda; para los padres, una apuesta por lo posible, ahí donde la vida cotidiana desaloja expectativas; para lo social, una concepción que, en la acción misma desplegada por el niño y su familia, cuestiona la exclusión a la que se lo somete en tanto destino de institucionalización; y, para lo institucional, en tanto devuelve la pregunta por la oferta que se realiza, interrogando las prácticas en lo que hace a la inclusión del niño autista, poniendo en cuestión las políticas que replican el desalojo que suele signar a la locura.
Jacqueline Berger.
Buchet/Chastel, Paris, 2007.
Reseñado por Juan Ramón Lairisa
PortadaSortir de l’autisme.
La autora, periodista y madre de dos gemelas autistas de dieciséis años, explica que decidió titular así este libro, menos por el gusto de la paradoja que para terminar con una etiqueta vacía que, hoy, esteriliza más que alimenta el pensamiento, para salir del callejón sin salida: “no se sabe lo que es, pero la ciencia terminará por aclarárnoslo”. Para que pueda de nuevo prosperar una reflexión fecunda sobre lo que es lo humano, la particularidad de su psiquismo, lo que hace que el hombre se diferencie del animal, no sólo por sus genes, sino por su construcción mental, su capacidad de pensarse a si mismo, de pensar al Otro, de inscribirse en el espacio y en el tiempo hasta representarse su propio fin. El hombre no es ni será jamás, cuando incluso todos sus secretos biológicos sean capturados, ni la simple suma de sus arterias, ni la de sus genes, de sus neuronas, de sus células. A pesar de que todos los discursos que emergen desde hace algunos años en torno del autismo, esos que cuentan con el favor de los medios de comunicación, hablan de este hombre unidimensional, de este ser hecho únicamente de carne y de sangre ante el que la ciencia es, por ahora, impotente de cernir sus alteraciones biológicas. Los problemas de comportamiento y de relación con los otros que caracterizan “el estado autista” son así encarados bajo el único ángulo de desviación de una “normalidad biológica” que se supone caracteriza al individuo sano.
“Salir del autismo” no es una postura semántica: significa intentar comprender por qué mecanismos hemos llegado a que, en una sociedad tan desarrollada, aparentemente tan defensora de la igualdad de derechos y oportunidades, en una sociedad tan presta a la compasión, tan informada, miles de niños no encuentran un lugar, en ninguna parte están en su lugar. Sin que el mundo por ello se conmueva. Sin que eso sea un escándalo. Como si, colectivamente, no se quisiera saberlo.
No se trata de un libro de una especialista, no pretende transmitir ninguna verdad revelada, tampoco es un testimonio. Este ensayo es el fruto de una posición singular, en la frontera de mundos que se desconocen, que se ignoran, cuando no es que se tratan con desprecio o invectivas. La encrucijada en que se sitúa la autora se encuentra entre su estatuto de periodista, de profesional de la comunicación, y el de madre de unas niñas diferentes, confrontada por ello al sufrimiento y a la exclusión. Este libro es la mezcla de la experiencia adquirida al hilo de sus encuentros con toda clase profesionales del “mundo del autismo” y de una reflexión personal sobre la historia, el porvenir y la ayuda a ofrecer a estos niños.
Henri Rey-Flaud.
Flammarion-Aubier, Paris, 2008.
Reseñado por Amalia Rodríguez
PortadaL’enfant qui s’est arrêté au seuil du langage.
Henri Rey-Flaud, psicoanalista y filósofo, profesor de psicoanálisis en la Universidad Paul Valéry de Montpellier, dedica esta obra a los padres y cuidadores que acompañan en la vida al niño autista. Ha querido, así, arrojar luz sobre el camino atormentado que han de recorrer, mostrando que su afección no es un déficit mental irreversible. Las observaciones más recientes de la clínica le han permitido establecer que los autistas quedaron detenidos en un estadio primario de la vida, dominado por las sensaciones en que se ven invadidos por estallidos anárquicos de excitaciones caóticas. Para salir de ese estado primordial y acceder a un espacio más elaborado de la percepción, el autista permanece a la espera de ser relanzado a la dinámica del lenguaje a la que los demás niños acceden de modo espontáneo, sin mayores dificultades.
El déficit de comunicación, la expresión más manifiesta del encierro del autista, revela que puede ser modificado y reestablecido el contacto con el entorno. Para ello es, desde luego, necesario haber reconocido la naturaleza misma de los procesos psíquicos que rigen normalmente los primeros intercambios entre el recién nacido y los padres, lo que permite identificar el tipo de cortocircuito que, en un momento dado, ha apartado al niño de la posibilidad de compartir. Dar nuevo sentido a las conductas aberrantes y de rechazo de los niños autistas es el primer paso para comprender por qué han quedado fuera de la relación vital con el otro. Es el acercamiento que, desde el psicoanálisis, considera el autor más respetuoso para con estos sujetos, prisioneros de esa condición dolorosa, y el único capaz de reintegrar verdaderamente a estos sujetos a la comunidad humana.
Jean-Claude Maleval
Editions du Seuil, París, 2009.
Reseñado por Amalia Rodríguez
PortadaL’autiste et sa voix.
Si bien es ya vieja la representación del niño autista como un ser mudo que se tapa las orejas, los clínicos han constatado que la voz constituye un objeto pulsional al que el autista presta una particular atención: muchos autistas se interrogan sobre el misterio de la palabra al poner la mano en la garganta de su interlocutor, otros buscan hacer hablar a los objetos en su lugar, la mayoría muestra un interés muy especial por la música y las canciones. Si mantienen la propia voz en reserva, sea mediante el mutismo o mediante el borramiento de la enunciación, es en razón del temor a sentirse vacíos si hiciesen uso de la llamada. Esa no-cesión del goce vocal tiene como consecuencia maneras singulares de manejar el lenguaje, modalidades que van desde convertirlo en una lengua de signos desprovista de toda afectividad, pero cercana al intercambio, a lenguas privadas que no sirven a la comunicación.
Los testimonios que la obra presenta de autistas de alto nivel, permiten al clínico de hoy orientarse mejor en la clínica clásica del autismo que Kanner desarrolla en sus inicios. Sus testimonios demuestran que los métodos que más les ayudan son los que no sacrifican su particularidad individual ni su libertad como sujetos, sino los que se apoyan en sus propias invenciones y en sus islotes de competencia. En definitiva, los que no los reducen, como hace la actual psiquiatría, a la condición de cuerpo biológico.
Sous la direction de Jean-Claude Maleval.
