S.O.L. · Sábados de la Orientación Lacaniana · Dissabtes de l’Orientació Lacaniana
ALLÒ QUE ELS ADOLESCENTS NO VOLEN SABER
A l’hora de definir la sexualitat humana en els seus Tres assaigs de teoria sexual, Sigmund Freud en va dedicar un a “Les metamorfosis de la pubertat”. Hi explica de quina manera, en referir-nos als adolescents, hem de tenir en compte que en aquest temps s’hi produeixen uns ajustaments importants per als quals la natura no els prepara: un nou accés al gaudi els confronta amb el seu propi cos i amb l’altre sexe.
A la nostra època, l’escenari d’aquesta confrontació comprèn uns vincles socials molt precaris i una invitació al consum desenfrenat. La nostra època presenta també una singular paradoxa: en un moment en què el saber tractat com a informació sembla estendre’s per tot el planeta sense fissures, a la nostra clínica constatem que la sexualitat segueix fent un forat en aquest saber. Als adolescents d’avui, com als d’ahir, no els serveixen els sabers prêt a porter i es troben obligats a inventar una resposta particular als enigmes que els planteja el gaudi, tant el referit al sexe com el referit al que és contingent de l’existència.
Totes aquestes dificultats en l’ordre del saber i de la conducta es posen en joc tant en el camp dels aprenentatges com en els encontres amb la diferència sexual.
A través d’exemples extrets de la clínica psicoanalítica tindrem ocasió d’entreveure quin és aquest saber enfront del qual els adolescents es veuen empesos a no voler-ne saber res, fins i tot quan es troben amb la responsabilitat de fer eleccions i de prendre decisions que no seran pas sense conseqüències.
LO QUE LOS ADOLESCENTES NO QUIEREN SABER
A la hora de definir la sexualidad humana en sus Tres ensayos de teoría sexual, Sigmund Freud dedicó uno de ellos a “Las metamorfosis de la pubertad”. En él explica de qué modo, al referirnos a los adolescentes, debemos tener en cuenta que en ese tiempo se producen unos reajustes importantes para los que la naturaleza no les prepara: un nuevo acceso al goce les confronta con su propio cuerpo y con el otro sexo.
En nuestra época, el escenario de esa confrontación comprende unos vínculos sociales muy precarios y una invitación al consumo desenfrenado. Nuestra época presenta también una singular paradoja: en un momento en que el saber tratado como información parece extenderse por todo el planeta sin fisuras, en nuestra clínica constatamos que la sexualidad sigue haciendo un agujero en ese saber. Los adolescentes de hoy, como los de ayer, no se pueden valer de los saberes prêt a porter y están convocados a inventar una respuesta particular ante los enigmas que les plantea el goce, tanto el referido al sexo como el referido a lo contingente de la existencia.
Todas esas dificultades en el orden del saber y de la conducta se ponen en juego tanto en el campo de los aprendizajes como en los encuentros con la diferencia sexual.
A través de ejemplos extraídos de la clínica psicoanalítica tendremos ocasión de vislumbrar cuál es ese saber ante el que los adolescentes se ven empujados a no querer saber nada, incluso cuando se encuentran con la responsabilidad de hacer elecciones y de tomar decisiones que no serán sin consecuencias.
PONENTS:
Rosa Mª Calvet, Catherine Galamán, Ceres Lotito, Gemma Ribera, Jorge Sosa y José Ramón Ubieto
COMISSIÓ D'ORGANITZACIÓ:
Àngela Gallofré, Joan Gibert (responsable), Josep Sanahuja, Antoni Vicens
Més informació:
· PROGRAMA
· INSCRIPCIÓ (fins el 28 de març)
· DINAR (reserves fins el 20 de març)
· HORARIS DE TRENS
A l’hora de definir la sexualitat humana en els seus Tres assaigs de teoria sexual, Sigmund Freud en va dedicar un a “Les metamorfosis de la pubertat”. Hi explica de quina manera, en referir-nos als adolescents, hem de tenir en compte que en aquest temps s’hi produeixen uns ajustaments importants per als quals la natura no els prepara: un nou accés al gaudi els confronta amb el seu propi cos i amb l’altre sexe.