Presses Universitaires de Rennes, 2009
Reseñado por Amalia Rodríguez
PortadaL’autiste, son double et ses objets.
Jean-Claude Maleval, psicoanalista miembro de la École de la Cause Freudienne y profesor de psicología en la Universidad de Bretaña, Rennes 2, dirige esta publicación, rigurosa y extensa, fruto de una larga experiencia en equipo —médicos, psiquiatras, investigadores, docentes, psicólogos, psicoanalistas, personal de instituciones—. Sus contribuciones plantean, como premisa primera, que el autista no es un disminuido mental, sino un sujeto que trabaja para temperar su angustia. Su orientación psicoanalítica, lejos de presentarse como sabiendo a priori lo que conviene al sujeto, busca aprender de él y con él, a fin de acompañar a éste en sus propias soluciones, invenciones y aprendizajes. Puede así comprobar que la construcción subjetiva del autista, por lo regular, se apoya en dos elementos: un doble y un objeto autístico. Ambos datos clínicos esenciales no son tenidos en cuenta en los métodos de aprendizaje, lo que conduce a no dejar ningún lugar a la singularidad del sujeto autista que se ve, en consecuencia, sometido a técnicas de reeducación homogeneizadoras que se suponen válidas para todos.
Las instituciones destinadas a su cuidado olvidan demasiado a menudo que la individualización de esa tarea, asociada a una cierta suspensión de saber por parte de los cuidadores, constituye una condición central para favorecer la dinámica subjetiva. Evitar hacer obstáculo a esa subjetivación es esencial para la obtención de un efecto terapéutico duradero que facilite la apertura al mundo, al vínculo social y al conocimiento.
Judith Miller, editora.
Navarin, París, 2010.
Reseñado por
PortadaL’avenir de l’Autisme. Avec Rosine et Robert Lefort.
La apuesta es doble. Comunicar lo que Rosine y Robert Lefort han aprendido de la experiencia analítica con niños. Transmitir lo que otros analistas han aprendido de éstos. Y confirmar que el deseo de transmisión nace de la experiencia personal. Lacan le asegura a Rosine Lefort que atraviesa un momento en el que no puede equivocarse desde que trata a Nadia, Marie-Francoise, Robert y Maryse. Un mismo deseo de saber pasa por la elucidación de estos casos, que suponen cernir lo imposible, sin que por eso cese de no escribirse. Gracias a los matemas de Lacan, los Lefort demuestran la unidad del discurso analítico y la necesidad de una clínica diferencial entre neurosis, perversión y psicosis, diferencial también en el seno de las psicosis mismas. Se trata de la luz que el psicoanálisis arroja sobre los cimientos mismos del sujeto.
Este análisis va más allá de un comentario de la obra pionera de los Lefort; se interroga el deseo del analista y sitúa sus nuevos caminos en la lógica paradójica del mundo contemporáneo. Resiste al cientificismo que reduciría la subjetividad, principalmente en los autistas, al funcionamiento neuronal y al comportamiento "medioambiental". Reconociendo la dignidad de la diferencia, el volumen, como señala Judith Miller, nos invita a embarcarnos en esa acción.
Textos: Rosine Lefort, Robert Lefort, Anna Aromí, Vilma Coccoz, Serge Cottet, Damase Hervé, Elizabeth Escayola, Hélène Deltombe, Yasmine Grasser, Pierre-Gilles Guéguen, Michele Laboureur, Yvonne Lachaize-Oehmichen, Philippe Lacadée, Anne-Marie Landivaux, Eric Laurent, François Leguil, Judith Miller, Jean-Robert Rabanel, Daniel Roy, Esthela Solano-Suárez, Antoni Vicens.
Amalia Rodríguez
Santiago Castellanos
Grama, Buenos Aires, 2009.
Reseñado por A. R.
PortadaEl dolor y los lenguajes del cuerpo
La fenomenología del dolor remite, como pone de relieve el estudio de Santiago Castellanos, a estructuras, a tipos y a fenómenos clínicos variados. Para el autor, médico y psicoanalista, miembro de la ELP y de la AMP, se trata de distinguir de las formas clásicas de conversión histérica, los “embrollos del cuerpo” presentes en las psicosis ordinarias, sin olvidar los fenómenos psicosomáticos, y las formas hipocondríacas propias de estados delirantes. Y, aunque no exista un continuum en esta serie, sí hay una clave que puede articularla: la ausencia o la presencia del sentimiento de la vida en la juntura íntima del sujeto. Ello permite interrogar la forma que pueda tomar el afecto de indefensión y de desesperanza. Como señala Vicente Palomera, en el prólogo, la investigación de Santiago Castellanos pone de relieve la incidencia de la forclusión del sujeto en la construcción del discurso de la ciencia y sus efectos corrosivos en pacientes que consultan habitualmente a las “gentes de medicina” (para usar el afortunado término de François Leguil).
Francesca Biagi-Chai
Imago, París, 2008
Reseñado por A.R.
PortadaLe cas Landru à la lumière de la psychanalyse
Analista miembro de la AMP, psiquiatra y docente de la sección clínica en la Universidad de París-VIII, la autora lleva a cabo un trabajo fascinante sobre el célebre caso del refinado asesino en serie Landru, conocido como “el nuevo Barba Azul”, procesado en Francia en 1919. Fue enorme la notoriedad del caso de este hombre cultivado, celoso de su honorable vida familiar, inventor de talento, y capaz de camaleónicas transformaciones (diplomado en derecho y psicología) que, desde los 14 años y hasta ser detenido a los veintinueve, asesinó y quemó, que se sepa a treinta mujeres jóvenes. Chaplin realizó un célebre film basado en el caso que tituló M. Verdoux.
Landru se entregaba con pasión y cálculo a su siniestra tarea: se acostaba durante largas horas junto al cadáver, las maquillaba —cuando no les había cortado la cabeza— y mantenía con ellas, hasta su putrefacción, relaciones sexuales.
Difícil para jueces y psiquiatras cernir tan enigmático caso. El presente estudio psicoanalítico reconstruye minuciosamente los hechos y traza su biografía desde una perspectiva psicoanalítica. Describe el lento desarrollo de una psicosis que durante largos años disimula tras su aparente ‘normalidad’. ¿Era un perverso, un maniaco-depresivo o un esquizofrénico? La autora pone, sobre todo, de relieve la inquietante afinidad de estos serial killers con el mundo moderno y plantea el delicadísimo problema de la relación entre alienación mental y responsabilidad penal. El largo estudio introductorio de J.-A. Miller es de excepcional interés.
Irene Greiser
Grama ediciones. Buenos Aires, 2008.
Reseñado por L.T.
PortadaDelito y trasgresión. Un abordaje psicoanalítico de la relación del sujeto con la ley.
Irene Greiser es psicoanalista, Miembro de la Asociación Mundial de Psicoanálisis (AMP). A partir de su trabajo como docente de la carrera de especialización en Psicología Forense, y su experiencia como supervisora de diferentes servicios de psicopatología, nos ofrece en este libro un recorrido riguroso que engarza a la vez que diferencia el discurso jurídico del discurso analítico: "Si bien el delito es una categoría jurídica, la castración como límite al goce es una categoría analítica, y depende de la relación que cada sujeto tiene con aquello que para él funciona como interdicción.
La ley que rige para la vida ciudadana es universal pero el modo de subjetivar esa ley es particular para cada sujeto".
En este volumen nos transmite su posición respecto de la responsabilidad del analista, su quehacer frente a casos de delito, que el discurso actual aborda en tanto agentes de síntomas sociales: la responsabilidad no es anónima, atañe a un sujeto, nos recuerda.
El texto se organiza en cinco puntos, “El Otro social”, que plantea una articulación de lo irreductible en el malestar en la cultura actual; “Cuestiones acerca del padre”, en el que escribe sobre las vicisitudes del padre y los síntomas actuales; “Derecho y psicoanálisis”, en el que recoge algunas de las categorías fundamentales del discurso jurídico y las interroga desde el discurso analítico; “Síntoma y lazo”, donde aborda la problemática de las patologías del acto y el abuso sexual y por último, un apartado dedicado al “Psicoanálisis aplicado” en el que plantea la intervención analítica en el campo jurídico a partir de un caso de parricidio y otro de abuso sexual.
Como nos recuerda la autora, el psicoanálisis de orientación lacaniana no opera con clasificaciones. Así, en los casos de delito se trata de establecer la relación que dicho sujeto tiene con la ley, que desde el psicoanálisis, introduce por sí misma un pathos que lo divide.
Manuel Montalbán
Málaga, Miguel Gómez Ediciones, 2009.
Reseñado por A.R.
PortadaComunidad e Inconsciente. El psicoanálisis ante el hecho social
Todo este mundo es máquinas y trazas, contrarias unas a otras. Yo no puedo más, decía Don Quijote. El malestar propio de la modernidad es inherente a la comunidad. Situarse en esa interfaz que permite articular las vías por las que el sujeto accede a lo colectivo, y hacerlo desde un horizonte de lectura en que el discurso analítico adquiere un lugar —diferenciado, separado— en el mar de los discursos sociales, supone un singular ejercicio intelectual. Un equilibrio que obliga a transitar por estrechos desfiladeros. Los mismos que permitieron a Freud primero, y luego a Lacan, interpelar a los otros saberes en sus hallazgos tanto como en sus olvidos: doble movimiento de alienación al otro, para poder formular desde ahí las preguntas que tocan lo “común”, lo compartido de la experiencia. La atinada elección de los interlocutores que en la modernidad han abordado ese núcleo duro de la experiencia del ser, es lo que hace posible, en la elaboración de Montalbán, el segundo tiempo, el de la separación. Supone tomar la distancia suficiente para hacer perceptibles —significativas— las diferencias, los cortes, las paradojas, llevadas a ese más allá del que nada queremos saber. Posición que permite apuntar a los impasses de esos discursos para captar retroactivamente cómo Freud y Lacan, Miller hoy, efectúan la torsión que nos permite situar el entre-dicho en que el Otro social —y el psicoanálisis mismo— subsisten. Gozne invisible pero eficaz que convierte también al lector en un Jano de doble mirada, tanto si es un lector iniciado en la teoría analítica, como si se trata de un lector no familiarizado con esos intersticios. “Las trayectorias de lo social” que en su primer capítulo persigue, van, sobre todo, encaminadas al segundo lector, para mostrar las complejas articulaciones en que Freud y Lacan sitúan la inserción del sujeto en lo social. A la vez, permiten al analista poner su experiencia del inconsciente en relación con los discursos que, desde una u otra heterodoxia, han puesto en cuestión la doxa en que el discurso del Amo se sostiene, abriendo los resquicios por los que Freud se adentra para decirnos que la cultura, el lenguaje en tanto ‘pacto simbólico’ —renuncia, ausencia— nos enferma, produce un malestar que es inherente a la civilización.
Giorgio Agamben
Arcadia, Barcelona, 2008
Reseñado por C. R.
PortadaQuè vol dir ser contemporani
“Quien pertenece verdaderamente a su tiempo, quien es verdaderamente contemporáneo es quien no coincide perfectamente ni se adapta a sus pretensiones.” Esta afirmación, reproducida en la contratapa del delgado pero bien nutrido volumen que nos ocupa, resume la posición defendida por el autor en el primero de los tres ensayos reunidos por Arcadia para esta edición, al tiempo que define la inconformista dirección de su pensamiento, remiso a dejarse arrastrar por la demanda de la mera actualidad.
Valiéndose de ideas como las de desfase, inadaptación o anacronismo, Agamben ofrece una respuesta tan lúcida como singular a la pregunta que plantea.
Otros dos breves ensayos de reciente publicación (los tres fueron redactados entre 2003 y 2007) completan el libro. Què és un dispositiu es una reflexión sobre el sentido y la dimensión de dicho término a partir del uso que le da Foucault. El tercero, L’amic trata de los lazos que unen a la amistad con la filosofía, tan estrechamente ligadas la una con la otra que, para el autor, podría decirse que la filosofía, sin la amistad, tal vez ni siquiera sería posible.
Un excelente tríptico ensayístico que a la vez ofrece respuestas pertinentes a tres cuestiones concretas y logra ampliar el marco de pensamiento que cada una de ellas propone.
Jorge Alemán
Grama Ediciones, Buenos Aires, 2009
Reseñado por
PortadaPara una izquierda lacaniana… Intervenciones y textos.
En primera persona, así definiría a este libro, y así comienza, dice en el prólogo Alejandra Glaze. Todo un recorrido sobre las reflexiones en torno a psicoanálisis y política que Jorge Alemán nunca abandona. Es así que términos que siempre escuchamos, sin un contexto definido, son clarificados en el marco de una posición ética respecto al psicoanálisis, acercándonos a lo que el concepto de izquierda lacaniana intenta transmitir.