A la nostra època, l’escenari d’aquesta confrontació comprèn uns vincles socials molt precaris i una invitació al consum desenfrenat. La nostra època presenta també una singular paradoxa: en un moment en què el saber tractat com a informació sembla estendre’s per tot el planeta sense fissures, a la nostra clínica constatem que la sexualitat segueix fent un forat en aquest saber. Als adolescents d’avui, com als d’ahir, no els serveixen els sabers prêt a porter i es troben obligats a inventar una resposta particular als enigmes que els planteja el gaudi, tant el referit al sexe com el referit al que és contingent de l’existència.
Totes aquestes dificultats en l’ordre del saber i de la conducta es posen en joc tant en el camp dels aprenentatges com en els encontres amb la diferència sexual.
A través d’exemples extrets de la clínica psicoanalítica tindrem ocasió d’entreveure quin és aquest saber enfront del qual els adolescents es veuen empesos a no voler-ne saber res, fins i tot quan es troben amb la responsabilitat de fer eleccions i de prendre decisions que no seran pas sense conseqüències.
LO QUE LOS ADOLESCENTES NO QUIEREN SABER
A la hora de definir la sexualidad humana en sus Tres ensayos de teoría sexual, Sigmund Freud dedicó uno de ellos a “Las metamorfosis de la pubertad”. En él explica de qué modo, al referirnos a los adolescentes, debemos tener en cuenta que en ese tiempo se producen unos reajustes importantes para los que la naturaleza no les prepara: un nuevo acceso al goce les confronta con su propio cuerpo y con el otro sexo.
En nuestra época, el escenario de esa confrontación comprende unos vínculos sociales muy precarios y una invitación al consumo desenfrenado. Nuestra época presenta también una singular paradoja: en un momento en que el saber tratado como información parece extenderse por todo el planeta sin fisuras, en nuestra clínica constatamos que la sexualidad sigue haciendo un agujero en ese saber. Los adolescentes de hoy, como los de ayer, no se pueden valer de los saberes prêt a porter y están convocados a inventar una respuesta particular ante los enigmas que les plantea el goce, tanto el referido al sexo como el referido a lo contingente de la existencia.
Todas esas dificultades en el orden del saber y de la conducta se ponen en juego tanto en el campo de los aprendizajes como en los encuentros con la diferencia sexual.
A través de ejemplos extraídos de la clínica psicoanalítica tendremos ocasión de vislumbrar cuál es ese saber ante el que los adolescentes se ven empujados a no querer saber nada, incluso cuando se encuentran con la responsabilidad de hacer elecciones y de tomar decisiones que no serán sin consecuencias.
PONENTS:
Rosa Mª Calvet, Catherine Galamán, Ceres Lotito, Gemma Ribera, Jorge Sosa y José Ramón Ubieto
COMISSIÓ D'ORGANITZACIÓ:
Àngela Gallofré, Joan Gibert (responsable), Josep Sanahuja, Antoni Vicens
Més informació:
· PROGRAMA
· INSCRIPCIÓ (fins el 28 de març)
· DINAR (reserves fins el 20 de març)
· HORARIS DE TRENS
CALENDARIO
Dissabte 29 de març de 2008Sábado 29 de marzo de 2008
SEU DE TARRAGONA de l’ELP-CdC
Fortuny 23, 1r 1a
Tarragona
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9h 45’ RECEPCIÓ
10h 15’ PRESENTACIÓ
Xavier Esqué (President de l’ELP)
Joan Gibert (Secretari de la Seu de Tarragona de l’ELP)
10h 30’ Taula 1: QÜESTIONS D’ÈPOCA
Ceres Lotito: «¿Qué sabemos de los adolescentes?»
Catherine Galaman: «No saben qué les pasa»
Rosa Calvet: «Clínica lacaniana de los trastornos del comportamiento»
Coordina el debat: Àngela Gallofré
12h PAUSA-CAFÈ, amb coca de Ca l’Hereuet de Vilabella
12h 30’ Taula 2: RETALLS EN EL SABER
Jorge Sosa: «Lo que no está programado»
Gemma Ribera: «Saber ... per a què?»