Dos términos que parecen no confluir, la izquierda y la orientación lacaniana, hacen que éste no sea sólo un libro más sobre psicoanálisis. Confronta, más bien, la dimensión política y ética que el discurso del psicoanálisis tiene en la época que nos toca vivir. En esa perspectiva, conceptos como neoliberalismo, dominación, hegemonía, capitalismo, izquierda, ideología, utopía, acontecimiento, contingencia, técnica, mercancía y revolución, son revisitados para clarificar y orientar lo que el psicoanálisis puede decir y el lugar que habrían de ocupar en su praxis.
¿Qué es ser de izquierda? En las páginas de este libro se encontrará una respuesta que lejos de ser cerrada y acabada —lo que daría un ser al sujeto de izquierda— lo ubica en relación a algo ineludible que tiene que ver con la propia constitución subjetiva. A. R.
José Ramón Ubieto
Salud Mental y Servicios Sociales. Gedisa, Barcelona, 2009.
Reseñado por
PortadaEl trabajo en red. Usos posibles en Educación
Este libro analiza los fundamentos teóricos de las prácticas de red e incluye aportaciones precisas sobre el método, partiendo de una experiencia en curso: el ‘proyecto Interxarxes’, una innovadora iniciativa en la gestión de los servicios sociales consistente en el establecimiento de una red de coordinación regular y estable que se está llevando a la práctica en Barcelona, en el ámbito del distrito de Horta-Guinardó.
Hablar hoy de “trabajo en red” implica clarificar el modelo en que uno lo sostiene, ya que hay varios usos posibles de la red. El modelo común es concebir ésta en los términos de la “reingeniería”: esto es, como un circuito donde se trata de poner a circular al sujeto bajo la perspectiva de la máxima rentabilidad y por tanto de la optimización máxima de los recursos.
Laure Naveau
Instituto del Campo Freudiano de Granada. Editorial Universidad de Granada, 2009.
Reseñado por A. R.
PortadaUna ciencia sin raíces.
En esta publicación del ICF de Granada en colaboración con la Universidad, la voz de Laure Naveau alcanza al lector como pregunta propia e inédita: “¿qué va a ser del sujeto al que se le propone tratar su tristeza —tristeza no dantesca, a veces justificada, a veces reveladora de una verdad que viene de su vida— con sustancias químicas que lo aplastan y lo amordazan, en vez de darle la palabra?” El lector encontrará entre las aristas del texto nardos de angustia dibujados. No se asuste. Es la poesía que ya sabe del peso de las exigencias modernas de la contabilidad.
La colección se propone como serie dispuesta a poner de relieve la particularidad y los principios con los que el psicoanálisis propone tratar el sufrimiento subjetivo fuera de todo intento de domesticación.

VVAA.
Colección El saber expuesto, tomo 5. Grama. Buenos Aires, 2008.
Reseñado por L.T.
Portada¿Qué será el goce?
Este libro recoge la producción, animada por las palabras de Jaques Lacan sobre lo que se espera de los participantes de su seminario: “una colaboración a través de comunicaciones efectivas (…) en función de una tarea que implica para cada uno de nosotros nada menos que el porvenir. Si no vienen aquí a fin de cuestionar toda su actividad, no veo por qué están ustedes aquí”. Un espacio de investigación alrededor del concepto del goce, que atraviesa los diferentes momentos de la enseñanza de Lacan.
Partiendo de los fundamentos freudianos, orientados por los paradigmas del goce de J.-A. Miller, abordan la pregunta por el goce desde la interrogación clínica; las declinaciones del goce hacia la certeza o hacia la violencia, el Otro goce en la sexuación femenina…
Como en cada ocasión, está presente el espíritu del Seminario. ¿Qué será el goce?, se propone “interrogar a fondo los conceptos con el fin de no caer en el saber de la ortodoxia”.
Enric Berenguer
Clínica del psicoanálisis aplicado, Red Psi. Centro de Investigación y Docencia en Psicoanálisis Las Mercedes, Caracas, Venezuela, 2009
Reseñado por A. R.
PortadaCapitón nº 4, Seminarios Clínicos. ¿Cómo se construye un caso?
El volumen reúne el primer Seminario Clínico del Centro de Investigación y Docencia en Psicoanálisis “Las Mercedes” de Caracas, dictado por Enric Berenguer psicoanalista miembro de la AMP y de la ELP, en torno a “¿Cómo se construye un caso?”. Su enseñanza muestra los atolladeros que podrían desviarnos en la dirección de la cura, resaltando que un caso se construye alrededor de lo real: síntoma y fantasma son construcciones del analizante que tramitan algo de ese real, dejando siempre un resto.
El volumen incluye, asimismo, los casos que se presentaron en las Primeras Jornadas de la REDPSI. Los psicoanalistas de la NEL Caracas Pronunciamiento intentan dar cuenta, a partir de la clínica, de lo que la orientación lacaniana tiene de práctica orientada por lo real.
Muestran, en cada caso, que confrontar el Otro social supone inventar maneras de responder a los modos actuales del sufrimiento subjetivo.

VVAA.
Editorial Pomaire, Colección mundo psicoanalítico, Venezuela 2008.
Reseñado por L. T.
PortadaPsicoanálisis e hipermodernidad.
Este libro reúne el trabajo de catorce psicoanalistas lacanianos, miembros de diversas Escuelas de Europa y Sudamérica, que interrogan y analizan desde su práctica los síntomas en la época de la hipermodernidad. Textos agudos, rigurosos y a la vez sorprendentes ya que se dejan atravesar por lo nuevo y nos ofrecen claves de lectura para orientarnos.
La era de la evaluación y los efectos del imperio del número, los sujetos del no y las respuestas que los psicoanalistas inventan, la anorexia y el discurso capitalista, asuntos de familia en la época del gran hermano, síntomas contemporáneos abordados desde la clínica de lo real, diagnósticos actuales o la singular posición del sujeto frente al malestar.
“La hipermodernidad liberó en su máxima potencia los tres factores que hacen a la modernidad: el individualismo, que se convirtió en individualismo hedonista; el mercado, que se convirtió en la globalización extrema, y la tecnología, que llegó a límites impensados, como la clonación…”, sostiene Gilles Lipovetsky.
Surgen nuevos paradigmas y con ellos volvemos a preguntarnos ¿qué se espera de un psicoanalista en el momento que nos toca vivir?

Bernardino Horne.
De IPA a Lacan. Grama ediciones, Buenos Aires, 2008.
Reseñado por
PortadaFragmentos de una vida psicoanalítica.
Los fragmentos de una vida psicoanalítica -la suya- que Bernardino Horne nos ofrece, son en realidad, los distintos recursos que él utiliza para aprehender y transmitir un acontecimiento, que marcó el final de un recorrido que se inició en Argentina y terminó en Francia y en el que su lugar fue el de analizante. No se trata del recorrido hacia un título sino el "camino hacia el objeto".
Un acontecimiento y un objeto. Muñido con estas herramientas es fácil orientarse en estos fragmentos y dar con lo que lleva al autor a referirse a la perplejidad, al relámpago, a la sombra espesa y al deseo de saber, hasta encontrar en la anamorfosis final al analizante transformado en el analista que ya estaba allí cuando se inició el recorrido.
Con estas palabras Graciela Brodsky nos invita a la lectura de este libro, que habla de una trayectoria en la que se lee en cada párrafo la huella de un deseo decidido.

L.T.
Ana Lúcia Lutterbach Holck, Florencia Dassen, Esthela Solano
Grama Ediciones, Buenos Aires 2009
Reseñado por A.R.
PortadaFeminidad y fin de análisis.
El psicoanálisis es una experiencia sostenida por una práctica; ello contempla la elaboración de un saber que nutre su teoría. Cada caso se propone en este volumen como referente paradigmático de nuestra experiencia, encarnados en esos testimonios de los resultados de la trayectoria de un análisis y adquieren el valor de un significante amo de la transferencia de trabajo que nos concierne en tanto permite la elaboración colectiva de un saber.
Mario Goldenberg (compilador)
Grama Ediciones, Buenos Aires, 2008.
Reseñado por A. R.
PortadaDe astucias y estragos femeninos
El volumen reúne interesantes aportaciones al trabajo de investigación llevado a cabo en el Atelier Clínico de la EOL, a partir del giro que da Lacan a la célebre pregunta freudiana ¿Qué quiere la mujer? Se trata, como señala M.-H. Brousse, de ahondar en la disimetría da la sexuación para disociar claramente la posición femenina de la posición materna.
Las astucias, a partir del artículo de Brousse en torno a “La astucia de las niñas”, las consecuencias psíquicas y pragmáticas de la sexuación, y los estragos femeninos orientan estos trabajos. Abordan el superyó, la función paterna, el deseo de la madre, el goce femenino y las palabras de amor. Al tomar como referencias testimonios de AE enriquecen con su elaborada enunciación un saber hacer con el goce que queda bien diferenciada de la posición de estrago.
Jorge Chamorro
Grama Ediciones, Buenos Aires, 2008.
Reseñado por L.T.
PortadaLas mujeres.
Este libro recoge el trabajo de investigación que Jorge Chamorro elaboró y transmitió en forma de seminario durante el año 1994, en el marco de la Escuela de Orientación Lacaniana (EOL).
Un recorrido que une con cuidado y precisión las puntas de los desarrollos freudianos sobre la femineidad con la formalización lógica de Jacques Lacan, las llamadas fórmulas de la sexuación.
Además, hace resonar el pensamiento de Georges Duby, quien fuera uno de los más importantes exponentes de la llamada Nueva Historia, con su Historia de las Mujeres.
De esta manera se conforma una tríada: mito-historia-lógica con la que se pueden leer los tres términos, mujer, femenino y lenguaje, desde una perspectiva articulada en el desfiladero delimitado entre historia y estructura.
Las mujeres y la locura, Sexuación o sexualidad, Lo femenino según Freud, Estragos de la relación madre-hija, No hay relación sexual, Los caminos de una mujer, Intersección entre el goce femenino y el final del análisis, Dónde ubicar al hombre, son algunos de los sintagmas que Chamorro nos presenta y despliega a lo largo del libro.
Como dice, en su presentación C. Rossi, una forma de transmitir el psicoanálisis como saber expuesto, que alienta una forma nueva, no para hablar de las mujeres sino para hablar con las mujeres.
Clotilde Leguil
París, Sueil, 2009
Reseñado por A. R.
PortadaLes amoureuses. Voyage au bout de la feminité.
La autora, dedicada a la filosofía y a la psicología, nada ajena a la orientación lacaniana, nos formula preguntas que van al fondo del ser femenino y sus enigmas. Lo hace analizando de manera sutil tres interesantes films de la última década del siglo XX, que despliegan con brillantez los encuentros y desencuentros amorosos de tres mujeres en los inicios del siglo XXI. ¿Les impone la época un Eros ligero, sin trabas y también sin consecuencias? ¿Supone aceptar que los estragos de la pasión queden en manos de quienes sólo ven en ese sufrimiento subjetivo una disfunción neuro-cognitiva? Los films, y las elaboraciones de la autora, muestran el reverso, a menudo trágico, de esa visión reductora de la experiencia amorosa, para revelarnos su dimensión iniciática.
A través de Las vírgenes suicidas, de Sophia Coppola, La vida de los otros, de F. Henckel von Donnersmarck y Mulholland Drive de David Lynch, Clotilde Leguil nos desvela lo que ella llama, usando el término cinematográfico, el making of de estas enamoradas. En el curso de ese pasaje iniciático, las protagonistas —Lux, Christa y Diane— se pierden en un mundo extraño dónde nada de lo que ellas esperaban, está escrito. Lux nos muestra que la experiencia de ‘la primera vez’, cuando fracasa, confronta a la joven a una angustia mortal, en la que el estrago materno, en su omnipotencia, cortocircuita el deseo y deja en un real sin salida el intento de separación del lugar asfixiante de objeto de la madre. La heroína de Henckel nos muestra cómo el amor puede convertirse en lugar de resistencia a la deshumanización totalitaria (y no sólo en una sociedad regida así). Por su parte, la protagonista de Lynch nos confronta a la significación última de la búsqueda del enigma femenino.
La obra de estos tres realizadores logra mostrar, en el destino trágico de estas tres mujeres de hoy, que para el goce femenino, en su otredad enigmática, la experiencia amorosa tiene lugar en la dimensión más secreta, aquella que implica el descubrimiento del propio ser en su radical Otredad.
Gilles Lipovetsky
Anagrama, Barcelona, 2007
Reseñado por C. R.
PortadaLa felicidad paradójica  Ensayo sobre la sociedad de hiperconsumo
Un retrato económico y sociológico notable del mundo “turboconsumidor” y su protagonista, Homo consumericus, ese consumidor desaforado característico de nuestro tiempo que, flexible y móvil, liberado de las antiguas culturas de clase, al permanente acecho de experiencias emocionales nuevas y de un bienestar cada vez mayor, aspira a absolutamente todo lo que este mundo parece tener para ofrecerle: calidad de vida y de salud, marcas de prestigio, autenticidad, inmediatez, comunicación y placer en grado creciente. Sin embargo, aun apoyado en la nueva religión de la mejora constante de las condiciones de vida, el Homo felix no alcanza la felicidad fácilmente, así como tampoco logra librarse de sí mismo en la civilización del ocio.