J.R Ubieto: «Las otras adolescencias»
Coordina el debat: Josep Sanahuja
14h CONCLUSIONS
Antoni Vicens (Director de la CdC de l’ELP)
- Título
- SOL DE TARRAGONA
- Fecha
- 29/03/2008
- Horario
- A determinar
- Descripción
- Lo que los adolescentes no quieren saber
El S.O.L, organizado por la Escuela de Psicoanálisis de la Comunidad de Cataluña en la Sede de Tarragona, contó con una nutrida concurrencia, tanto es así que ninguna silla, de las cincuenta y cinco disponibles en la sala, quedó vacía. Éxito de participación reforzado por la asistencia de doce colegas de la Sede de Barcelona que optaron por estar ahí con nos-otros haciendo com-unidad.
La Jornada Clínica se estructuró en dos mesas articuladas alrededor de “Cuestiones de época” y “Recortes en el saber”.
Antes de dar paso a las ponencias, Joan Gibert se dirigió a los asistentes para excusar la asistencia de Xavier Esqué, a quién las responsabilidades institucionales obligaron a cambiar la luz del prometedor SOL de Tarragona por la de la Matinée del Pase en París.
El secretario de la Sede de Tarragona leyó el discurso1 que el presidente de la ELP había preparado para la ocasión y pronunció unas palabras de presentación y bienvenida2.
Àngela Gallofré, coordinadora de “Cuestiones de época”, subrayó el peligro que entraña tomar los acontecimientos de las adolescencias desde el déficit, ya que ello empuja a buscar una solución para todos, una homogeneización, que tiende a borrar la dimensión subjetiva. Tres ponencias, con su respectivo ejemplo clínico, permitieron entrever los intríngulis de un saber escurridizo.
Ceres Lotito: Bajo la pregunta “Qué sabemos de los adolescentes?” nos presenta a Nancy; una joven a quien un ciclo de entrevistas le permitió adquirir un tanto de saber sobre lo que la llevó a cometer una infidelidad, de la que dirá: “Sabía lo que hacía, pero no por qué lo hacía”. Un tiempo suficiente para saber que el hecho de no querer perder la posición de excepción para el Otro, el padre en este caso, junto con la demanda de amor incondicional “la cegaban” de tal manera, que un sencillo halago fue suficiente para ser infiel a su novio, aún con el consecuente malestar que esto le reportó. Se vio que la salida a este tipo de situaciones pasa, no tanto por borrar las diferencias, como por rescatar lo particular y singular de cada cuál.
Catherine Galaman: En su “No saben lo que les pasa” expuso el caso de dos chicas jóvenes en las que sus dificultades se concretaban en un “no puedo”, para la una, y un “no valgo” para la otra. Las repercusiones de sus respectivas posiciones en sus estudios, relaciones y encuentros eran manifiestas. Se vio como la solución que propició la remisión del malestar devino, para cada una de ellas, particular e intransferible. El ejemplo permitió poner de relieve que los adolescentes de hoy piden una terapia que les libre de su malestar. Asimismo reivindicó la diferencia entre chicos y chicas, una diferencia que, las más de las veces, el término adolescencia vela o pasa por alto.
Rosa Calvet: Desde su experiencia en el CPCT-Joves, donde los adolescentes hallan la posibilitad de interrogar el sinsentido de los trastornos conductuales, abordó el tema desde la “Clínica Lacaniana de los trastornos del comportamiento” y contrapuso lo real de la ciencia, que en pro de la seguridad incrementa programas de prevención, a lo real del psicoanálisis que ofrece la posibilidad de interrogar al sinsentido de una conducta movida por el deseo inconsciente. Ilustró el tema con el caso de la joven que, ante Freud, levanta sus ropas con una mano, mientras que con la otra vela su cuerpo y lo sustrae de la mirada del otro. Una pantomima que muestra cómo Freud ya daba valor a los trastornos de conducta, que como el del caso descrito, ponen de relieve la insatisfacción como modalidad de sostén del deseo.
Josep Sanahuja, coordinador de la mesa “Recortes en el saber”, resaltó la importancia de tomar en cuenta las vías particulares a partir de las cuales cada adolescente encuentra su orientación. Situados en ese contexto, encontrar con quién hablar resulta fundamental para poner palabras a un goce que toma cuerpo y resulta extraño a la palabra. Tres ejemplos clínicos permitieron dar cumplida cuenta de ello.