El libro ahonda en esta paradoja, a la vez que describe en detalle el imperio de tiempos muertos y contornos infinitos por el que vaga, más desamparado que nunca, el individuo contemporáneo. Y muestra cómo, si el “vivir mejor” se ha convertido en una pasión de masas, en el objetivo supremo de las sociedades democráticas, no por eso la sociedad de hiperconsumo propia de la etapa actual del capitalismo deja de multiplicar las frustraciones, la ansiedad y la depresión en proporciones adecuadas a sus pretensiones de omnipotencia. Un ensayo brillante, en el que Lipovetsky se deja desgarrar por sus propias ideas, condenando lo que antes había ensalzado para descubrir el carácter quimérico y mediocre del materialismo contemporáneo. Y un análisis que demuestra la perfecta coherencia entre las causas y los efectos de lo que en el seno de nuestras sociedades parece en principio contradictorio: el sentimiento de insatisfacción creciente originado por la promesa y la posibilidad de recibir satisfacciones mayores cada día.
Ramin Jahanbegloo
Arcadia, Barcelona, 2008.
Reseñado por C. R.
PortadaL’imperatiu intercultural.
Este breve volumen presenta el texto de la conferencia pronunciada por el autor en la Fundación Collserola, en Barcelona, en junio de 2008, y procura esclarecer el impreciso concepto de “diálogo entre culturas” para poner en evidencia los valores por descubrir a través de su práctica.
“Si promovemos una mejor comprensión del otro”, argumenta Jahanbegloo, “y recogemos lo mejor de cada cultura, el diálogo podría contribuir a generar nuevos impulsos de creatividad en las sociedades.” Esta visión positiva de las posibilidades de intercambio entre mundos que a primera vista podrían parecer opuestos o excluyentes entre sí es la base del discurso del autor, que ve en la pluralidad la única vía de solución de los conflictos que todo fanatismo tiende a exasperar, así como la mejor alternativa frente a la barbarie.
Otras obras recientes en que desarrolla y amplía las mismas ideas y conceptos son The Clash of Intolerances, Elogio de la diversidad y La solidaridad de las diferencias.
Shula Eldar (compiladora)
Colección ELP; Editorial Gredos,
Madrid 2009.
Reseñado por Patricia Heffes
PortadaMujeres, una por una
Oportuno, el estudio de la feminidad reclama una investigación que la ubique en relación con las coordenadas que definen la civilización contemporánea. Entre retazos, piezas sueltas, pulverizaciones, la práctica del psicoanálisis desvela cada vez más descarnadamente que la sexualidad “es el núcleo más opaco de lo humano” (p.10) y que los distintos modos de gozar implican la cuestión femenina como un enigma “que concierna tanto a los hombres como a las mujeres”. (p.12)
¿Por qué elegir el adjetivo “oportuno” entre todos los posibles? Es oportuno en tanto que conveniente. En el trabajo de desciframiento que el psicoanálisis va haciendo sobre la civilización actual, el problema de la sexualidad femenina requiere -por razones de lógica- un lugar principal. ¿Acaso las consecuencias del declive del padre en nuestra época están absolutamente precisadas?
El estudio de los efectos de la pulverización del padre tradicional obliga a preguntarse qué lugar para las mujeres, qué lugar para lo femenino, cuando la mediación que servía de barrera al estrago materno está debilitada. La clínica actual, clínica del no-todo, revela que el debilitamiento de la función paterna da lugar al fortalecimiento de la relación con la madre. Los textos que aquí se exponen son un modo de iniciar el trabajo para quien se sienta interrogado por lo que en ellos se escribe.
“Mujeres, una por una” está organizado en cuatro apartados. La pregunta freudiana “¿Qué quiere la mujer?” que situó a la feminidad como enigma, atraviesa los escritos compilados en franca dialéctica con la apuesta lacaniana “La mujer no existe”. Desde la cuestión de la diferencia sexual que inaugura el libro hasta el “cher(e) maître” de Flaubert que lo cierra, siguen esta clave. El primer apartado se titula “La diferencia de los sexos en el discurso social” y entronca con el segundo: “Maltratos”, que extrae los modos de gozar de ese discurso. La multiplicidad de los goces da paso a la lectura de los casos – uno por uno- del tercer apartado: “Las mujeres y sus síntomas”. Finalmente, la cuestión central es llevada a producciones de escritura y del arte en el cuarto y último apartado: “Escritura y arte”. Virginia Wolf, Frida Kahlo, la Sra. Klein y George Sand interrogan la diferencia de los sexos en el discurso social.
Lo múltiple de las cuestiones que el libro trata se articula en el saber que se obtiene de su lectura: lo ilimitado del goce femenino, loco y enigmático, escapa a la regulación fálica. Así, la soledad, la anorexia, la violencia, el maltrato, histeria y obsesión, el problema de la perversión, son modos de tratamiento de lo real como imposible, que es lo propio de su posición.
Los autores, son psicoanalistas miembros de la Asociación Mundial de Psicoanálisis, excepto dos de ellos ciertamente muy próximos. Shula Eldar, psicoanalista miembro de la AMP, es quien ha reunido estos trabajos, los ha ordenado y ha sabido hacer con ellos para obtener un volumen que enseña. Con su “Introducción”, alienta la curiosidad indispensable a toda buena lectura.
Agradecemos a todos ellos su trabajo y recomendamos su lectura.
Eisler, M-J. y Isakower, O.
Les Documents de la Bibliothèque de l’École de la Cause Freudienne, E.C.F., París, 1996, Sig. XXVI.4.(18)
Reseñado por A.R.
PortadaDE L’AUTRE. Deux références du Séminaire III de Jacques Lacan
En este número de la serie de folletos que publica la E.C.F., dedicados a dar a conocer las referencias a los autores que Lacan cita en sus seminarios, se incluyen dos artículos muy significativos: el primero del neurólogo y crítico de arte húngaro Michael Josef Eisler, titulado: “Un fantasme de grossesse inconscient chez un homme inséré dans le tableau clinique d’une hystérie traumatique. Contribution clinique à l´érotisme anal”, publicado en Budapest en 1920. Es muestra del olvido de la función paterna en el análisis de la neurosis obsesiva. Extensamente comentado en el capítulo XII en el contexto de la diferenciación entre el síntoma histérico y las psicosis, especialmente en relación al caso Schreber en el que también se dibuja la pregunta sobre la procreación femenina.
El texto es de 1921 y, ya bastante dominado por los desarrollos de la nueva psicología del ego pero, sin embargo, no deja de ser muy freudiana la vívida manera en que entran a jugar en su descripción los elementos económicos de la libido del sujeto.
El segundo artículo a que Lacan remite en su Seminario “La psicosis” es el de Otto Isakower, titulado: “De la position exceptionnelle de la sphère auditive”, escrito en 1939, propone una suerte de síntesis entre la etología animal y la metapsicología freudiana, es ejemplo elocuente de las deformaciones del pensamiento analítico que se llevan a cabo en ciertos círculos anglosajones en los albores de la guerra.
Milner, J-C
Navarin Éditeur, 2005, Sig. XXVI.4.(38)
Reseñado por Amalia Rodríguez
PortadaLa politique des choses
“La evaluación no es una palabra, es una palabra de orden”. Habla el autor de la duplicidad que se esconde tras un vocablo aparentemente inocuo, que esconde todo un aparato de control y de homogenización de lo humano. Ya antes del siglo XIX espíritus bienpensantes avanzaron la hipótesis de que gobernar era una cuestión demasiado seria para confiarla a lo seres que hablan. Valdría más confiarlo a las cosas, que se gobiernan solas. La política más sabia sería, así, la que explique qué quieren las cosas. El experto a quien confiar ese saber tendría la misión de traducir lo que dicen las cosas. La estrategia óptima, la más prometedora, tendría un programa que cumplir: la transformación aceptada de los hombres en cosas.
La evaluación tiene ahí su lugar: en cada etapa, llevaría a cabo los procedimientos adecuados para que quedara establecido el gobierno absoluto de las cosas. No solo captaría al hombre en sus actos externos —evaluar las conductas, los resultados, las obras— sino también captaría del hombre los más íntimos secretos, les colocaría para siempre la marca de lo inerte.
Mucho más radicalmente que ninguno de sus predecesores, el hombre en la era de la evaluación se ha convertido en objeto, en el último de los objetos, el más pasivo de todos, el juguete de todas las fuerzas que pasen por su lado.
Otro vocablo jurídico prolifera en la sociedad de la gestión contable: evidencia, calco del inglés que se corresponde con el castellano prueba. Con la complicidad del nuevo traductor autómata se borra una diferencia esencial. El trecho que separa una ‘prueba’ de una ‘evidencia’ es claro en la tradición latina; hoy ese borramiento se instala en el nuevo lenguaje social transnacional. El término se sitúa exactamente, como señala Milner, en el punto de juntura entre el razonamiento científico y la prueba policial, pero a diferencia de la prueba, que supone a un sujeto, la ‘evidencia’ se inscribe por completo del lado de las cosas. Designa el momento mítico en que las cosas hablan solas. ¿Se trata de un efecto de la tradición empirista anglosajona? Puede que sí, aunque los grandes empiristas sabían mejor que nadie que las cosas son mudas o hablan oscuramente. Por eso, se trataría de pensar la cuestión desde una idea determinada del poder. Idea, que, prescindiendo del diccionario, se ha convertido en la mentira fundadora de ese gobierno de las cosas.
Laurent, E
Colección Diva, Buenos Aires, 2005, Sig. III.2.(47)
Reseñado por Amalia Rodríguez
PortadaLost in Cognition
Al hilo del magnífico título de Sophia Coppola, Eric Laurent confronta la uni-ideología contemporánea: ese lazo tan apretado como espúreo de conductismo y cognitivismo que intenta en todo momento reducir el sujeto a objeto al no dar ningún lugar a la pérdida, al vacío en que el sujeto habría de alojarse. Ante el empuje imparable de esas formas de pseudociencia, Laurent hace un recorrido por la gestación de esa ideología y su intento de hacer entrar, allá por los años sesenta al psicoanálisis en la psicología general, al precio de una simplificación radical. Tales planteamientos asombran por su simpleza: el cognitivismo, de hecho, se reduce a muy poca cosa: propone una identificación imaginaria con el otro y un autocontrol basado en la imagen de sí. Modelos, en todo caso, incapaces de dar cuenta de lo que queda más allá de todo modelo de aprendizaje: la inmersión del sujeto en el lenguaje.
El protagonista de Coppola, un actor que encarna a un actor, un personaje perdido en los espejismos de su yo, un sujeto intraducible que intenta leerse en otras lenguas. Impecable versión posthumana de los versos de Hölderlin: “Un signo somos, indescifrable, y en tierra extraña casi hemos perdido nuestra lengua…”. Imagen del desamparo contemporáneo que nos introduce al tema del libro: al sujeto que Laurent nos propone extraer de la confrontación del psicoanálisis, y su intraducibilidad, con la babel de las falsas ciencias y su traducción a las neurociencias.
Coppola toma sin duda el título de un célebre enunciado de uno de los más populares poetas norteamericanos, Robert Frost, que definía así la poesía: “Poetry is what is lost in translation”. Bella fórmula que pone en primer plano lo que se juega en esa pérdida: es el sujeto mismo lo que se pierde en la traducción, como es la poesía, el arte en toda su extensión, lo que queda fuera de esa ideología que hoy pretende sustituir no ya al saber, sino a la ciencia misma!
Naveau, P.
Ed. Económica, París, 2004, Sig. XXV.6.(41)
Reseñado por Rosana Álvarez
PortadaLes psychoses et le lien social. Le nœud defait.
El autor parte del interrogante que le despierta la psicosis como enfermedad mental en relación a la construcción del lazo social. El psicoanálisis nos enseña que éste es creado por la estructura del lenguaje. El simpthôme es, en cada caso, aquello que da una escritura particular. En la psicosis, el lazo social se deshace a riesgo de romperse en el punto donde el lenguaje deviene pulverizado. El problema consiste en estar en la sociedad y a la vez "por fuera" de dicho lazo. Para él, el nudo está desanudado. La propuesta del autor es la de distinguir cuatro puntos principales: El problema de la responsabilidad, lo cual implica que el sujeto rechaza la culpabilidad del lado del A; las consecuencias que tiene la ausencia de lazo social, en lo que concierne a su relación con el lenguaje; la posición del sujeto psicótico que, por su relación al lazo social, asume diferentes modalidades que van de la tragedia a la comedia; la actividad de la escritura como posibilidad de suplencia.