Jorge Sosa: En su intervención sobre “Lo que no está programado”, se centró, a partir de una viñeta clínica, en señalar la relación entre las soluciones encontradas en la infancia y su puesta a prueba en la adolescencia. Partió de la idea freudiana de que hay una estructura que espera al sujeto, aunque su subjetivación dependa de contingencias. Un sujeto de catorce años, ante un encuentro contingente responde con una conducta agresiva que, en el curso del tratamiento, remite cuando puede elaborar algo de su posición frente al deseo del Otro parental.
Gemma Ribera: Bajo el título “Saber... ¿para qué?” se refirió a la problemática del saber puesto en juego por un joven adolescente que se ve confrontado a tener que asumir que había sido adoptado, saber que compromete profundamente su mundo imaginario y simbólico en el que se sustentaba su existencia, y que lo conduce a tomar una posición de negación en relación al saber. La maniobra en la transferencia, consistente en no poner ningún otro saber en juego que aquél que el sujeto aporta, hará posible que llegue a darse cuenta que su manera de comportarse supone una posición subjetiva que lo empuja justo al mismo lugar del que quiere escapar.
J. R. Ubieto: Se refirió a “Las otras adolescencias”, aquellas que por ser discretas pueden pasar también desapercibidas. Puso el acento en la confianza en la solución sintomática y en tratar de rescatar lo que en el sujeto mismo funciona ya como tratamiento del malestar para, a partir de ese síntoma, saber hacer un lazo social. Tarea, ésa, más interesante que tratar de eliminar el síntoma o corregirlo, desde el pretexto de considerarlo como déficit cognitivo, social o neurológico. La cuestión estriba en conseguir que cada cual consiga hacerse un nombre con su goce particular. El ejemplo clínico de un joven de quince años sirvió para ilustrar una salida inventiva alrededor del uso particular de un objeto –los trenes– a modo de suplencia. Una salida que permite pensar un vínculo más productivo para el sujeto mismo y para su entorno.
Conclusiones
Conviene, después de una sesión como esta, intentar recoger lo que los adolescentes nos enseñan. Para comenzar, las máscaras que puede adoptar el significante, privilegiado para todo sujeto, que denominamos el Nombre-del-Padre. Sobre sus figuras podemos leer de todo, hasta el límite que nos presenta el caso de N, con un intento de suicidio. Lo que nos demuestra que las máscaras no son vanas.
Los adolescentes también nos enseñan que no todo el goce se sitúa en el significante que, a partir del cuerpo, como objeto parcial o como imagen, se configura como falo. Y es el mismo cuerpo, por ejemplo, el que tiene que acoger la inscripción del exceso. De aquí las pruebas, incluso los sacrificios, a los que el adolescente somete su cuerpo.
Con este SOL encontramos argumentos para situar el goce como un límite al saber; y precisamente hoy, cuando se difunde por el mundo el mensaje de un conocimiento sin fronteras.
A veces el goce se pone contra el saber. Entonces vemos la proliferación del árbol de Navidad perpetuo, del que cada noche cuelga un nuevo objeto que condensa un goce bajo la forma de un saber cada vez más oscuro. Objetos que ya no son magia, sino la realidad misma de una omnipotencia que no convoca ningún testimonio subjetivo. La clínica de los adolescentes nos revela cómo esa abundancia acoge los sujetos como objetos cada vez más eficientes en el aparato, con lo que hace florecer nuevos síntomas del no-querer-saber.
El discurso psicoanalítico nos procura aún más saber sobre el goce. Es lo que veíamos más arriba como la función de la máscara múltiple del Nombre-del-Padre: sabemos leer entre las líneas del intento de suicidio del padre de N un saber negativo, un no querer saber el valor del saber. Cuando Freud pisó el suelo de la Acrópolis, el suelo sobre el que su padre nunca pudo poner los pies, el suelo por el que caminaron los Sabios de la Antigüedad, los maestros a la altura de los cuales el mismo Freud se puso elaborando el saber del psicoanalista, reconoció con el síntoma que produjo los padres de la ley simbólica.