En este libro, se distinguen cuatro apartados: la voz en la psicosis, el problema de la identificación, el niño y la psicosis, literatura y psicoanálisis. La primera parte estudia el mecanismo de la alucinación verbal. La segunda, trata el problema del ser en la psicosis. La tercera parte se refiere al aprendizaje del lenguaje en el infante, a la falla que hay donde se arriesga el tener entre la palabra y la frase. En la última parte, se tratan los casos de Beckett y Joyce, haciendo hincapié en la letra y la escritura, los nudos y la invención de una solución que les es propia.
Belaga, G. (compilador)
Grama Ediciones, Buenos Aires, 2004, Sig. XXV.6.(44)
Reseñado por Gemma Ribera
PortadaLa urgencia generalizada, La práctica en el hospital
El libro, con aportaciones de distintos colegas de la AMP, aborda un tema de actualidad, y elevada prevalencia, en la práctica clínica: "la urgencia".
Dos cuestiones, hilvanadas en cada apartado, sirven para dilucidar y articular respuestas en torno a ¿qué entendemos por urgencia? y ¿cuál es el aporte de la práctica psicoanalítica al tratamiento de ese nuevo síntoma , llamado "urgencia subjetiva"?
Si por un lado la urgencia viene caracterizada por la brusca perturbación del pensamiento, sentimientos o acciones que requieren de un tratamiento inmediato, o por una alteración psicopatológica aguda que reclama la presencia inmediata del especialista, es muy importante tener en cuenta la perspectiva de su gestación; es preciso dilucidar cómo se ha alcanzado ese momento. Desde el psicoanálisis, desde su práctica y aplicación, conviene indagar qué responsabilidad se ha eludido para que en lugar de formular la demanda se imponga la urgencia. No hay que olvidar, dato a retener, que la urgencia impone al sujeto obtener respuestas sin haber podido, o querido, hacer las preguntas, por tanto el compromiso subjetivo queda eludido, camuflado.
Debemos situarnos, en la atención a "la urgencia", de modo tal que la crisis no encubra por completo el espacio de la subjetividad. Se trata de atender la urgencia sin legitimarla, lo que supone querer saber quién viene o quién es llevado; interrogarnos sobre el diagnóstico del sujeto. Dejar un tiempo, después de una primera estabilización de la situación crítica, que permita la posibilidad de un futuro tratamiento. Tratamiento que a distancia de ese primer mome nto de la urgencia — tiempo de la prisa—, permita al sujeto interrogarse sobre su síntoma, un tiempo inaugural para la modificación subjetiva.
Bentham, J.
Marcial Pons Editores, Madrid, 2005, Sig. XXV.8.(2)
Reseñado por Amalia Rodríguez
PortadaTeoría de las ficciones
¿Qué pasaría si una persona recogiese parte de los escritos de otra y, organizándolos de una manera aleatoria, los publicara en once volúmenes? Esto fue lo que hizo el discípulo de Jeremy Bentham (1748-1843), John Bowring, con sus manuscritos, al publicarlos en 1843 como The Collected Works of Jeremy Bentham. ¿Qué pasaría si otra persona, interesada en el lenguaje, la lógica, la gramática y los procesos de simbolización, casi un siglo más tarde, se dedicara a rastrear los volúmenes de Bowring y, con lo encontrado, publicara un libro con un título de su propia cosecha? Esto fue lo que hizo el filósofo del lenguaje norteamericano Charles K. Ogden con el libro Bentham's Theory of Fictions (1932).
Este es el trasfondo que subyace a este libro, ahora en versión castellana, con el título de Teoría de las Ficciones. Una obra que pretende, por un lado, explorar el lenguaje en sus diversas manifestaciones —jurídic a, científica y metafísica— y, por otro, desarrollar mecanismos que permitan desmontar las prácticas discursivas, principalmente las del discurso jurídico, visto como un caso especial de ficción ontológica. Para Bentham las normas jurídicas son tales, no porque gocen de una cualidad intrínseca que les dé ese carácter, sino simplemente porque son ficciones garantizadas en su cumplimiento por las prácticas coercitivas del poder. Completan esta edición sendos estudios que contextualizan la época de Bentham y que analizan su discurso.
Jeremy Bentham, de quien en 1998 se cumplieron 250 años de su nacimiento en Londres, logró imponer en Inglaterra, desde 1781, propuestas parlamentarias que promovían reformas jurídicas para la transformación de las cárceles (en 1855 Dickens criticará la inhumanidad de estas prisiones en Little Dorrit) y la reforma de las leyes penales y procesales. Publicará el Panóptico y tratados de legislación civil y penal que influyeron en el ordenamiento jurídico de diversos países europeos. Sus ideas utilitaristas quedan plasmadas en Teoría de las penas y de las recompensas. J.S.Mill es uno de sus más célebres discípulos pero Bentham es también inspiración en diferentes proyectos de socialistas utópicos y liberales, entre ellos los autores de la Constitución de Cádiz en 1812. En 1834, uno de nuestros más célebres anarquistas traduce sus Principios de legislación y codificación, que van a influir en el pensamiento político español del siglo XIX.
Ya en el XX se fija en sus aportaciones Michel Foucault, para quien Bentham es el complemento de Rousseau en su sueño de una sociedad límpida, visible y legible. Analiza su panóptico en Vigilar y Castigar. El dispositivo institucional de control es concebido por Bentham para "triturar pícaros en honestos, y ociosos en industriosos". Edificios construidos de modo tal que los allí alojados, sean presos, obreros o alumnos, puedan ser observados por un "ojo vigilante" con fines represivos-productivos desde todo ángulo sin que ellos lo sepan (la cárcel Modelo de Barcelona es buen ejemplo de su método e influencia).
No es casual que Lacan prestara especial atención a este autor en su Ética del psicoanálisis para señalarlo como el padre del utilitarismo, pensamiento que subyace a las modernas corrientes del pragma tismo que han derivado en el actual dominio del conductismo y su extensión a todos los campos del saber bajo la ficción cognitivista. Pero "fictitious", advierte Lacan, no quiere decir ilusorio o engañoso, sino ficticio en el sentido de que "toda verdad tiene una estructura de ficción". El esfuerzo de Bentham, continúa Lacan, se instaura en la dialéctica de la relación del lenguaje con lo real para situar el bien —el placer, que articula —de modo muy distinto a Aristóteles— del lado de lo real. En el interior de esta oposición entre la ficción y la realidad viene a ubicarse para Lacan el vuelco que supone la experiencia freudiana (Ética, 22). 'Ficticio' remite, así, al registro simbólico en Lacan, particularmente interesado en la posición ética a que el pensamiento benthamiano da lugar.