Así articulamos el misterio del lenguaje, es decir su capacidad de hacer de todo con el símbolo, con el enigma del sentido, que desborda y descompleta el todo. En algún caso se ha mostrado la forma clínica de este matema, cuando con la evocación del goce de la madre el adolescente sabe, ha de saber (y de qué manera particular quiere saberlo) que la madre es una mujer.
Nada de todo eso tendría sentido, es decir, no haría discurso, sin el elemento transferencial, allí donde el Otro que escucha es a la vez enigma objetivado y deseo efectivo, del analista. Así pueden confluir, en al menos una sesión, el enigma de la lengua (el hecho de que haga sentido) con el desarrollo de un saber articulado con la responsabilidad que nos compete.
Los adolescentes nos enseñan pues una pragmática clínica que es preciosa para el psicoanálisis en general. Para tratar todos los problemas planteados por la variedad clínica a la que se enfrenta en psicoanálisis de nuestro tiempo, estamos preparando unas Jornadas Europeas de psicoanálisis aplicado que se celebrarán en Barcelona los días 11 y 12 de julio de 2009, para cuya preparación nuestra Escuela ya está trabajando.
Antoni Vicens
1- Discurso del presidente de la ELP Xavier Esqué
Vivimos en una época en que la ideología de la evaluación impera, una ideología que promueve una estandarización masiva cuya lógica es opuesta al psicoanálisis y a la clínica particular del uno por uno que éste sostiene. Esto significa que tenemos que sostener, como nunca, la especificidad del psicoanálisis: ante las psicoterapias y, muy especialmente, ante los tratamientos psicoterapéuticos estándar, tratamientos protocolizados, afines al cognitivismo y al conductismo, que tratan de eliminar toda referencia particular al sentido y a los significantes del sujeto, es decir, al inconsciente y al goce. Estas terapias apuntan a un hombre sin subjetividad, y por tanto a un individuo que nada podrá saber de su inconsciente, que nada podrá saber de lo que guía su acción en el mundo, que nada podrá saber de esa guía oculta que nosotros llamamos fantasma y, por tanto, tampoco podrá saber sobre el real al que el fantasma se engancha. El psicoanálisis, entonces, frente a esta nueva empresa de desconocimiento mantiene la apuesta sobre el deseo de saber, mantiene la apuesta sobre el deseo de saber del sujeto.
Por esto me parece un gran acierto la iniciativa de celebrar un SOL sobre el tema de aquello que los adolescentes no quieren saber. Aunque el no querer saber sobre el agujero que la sexualidad produce en el ser hablante no es un privilegio de los adolescentes ellos se encuentran en el momento de hacer sus primeras elecciones, en el tiempo en el que un inédito acceso al goce los confronta ante su propio cuerpo y con el Otro sexo.
La experiencia analítica nos enseña que en el inconsciente no hay relación sexual que pueda escribirse, en el ser hablante la sexualidad está condicionada por el lenguaje. La estructura del lenguaje, la relación significante/ significado, la significación, interfiere en la relación sexual. Esto hace que el parlêtre, en realidad, llegue a tener más relación con determinados objetos pulsionales que con su partenaire sexual y que sus elecciones sexuales estén condicionadas por la significación que adquieren estos objetos primordiales. Como señala Jacques-Alain Miller: “la experiencia analítica, que tiene ahora un siglo tras de sí, muestra, si se la lee como conviene, que la elección del objeto sexual propio de un sujeto dado, se caracteriza por tres rasgos constantes: la contingencia; la singularidad; la invención”.
Me hubiera gustado mucho compartir con vosotros unos cuantos rayos de este espléndido y prometedor SOL de Tarragona. En esta ocasión, otra luz, la de París, la de la Matinée del Pase de la Escuela de la Causa freudiana me convoca.
Un saludo afectuoso a todos y a cada uno de los participantes de esta jornada de trabajo y, muy especialmente, a la comisión organizadora y a los colegas de la sede de Tarragona.
¡Buen trabajo!
Xavier Esqué
2- Presentació i benvinguda del secretario de la Sede de Tarragona de la ELP-CdC- Joan Gibert
Aquest SOL pertany a la sèrie dels Dissabtes de l’Orientació Lacaniana que organitza la Comunitat de Catalunya de l’Escola Lacaniana de Psicoanàlisi i que, aquesta vegada, se celebra a Tarragona.
Es tracta d’una activitat clínica, de les que anomenem de psicoanàlisi aplicada, centrada en aquest cas, com podeu comprovar en el programa de mà, en el camp de les adolescències. El títol n’és “Allò que els adolescents no volen saber”, un títol que convida a preguntar-se: què és allò del que no volen saber?
Hem d’aclarir que el saber del que es tracta gira al voltant del saber sobre la sexualitat i de les repercussions d’aquesta sexualitat en el propi cos i en l’abordatge de l’altre sexe.
Com molt bé ens va observar la Rosa Calvet, lectora atenta i col•lega diligent, no es tracta tant de “no voler” sinó de “no poder” saber, no tant per una qüestió d’impotència sinó per raó d’una impossibilitat lògica i estructural “lo impossible sexual que no pot ser articulat en cadenes significants de saber”; és per això que Lacan reprèn el trauma freudià en la seva dimensió de forat en lo real.
Aquesta qüestió que és evident per a la clínica psicoanalítica, i que es pot verificar en el cas per cas, es posa també en joc en lo social, en lo escolar i en lo educatiu quan constatem com, malgrat el munt d’informació i de saber que es posa en circulació sobre “lo sexual”, els joves se segueixen trobant davant de preguntes per a les quals no troben una resposta prefabricada.
És per aquesta raó que els adolescents d’avui, com els d’ahir, es troben convocats a inventar una resposta pròpia i particular sobre “lo traumàtic” de l’encontre amb lo sexual: cadascú s’ha d’espavilar com pot.
Això, que sempre ha estat així, esdevé, ara, en una època en la qual els vincles socials són més precaris que mai; en una època que promou l’individualisme i un consum desenfrenat que empeny els adolescents a un gaudi de curta volada.
Tots sabem que, avui en dia, això de renunciar a la satisfacció immediata no està de moda. Allò que potser no resulta tant evident és que la condició necessària per entrar en el vincle social i per accedir a un saber que vagi una mica més enllà del propi nas, és, tot just, l’ajornament d’aquesta satisfacció immediata.
A ningú se li escapa que la pubertat és una etapa extraordinàriament conflictiva en la qual és freqüent observar sortides de to i conductes de risc que no són sinó males respostes - símptomes improductius - a un malestar que no els deixa viure.
En el decurs de la Jornada, a través d’exemples clínics, tindrem ocasió de veure com, quan hi ha adolescents disposats a posar paraules als seus malestars, la psicoanàlisi esdevé un recurs de primer ordre per ajudar-los a trobar bones respostes - símptomes practicables -.
Abans de donar pas a les “Qüestions d’època” de la primera taula i als “Retalls en el saber” de la segona, voldria aportar un parell de qüestions treballades en comissió:
En primer terme, dir amb tota claredat que no considerem que l’adolescència sigui cap patologia. Més aviat convidem a pensar-la com una avantguarda que ens permet una lectura privilegiada dels signes d’època.
En segon lloc, posar de relleu que la psicoanàlisi, tradicionalment vinculada a la terapèutica, esdevé també un magnífic instrument de lectura de la realitat social, en la mesura que aquesta és equivalent i assimilable a la realitat psíquica.
Per acabar; no he pogut resistir la temptació de referir-me als tres temps lògics de l’inconscient lacanià: instant de veure, temps per a comprendre i moment de concloure.
A l’època actual estem assistint a la pràctica liquidació del temps per a comprendre. S’ha instal•lat una mena d’urgència que ens empeny a concloure immediatament. Donar-se un temps per a comprendre és, no només condició necessària per a una anàlisi, sinó condició imprescindible per a qualsevol cosa que valgui la pena.
El meu reconeixement als qui heu decidit, un dissabte al matí, destinar el vostre temps lliure al SOL que avui ens acull a la Seu de l’ELP de Tarragona.
Moltes gràcies.
Joan Gibert
Responsable de la comisión- y –secretario de la Sede de Tarragona de la ELP-CdC-
Quiero dejar constancia de mi agradecimiento a los miembros de la comisión organizativa por su ayuda en la elaboración de este pequeño resumen en el que, sin duda, reconocerán la huella de sus dichos. (Àngela Gallofré, Josep Sanahuja, Antoni Vicens).
Joan Gibert